Condenan a 10 años de prisión a extesorero de Venezuela y amigo de Chávez Alejandro Andrade

La Corte del Sur de Florida condenó hoy a diez años de prisión a Alejandro Andrade, extesorero venezolano y amigo de Hugo Chávez, quien se había declarado culpable de lavado de dinero y recibir mil millones de dólares en sobornos. Andrade leyó una carta y pidió perdón a su familia y amigos.
Después de pasar 10 años en prisión, el exfuncionario venezolano entrará en un proceso de “libertad supervisada” hasta que se decida su deportación o estatus migratorio. El condenado tiene 90 días antes de entrar a prisión, pagar una fianza de un millón de dólares y debe presentarse por su cuenta el 25 de febrero de 2019 para ser encarcelado. Aún no se ha definido el lugar donde cumplirá la pena.
La defensa aseguró que Andrade vino a Estados Unidos en 2014 con un ‘parole’ (permiso especial de entrada) y dijo que desde entonces se porta muy bien, dándole información a las autoridaes. Toda esa colaboración le sirvió para reducir los años de pena y sus abogados seguirán presentando pruebas y datos que sirvan a la investigación y pueda rebajar aún más la sentencia, explicó Bob Martínez, uno de sus defensores.
El exfuncionario venezolano se declaró culpable en diciembre de 2017 de lavado de dinero y aceptar sobornos por el orden de los 1,000 millones de dólares, para favorecer a empresarios con casa de bolsa con la asignación de dólares (bonos) baratos que luego podían colocar en el mercado negro y obtener cuantiosas fotunas con el diferencial cambiario.
En Venezuela, el gobierno tiene absoluto control del cambio de divisas desde 2003 y eso ha provocado grandes escándalos de corrupción.
Andrade había firmado un acuerdo con la justicia estadounidense para colaborar con la investigación sobre la red de corrupción que involucra a varios exfuncionarios venezolanos con inversiones en Florida.
Durante la lectura de la sentencia, Andrade pidió perdón por sus actos: “Buenos días, su señoría. Deseo pedir perdón… asumo plena responsabilidad por los hechos por los que me declarado culpable”, dijo. “Como tesorero tomé decisiones muy desacertadas que hoy lamento de todo corazón”.
Andrade contó frente a la corte que él ocupó el máximo cargo en el Fondo Único Social (FUS), organismo encargado de gestionar fondos para ayudas a los más desprotegidos y que luego también fue el jefe de la Oficina Nacional del Tesoro (2007-2011). Explicó que después de ese año no volvió a ocupar cargos públicos ni a tener relación con el gobierno de Venezuela. No se refirió a su presidencia del Banco de Desarrollo Económico (Bandes), entre 2008 y 2010, organismo que también estuvo en el centro de escándalo de corrupción.
Sin embargo, su relación con el gobierno del fallecido Hugo Chávez fue mucho más allá de los cargos que mencionó. Como militar, egresado en 1987, participó enel intento de derrocar el goboerno democrático en Venezuela de 1992, que encabezado por Chávez. Luego, en 1998 se convirtió en el escolta de su amigo cuando se hizo presidente. En adelante ocuparía cargos de istración pública que incluyeron la presidencia del Banco de Desarrollo (Bandes), señalado también de casos de corrupción.
El extesorero de Chávez asistió a la corte sin esposas. Vestía pantalón caqui, saco azul marino, corbata azul cobalto, mocacines marrones, unos lentes de pasta negros y el pelo completamente rapado. Al entrar a la sala insistió en saludar a los presentes y les daba la mano. Mientras esperaba por la jueza, se paró y se levantó varias veces de su asiento, abrazaba a algunos asistentes, apretaba el brazo de su abogado en señal de camaradería, sonreía, se sobaba los labios con los nudillos. Durante la sentencia, se rascó varias veces la cabeza y frente con ambas manos.
No hubo abrazos ni llantos después de la sentencia. El abogado sentado a su izquierda le corroboró en susurro: "sí, 10 años" y él asintió. Resignado.
"El daño que has hecho"
Carlos Vecchio, dirigente del partido de oposición Voluntad Popular, se le acercó y le recordó “el daño tan grande que le has hecho a Venezuela”. Andrade dio un paso atrás y su abogado se las ingenió para disolver el encuentro.
Dos bancos detrás de Andrade se sentaron tres mujeres de su familia, se incomodaban con la presencia de periodistas y público en general. Una de ellas tomaba notas en una pequeña libreta marrón. A la salida huyeron del tropel de las cámaras. No estaba Emanuel, el más conocido de sus hijos. Una de las mujeres tomaba nota de todo. Al final, salieron huyendo de las preguntas de los periodistas.
Al igual que llegó, Andrade salió de la corte sin esposas, caminado por sus propios pasos. Sus abogados no quisieron revelar dónde va a vivir ahora que le confiscaron todos sus bienes, inluyendo cinco viviendas en Florida, caballos, vehículos y al menos 35 relojes de buena marca.
La corte estableció que el 25 de febrero de 2019 deberá iniciar su encierro en prisión. La defensa pidió que no lo enviaran a una cárcel privada sino federal y la jueza, Robin Rosenberg, dijo que lo estudiaría.
La defensa intentó reducir la sentencia a 87 meses, pero no lo logró y se decidió aceptar lo que pidieron los fiscales: 120 meses de prisión, además de las confiscaciones "de todo".
Al final de la audiencia, la jueza quiso asegurarse de que no hay peligro de fuga del acusado. La fiscal Vanessa Sisti Snyder se levantó y dijo: "nosotros tenemos su pasaporte". El acuerdo contempla que el acusado entregue todos los documentos de viaje porque no puede transportarse sin permiso previo de la corte dentro del territorio nacional, tampoco puede portar armas de fuego ni tener o con las víctimas de su colaboración ni testigos del caso.
El acuerdo, que incluye la fianza, se ve así:
¿Y Venezuela?
Uno de sus abogados, Bob Martínez, explicó que, aunque en el acuerdo de aceptación de culpa especifica que no habrá apelación "volveremos a presentar unas cosas que hoy no hemos presentado, con la intención de reducir la pena".
Consultado sobre el pedido de captura que anunció el fiscal venezolano, Tareck Williams Saab, dijo que no tenía información y que es otro proceso que depende de las relaciones entre dos países, en este caso Estados Unidos y Venezuela.
Tampoco quiso pronunciarse sobre los nombres de las otras personas mencionadas en el caso como "co-conspiradores", pues el único nombre que se dijo abiertamente como parte del complot y encargado de comprar los bienes y las cosas que Andrade "necesitaba", fue Raúl Gorrín, el empresario dueño del canal de noticias Globovisión en Venezuela y sobre quien pesa una acusación aparte.
Ver también: