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"Si volviera a nacer lo mataría de nuevo": 16 anécdotas del narco reveladas en el juicio a 'El Chapo'

Un zoológico privado de Joaquín Guzmán Loera; el día en que ordenó asesinar a uno de sus socios solo porque no le dio la mano y la vez en que se sometió a un método de rejuvenecimiento en Suiza. Varios detalles de su vida y la de otros capos se han escuchado en la corte de Brooklyn.
30 Dic 2018 – 08:39 PM EST
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El pronóstico se cumplió: la cruda realidad contada sin filtros por una creciente lista de testigos en el juicio contra Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán terminó rebasando la ficción de las películas, series, libros y documentales sobre la vida del exjefe del cartel de Sinaloa. Por si fuera poco, quienes aceptaron colaborar con las autoridades han ido agregando múltiples historias sobre el narcotráfico que por igual han hecho reír, asombrado o le han robado el aliento al jurado. Estas son algunas:


  • Muerto por negar un saludo. Jesús Zambada, hermano del capo Ismael ‘El Mayo’, aseguró que ‘El Chapo’ pidió que asesinaran en 2004 a Rodolfo Carrillo Fuentes, entonces un aliado del cartel, solo porque se negó a darle la mano. “Lo dejó allí de pie con la mano extendida”, contó. La ejecución se realizó frente a una sala de cine en Culiacán, Sinaloa. La esposa del capo también falleció. Sus dos hijos pequeños sobrevivieron. Los Carrillo Fuentes se vengaron asesinando a un hermano de Guzmán, lo cual desató una sangrienta guerra.
  • El sicario antibalas. ‘El Rey’ Zambada también relató una anécdota que muestra qué tan duros eran los matones del cartel. Dijo que una vez un pistolero quedó inconsciente varios minutos por una bala que lo impactó y que una vez que despertó se hizo el fuerte expresando: "solo fue un rasguño".
  • Los nervios de ‘El Chapo’. El hermano de ‘El Mayo’ le pidió en 2001 a policías que estaban en su nómina que lo escoltaran cuando este llevaba al recién fugado Guzmán de una prisión en el estado de Jalisco. Al ver a los uniformados rodeando el vehículo, el sinaloense se espantó pensando que lo iban a recapturar. “Le dije: no te preocupes, esta es nuestra gente, nadie nos va a tocar ahora”, según el testimonio de ‘El Rey’.

