El fiscal especial del 'Rusiagate' acusa a 12 agentes rusos de hackear el sistema informático del Comité Nacional Demócrata y la campaña de Hillary Clinton
El fiscal especial del Hillary Clinton.
El anuncio se da a conocer luego de que visitaron esta mañana la corte en Washington para presentar la acusación ante el gran jurado a cargo del proceso en el que se le han presentado cargos a varias figuras del entorno cercano del presidente quien está en estos momentos tras las rejas.
Es la primera vez que la investigación identifica a altos funcionarios del gobierno de al actual a imponer sanciones a ese país.
Los 12 acusados son de la GRU, una agencia de inteligencia bajo el paraguas de la inteligencia del ejército ruso, y actuaron "en sus capacidades oficiales".
El fiscal especial Robert Mueller investiga desde mayo de 2017 de manera independiente al gobierno sobre la posible coordinación entre de la campaña de Trump y el Kremlin para afectar los resultados de las elecciones de noviembre de 2016. Moscú siempre ha negado cualquier tipo de colaboración con el entorno del actual presidente para interferir en el proceso electoral.
En rueda de prensa, el vicefiscal general, Rod Rosenstein, dijo que "el presidente está completamente al tanto de las acciones de hoy” y agregó que "el objetivo de los conspiradores era influir en las elecciones”.
"No hay ninguna acusación en esta acción contra ningún ciudadano estadounidense de que haya cometido un delito", especificó. También añadió que "no hay alegaciones de que la conspiración alterara el recuento de votos o cambiara el resultado de la elección" que llevó a Trump a la Casa Blanca.
Para ocultar las conexiones con Rusia, los hackers usaron una red de computadoras en el mundo que pagaron con criptomoneda. Según Rosenstein, los hackers transferían los documentos a “otra organización” que usaban como transmisora de los documentos.
El Departamento de Justicia explicó que el hackeo tuvo como objetivo la campaña presidencial de Hillary Clinton, el Comité Nacional Demócrata y el Comité de Campaña Congresional Demócrata, con la intención de "publicar esa información en internet bajo los nombres de DCLeaks y Guccifer 2.0 y a través de otra entidad".
Once de los agentes rusos son acusados de robo de identidad, conspiración para lavar dinero y conspiración para llevar a cabo crímenes informáticos. "Agentes rusos del GRU hackearon el sitio web de un directorio de elecciones estatales y robaron información de 500,000 votantes", dijo Rosenstein. "También hackearon computadoras de una compañía que ofrecía programas para verificar información de registros de votantes".
La noticia sobre esta nueva acusación llega solo tres días antes de que Donald Trump se encuentre con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Antes de que se conociera la noticia de esta acusación, el presidente estadounidense se refirió al encuentro que tendrá con Putin el próximo lunes: "Va a ser muy interesante escuchar lo que tenga que decir (Vladimir Putin). Puede que lo niegue (la interferencia en las elecciones de EEUU). Todo lo que puedo decir es '¿lo hiciste?' y 'no lo hagas otra vez', pero puede que lo niegue".
Asimismo, en días recientes sostuvo que esperaba que se llevaran bien en el encuentro a lo que agregó: "En última instancia es un competidor, representa a Rusia, yo represento a EEUU. En ese sentido, somos competidores (...) Espero que algún día podamos ser amigos".
Demócratas piden suspender el encuentro
Poco después de que se conociera la noticia, el líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, instó al presidente a cancelar el encuentro del próximo lunes con Putin.
"Estas acusaciones son una prueba más de lo que todo el mundo, a excepción del presidente, parece entender: el presidente Putin es un adversario que interfirió en nuestras elecciones para ayudar a Trump a ganar (los comicios)", afirmó Schumer en un comunicado.
Por este motivo, sostiene el líder demócrata, el presidente debe cancelar su reunión hasta que Moscú "tome medidas comprobables y transparentes" de su compromiso de que no volverá a intentar inmiscuirse en las elecciones del país en un futuro.