Los republicanos le recuerdan a Trump que "Rusia no es un aliado" y lo condenan públicamente
La propia bancada del presidente Donald Trump empieza a tomar distancia de las declaraciones sobre la falta de motivos para creer que Rusia hubiera interferido en las elecciones de 2016, ofrecidas por el mandatario estadounidense este lunes en Helsinki a la salida de la reunión privada que sostuvo con Vladimir Putin.
Minutos antes, el presidente ruso había negado todo señalamiento contra su gobierno, durante la misma conferencia de prensa. Hace apenas unos días, el fiscal Robert Muller acusó a 12 oficiales de inteligencia rusos por supuesta responsabilidad en el caso. Y conforme van pasando las horas, más republicanos muestran una pública condena a sus afirmaciones.
Una de las voces republicanas más poderosas del Congreso, Paul Ryan, ha expresado no solo su condena a Trump sino su apoyo absoluto a la justicia de Estados Unidos. En un comunicado ha dicho enfático: “No hay ninguna duda sobre la interferencia de Rusia en las elecciones y sus intentos continuos por minar la democracia aquí y en todo el mundo”. Además, le ha advertido al presidente que no debería considerar a Rusia “nuestro aliado”.
“No hay un equivalente moral entre Estados Unidos y Rusia, que siempre se ha mostrado hostil a nuestros valores e ideales más básicos”, señaló Ryan.
Este giro público de Ryan resulta un verdadero punto de inflexión a juzgar por el comportamiento que ha mantenido el presidente de la Cámara de Representantes siempre complaciente y respaldando las más polémicas actuaciones del mandatario.
Hace solo una semana, mientras Trump creaba hostilidad con sus históricos aliados en la reunión de la OTAN, Ryan defendió al presidente y acalló las críticas con una puntual solicitud: “No deberíamos criticar a nuestro presidente mientras se encuentre en otros países”. Pero las declaraciones y el comportamiento del presidente durante su encuentro con Putin, parece ir más allá incluso del mismo Ryan.
Los reproches en realidad han empezado a proliferar y nuevas voces de condena se le han sumado al solísimo senador John McCain, una de las pocas voces del partido que se ha mantenido crítico desde el principio ante la iniciativa del presidente Trump de continuar con su encuentro con Putin.
McCain calificó las actuaciones de este lunes como un error trágico. “Trump no solo se mostró incapaz sino poco deseoso de pararse frente a Putin”, condenó el senador que añadió “Ningún presidente anterior se ha humillado más abyectamente ante un tirano".
Figuras como el senador Mitch McConnell no distan mucho de McCain y de Ryan: “Los rusos no son nuestros amigos, lo he dicho repetidas veces y lo vuelvo a decir hoy, tengo plena confianza en nuestros servicios de inteligencia y los hallazgos que han anunciado”. El senador Ben Sasse, republicano de Nebraska, calificó la actitud del presidente Trump de “bizarra y completamente errada”, mientras que Jeff Flake, le dedicó un solo adjetivo: “vergonzosa”.
Según han declarado a la Agencia AP actuales y antiguos oficiales de la Casa Blanca, la insistencia de Donald Trump de negar la intromisión de los rusos en las elecciones se basa en que, itir estas filtraciones sería también poner en duda su victoria.
Sin embargo, su actitud reticente a reconocer las investigaciones está resultando más peligrosa que esa potencial interrogante. Brit Hume, uno de los analistas políticos del canal Fox, siempre tan alineado con los ideales y actuares del presidente, tampoco ha podido pasar por alto la decisión de Trump de no encarar a los rusos.
En su Twitter lo describió casi a manera de sentencia: “Debido a que Trump no puede ver más allá de sí mismo, ve la investigación de intromisión de Rusia como solo acerca de él y la demanda de colusión, y por lo tanto lo llama una caza de brujas ".
Por lo pronto, ningún republicano a pesar de sus condenas públicas ha pedido expresamente ninguna acción. Ese papel sigue correspondiéndole a los demócratas como Chuck Schumer que ha demandado acción inmediata del Congreso.