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  • Volando como la gente. quien era uno de los principales proveedores de cocaína del cartel, dijo en el juicio que en 2003 viajó a la sierra de Sinaloa para celebrar el segundo aniversario de la primera fuga de Guzmán. Afirmó que su vuelo a bordo de una avioneta Cessna fue "terrible" y por eso le regaló un helicóptero a su socio “para que volara de una manera más civilizada”.
  • Una persecución ‘divertida’. Alias ‘Jota’ compartió una historia divertida sobre una reunión con ‘El Mayo’, quien manejaba una camioneta cuando se toparon con militares que les dispararon. Durante la huida, Cifuentes permaneció agachado durante unos 30 minutos y no se incorporó hasta que Zambada le dijo que todo estaba bien. “Dijo: ‘Jorge ya puedes salir’. Pensó que era muy divertido. Se lo contó a todos sus amigos porque fui muy cobarde”, contó el colombiano.
  • “Lo mataría de nuevo”. De acuerdo con Cifuentes, ‘El Mayo’ ordenó el asesinato del capo colombiano Humberto Ojeda, apodado ‘Robachivas’, porque no mostró sus respetos tras la muerte por una cirugía plástica de Amado Carrillo Fuentes, alias ‘El Señor de los Cielos’ y líder del cartel de Juárez. Entonces le importó más la construcción de una lujosa mansión en Culiacán. Cuando le reclamó a Zambada aquel le respondió enfadado: “Si volviera a nacer lo mataría de nuevo”.
  • La arepa envenenada. Alias ‘Jota’ confesó ante el jurado que a la edad de 18 años trató de asesinar a un reo poniendo cianuro en polvo sobre una arepa que aquel no se comió. Después arrojó una granada en su celda, pero explotó debajo de su cama que era de piedra. Por eso la víctima sobrevivió.
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Con los ojos aguados, 'El Chapo' saludó a sus hijas en la visita de las niñas a la corte
  • Nomás un puño de tierra. Miguel Ángel Martínez Martínez, quien fue el piloto y mano derecha de ‘El Chapo’ durante 12 años, dijo el cartel trató de matarlo cuatro veces y que en una ocasión llevaron a un grupo musical hasta la prisión en la que este se encontraba para tocar la canción favorita de Guzmán, ‘Un puño de tierra’. Antes de que lo atacaran, alias ‘El Tololoche’ escuchó estas frases: El día que yo me muera/ no voy a llevarme nada/ hay que darle gusto al gusto/ la vida pronto se acaba.
  • El zoológico de Guzmán. Según el relato de Martínez Martínez, a su expatrón le iba tan bien distribuyendo cocaína que tenía casa “en cada playa”, al menos cuatro jets en los que transportaba millones de dólares, un yate llamado 'El Chapito' y hasta un zoológico en un rancho de Guadalajara donde tenía “leones, tigres, panteras, venados” y para recorrerlo usaban “un trencito”.
  • La vanidad de un donjuán. 'El Tololoche' afirmó que viajó con el capo a Europa, Asia, Estados Unidos y Latinoamérica. En alguno de sus viajes, el narco se sometió a un método de células rejuvenecedoras en Suiza. Le preocupaba su apariencia pues tenían entre "cuatro y cinco mujeres" en ese momento, contó el cooperante.
  • La hélice rota. Martínez Martínez también dijo que ‘El Chapo’ exigía estricta disciplina a sus subordinados. Explicó que en un viaje a Durango rompió la hélice de un avión y su jefe no se la perdonó: lo tachó de ser "un mal piloto" y jamás le permitió que volviera a tocar su flotilla de aviones.
  • Apostando en peleas de gallos. El mexicano Tirso Martínez Sánchez, quien fue un distribuidor de narcóticos para el cartel de Sinaloa en EEUU, aseguró que se embolsó al menos 15 millones de dólares por su negocio. Todo lo blanqueó y derrochó en México. “Gasté en propiedades, casas, caballos, peleas de gallos, juegos de azar, equipos de fútbol, vehículos, autos”, describió a quien apodan ‘El Futbolista’. Dijo que apostando en las peleas de gallos no le fue tan bien: perdió entre 2 y 3 millones de dólares.
  • Un suicidio frustrado. ‘El Futbolista’ contó que en 1998 o 1999 un día su jefe directo en el cartel de Juárez intentó quitarse la vida dándose un balazo en la cabeza para evitar su captura. Bajo los efectos del alcohol y las drogas, Eduardo González Quirarte, alias 'Flaco', protagonizó una persecución policiaca en México y trató de suicidarse. “'Compadre, no voy a dejar que me atrapen, yo me voy a matar’”, le dijo por teléfono. Sobrevivió al disparo, pero perdió la memoria y jamás volvió a trabajar para el cartel.
  • Las cuentas del sicario. el temido exlíder del cartel del Norte del Valle de Colombia, llevaba una estricta contabilidad de su negocio en dólares. Al lado de las cifras de los millonarios ingresos de la droga hacía que sus contadores asentaran las cantidades exactas que pagaba por asesinatos. Por la muerte de uno de los hermanos de su archirrival Víctor Patiño Fómeque registro un gasto de 338,776 dólares. Explicó que la cifra más grande que jamás desembolsó para eliminar a alguien porque necesitó “un grupo de sicarios grande”.
  • Prostitutas para la DEA. 'Chupeta' aseguró asimismo que le pagó a un equipo élite de la Policía de Colombia para “suministrar prostitutas, apartamentos y regalos" a los agentes de la istración para el Control de las Drogas (DEA) que realizaban investigaciones en su país.
  • Las visiones del capitán. Uno de los barcos que usaba Ramírez Abadía para transportar cocaína a México terminó hundido porque el capitán de la embarcación, en medio de un trance por consumo de cocaína, empezó a ver fragatas guardacostas fantasmas del gobierno de EEUU. Un año después el cargamento fue rescatado por un equipo de buzos profesionales que contrató el cartel de Sinaloa.
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