"¿Cuánta 'carnicería' más vamos a aceptar?": Biden exige al Congreso prohibir rifles de asalto tras ola de tiroteos
El presidente Joe Biden pidió este jueves por la noche al Congreso tomar medidas inmediatas para frenar los tiroteos luego de la reciente ola que en menos de un mes dejó más de 30 personas muertas.
"Víctimas inocentes que fueron asesinadas en su salón de clases, que fue convertido en campos de muerte", dijo el mandatario al referirse al tiroteo de la semana pasada en la escuela primaria de Uvalde, Texas. "Por Dios, ¿cuánta 'carnicería' más vamos a aceptar?".
Desde la Casa Blanca, Biden llegó al podio por un pasillo marcado por velas. Aseguró que cada vez que ocurre una masacre escucha de la gente un "mensaje claro": "Paren esto, hagan algo, por Dios, hagan algo (...) Esta vez tiene que ser verdad. Tenemos que hacer algo".
El mandatario precisó que "no se trata de quitarle las armas a nadie" sino de "tratar de forma responsable a los dueños de armas". Por eso insistió en que los derechos de la Segunda Enmienda "no son ilimitados" y que debe volverse a medidas del pasado que —asegura— frenaron la violencia armada, como la prohibición de las armas de asalto. Con ello, dijo que se protegería de nuevos tiroteos a los niños, a los padres, a todos cuantos estén en las escuelas, en las iglesias, en los supermercados.
Además pidió que se trabaje en prohibir los cargadores de alta capacidad, aumentar la edad para la compra de armas de 18 a 21 años; fortalecer los chequeos de antecedentes, atender la salud mental y trabajar en leyes de "bandera roja", que permiten que se solicite ante un tribunal estatal la remoción temporal de armas de fuego a una persona que pueda representar un peligro.
"¿Por qué, en el nombre de Dios, un ciudadano común puede comprar armas de asalto que tengan cargadores de más de 30 balas que permiten a los atacantes disparar cientos de balas en minutos?, condenó el presidente.
"La pregunta ahora es ¿qué va a ser el Congreso?", se preguntó. "Las armas son la primera causa de muerte en niños en Estados Unidos (...) Hay más niños que soldados en servicio muertos por las armas. ¿Cuántas vidas más deben acabarse para que digamos ya basta", prosiguió al citar un estudio de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) que mostró estos resultados.
"Si el Congreso falla, creo que la mayoría de la gente no se va a rendir", dijo. Para él es "inisible" que haya republicanos en el Senado que no quieran "ni siquiera debatir" estas medidas: "No pueden fallarle a los estadounidenses de nuevo".
El discurso de Biden ocurre tras una sucesión de tiroteos masivos que —en menos de un mes— han dejado 10 personas muertas en un Tulsa (Oklahoma).
El ambiente en el Congreso
Biden dijo a principios de esta semana que la Segunda Enmienda nunca fue "absoluta". También recalcó que pensaba que los republicanos "racionales" en el Congreso trabajarían con los demócratas para aprobar restricciones que pudieran limitar las armas de alto poder como las que se usaron en Uvalde y que son comunes en los tiroteos masivos, un fenómeno extendido en Estados Unidos.
El mensaje del Presidente busca garantizar una reacción en momentos en que el Congreso parece dispuesto a tomar algunas de las medidas a las que Biden se refirió, como el aumento de la edad de compra de armas a 21 años, o las llamadas leyes de “bandera roja” para impedir que personas con antecedentes de violencia accedan a armas.
Aunque el presidente reconoció que la mayoría de los republicanos se opone a debatir esas propuestas, su mensaje puede tener eco en la mayoría de los estadounidenses que, según indican las encuestas, están de acuerdo con algunas leyes de “sentido común” para lidiar con las armas. Y a través de ellos, generar presión sobre los legisladores.
Desde el tiroteo en la primaria de Uvalde, un grupo de senadores de ambos partidos ha estado intentando acercar posiciones para sancionar leyes que impongan controles más estrictos, en línea con la propuesta que en 2013 no logró superar el bloqueo republicano, tras la masacre de 20 niños y 7 adultos en la escuela de Sandy Hook, en Newtown, Connecticut.
En esa oportunidad, cuando Biden era vicepresidente de Barack Obama, estuvo encargado de mover en el Congreso aquella iniciativa. En aquella oportunidad Biden usó palabras muy similares a las que empleó este jueves para urgir a sus excolegas del Senado a adoptar medidas para detener la violencia armada. No lo logró.
Pasos cortos y tímidos en el Congreso para el control de armas
Entre estos pequeños pasos, la Cámara Baja planea avanzar con una votación sobre una prohibición de armas de asalto, pero es probable que no pase la votación por la oposición republicana en el Senado. Otros avances mínimos en el debate han estado en la verificación de antecedentes penales o psicológicos de los compradores, un reclamo que han hecho por años los activistas que piden por un mayor control en la compra de armas.
En las últimas semanas, Biden viajó a reunirse con familias de las víctimas familias de los 19 niños y dos maestras asesinadas a tiros en una escuela en Uvalde, Texas.
Tras el tiroteo de Uvalde, Biden dijo: “Creo que las cosas se han puesto tan mal que todo el mundo está siendo más racional, al menos esa es mi esperanza”, en referencia a que espera que este tiroteo genere algún tipo de acción política.
Cuando le preguntaron esta semana sobre si ahora está más motivado para imponer límites federales a las armas de fuego dijo que siempre lo ha estado: “Voy a seguir presionado y ya veremos cómo va esto”.