Biden se reúne durante tres horas con familiares de víctimas del tiroteo en escuela de Uvalde
Al salir de un servicio religioso repleto en la iglesia católica del Sagrado Corazón, en Uvalde, el domingo la pareja presidencial escuchó el clamor de una multitud que coreaba de "hagan algo" tras el tiroteo en una escuela primaria que a principios de la semana pasada causó la muerte de 19 escolares y 2 maestras.
El presidente Joe Biden respondió al cántico: "Lo haremos", antes de entrar a una reunión privada con las angustiadas familias de las víctimas, en la que estuvo durante unas tres horas en las que compartió y lloró con las historias de sus hijos fallecidos. Fue su único comentario público durante las casi siete horas que pasó en Uvalde, Texas.
Más tarde, el presidente tuiteó que lamenta, reza y está con la gente de Uvalde. "Y estamos comprometidos a convertir este dolor en acción", dijo.
En la escuela primaria Robb, Biden visitó un monumento conmemorativo de 21 cruces blancas, una por cada uno de los asesinados. La primera dama, Jill Biden, depositó un ramo de flores blancas a las que ya estaban colocadas frente al cartel de la escuela. A continuación, la pareja vio los altares individuales erigidos en memoria de cada estudiante, y la primera dama tocó las fotos de los niños a medida que avanzaban por la fila.
Unas 600 personas asistieron a la misa de mediodía y muchos no se resistieron a tomar fotos del mandatario y la primera dama, a pesar de que los sacerdotes pidieron apagar los celulares durante el servicio.
Un encuentro "muy hermoso", pero insuficiente con los familiares de las víctimas
Los Biden hicieron todo lo posible por aportar momentos de calidez y comprensión en la reunión con las familias en Uvalde, dijo el arzobispo de San Antonio, Gustavo García-Siller, según un reporte del diario The New York Times.
Muchas llevaron a la cita a su familia extendida. "Abuelas, abuelos de ambos lados, primos. Saludaban a todo el mundo", detalló García-Siller, quien presenció la reunión.
"Me di cuenta de que les hacían reír con las historias que compartían", dijo. "Escuchaban muy bien a la gente. Les escuchaban", expresó el sacerdote para quien el encuentro con la pareja presidencial fue "un momento hermoso, muy hermoso", que agradecieron las familias de las víctimas.
Sin embargo, dijo que a pesar de la calidez expresada por los Biden todos coinciden en que "el dolor punzante no desaparecerá sin más".
"¿Una visita como ésta responde a todo? No", comentó el arzobispo.
Ricardo García, de 47 años, un empleado del hospital de Uvalde al que le tocó ver "cosas terribles, niños pequeños muertos" manifestó: "Estoy contento de que (el presidente) esté aquí. Estamos honrados, pero hay que detener la venta de armas, punto final. Hoy en Texas no puedes comprar tabaco a los 18 años pero puedes comprar armas. Eso no es normal".