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Vladimir Putin

Vladimir Putin, de misterioso agente de la KGB al hombre más temido del planeta

Exagente de la temida KGB, la vida del presidente de Rusia está rodeada de misterios. Para quienes lo han estudiado de cerca sigue siendo sorprendente que se desconozcan algunos datos básicos de su biografía.
Publicado 6 Mar 2022 – 01:57 PM EST | Actualizado 7 Mar 2022 – 09:25 AM EST
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Vladimir Putin es un misterioso exagente de la temida KGB, los servicios de inteligencia de la desaparecida Unión Soviética a quien una meteórica carrera política convirtió en presidente de Rusia y también, como ha evidenciado en lo que vamos de 2022, con su decisión de invadir Ucrania, en el hombre más temido del mundo.

Tras más de 22 años en el poder y viviendo en una estricta burbuja, Putin se ha ganado el dudoso honor porque ha hecho al mundo volver a pensar lo impensable: una guerra nuclear, con la "mutua destrucción asegurada" que es el fundamento final de la existencia de los terribles arsenales at´´omicos.

A Putin y su decisión de invadir Ucrania, además de las terribles imágenes que llegan de ese país, le debemos una espiral de inestabilidad en Europa de impredecibles consecuencias: blindarse de una posible agresión rusa.

Alemania se lanzó a doblar su presupuesto militar, Finlandia y Suecia se están planteando unirse a la OTAN, varias ex repúblicas soviéticas buscan cobijo en la Unión Europea. Y hasta Suiza rompió su histórica neutralidad para mandar ayuda a Ucrania, algo que no ocurrió ni en la Segunda Guerra Mundial.

En Estados Unidos, el presidente Joe Biden trata de hacer malabarismos entre ayudar a Ucrania y evitar una confrontación directa con las fuerzas rusas, lo que, en sus propias palabras, sería el inicio de la Tercera Guerra Mundial.

Putin, por méritos propios, ya era uno de los personajes más influyentes del siglo XXI. Con la invasión a Ucrania y después de poner en alerta el armamento nuclear de su país, se ha convertido en el más peligroso.

La meteórica carrera que llevó a Putin a la presidencia

Vladimir Vladimirovich Putin nació el 7 de octubre de 1952 en lo que en ese entonces era Leningrado y en la actualidad es San Petersburgo. Allí estudió Derecho y se graduó en 1975, año en que entró en el Comité para la Seguridad del Estado, la infame KGB.

Eso, que tuvo dos hermanos que habían fallecido antes de que él naciera, y que practicó judo y estudió alemán son algunos de los pocos hechos biográficos de su juventud que se pueden considerar fuera de controversia.

Porque como apunta Fiona Hill en "Putin, un operativo en el Kremlin (Geopolítica del siglo XXI)": “ Ignoramos algunos de los hechos más básicos sobre un hombre que es tal vez el individuo más poderoso del mundo”.

Hill apunta que eso no es de extrañar porque se trata de “ un maestro en manipular la información, suprimir la información y crear pseudo-información”.

“Los materiales relacionados con un notorio escándalo alimenticio que estuvo a punto de acabar con la carrera de Putin en la década de 1990 han sido purgados, junto a quienes tenían a ellos”, afirma Hill.

Además, siempre han permanecido extraordinariamente fuera del ojo público su mujer Lyudmila (con la que se casó en 1983 y de la que divorció en 2014) y sus hijas, María y Yekaterina, nacidas en 1985 y 86.

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Estas son las personas más cercanas a Putin que podrían influenciarle en la toma de decisiones

Sí sabemos que completó su año de entrenamiento en la KGB en Moscú. Y que en 1985 fue destacado en Dresden, Alemania, donde trabajó en tareas de contraespionaje. En 1990, ya con el rango de teniente coronel, la caída de la Unión Soviética lo llevó de regresó a Rusia.

De vuelta en su ciudad natal, consiguió un puesto como vicedecano de su alma máter, la Universidad Estatal de Leningrado, y como asesor del alcalde, Anatoli Sobchka. En 1991, fue nombrado vicealcalde, donde estuvo hasta que su jefe perdió la reelección en 1996. Entonces se trasladó a Moscú.

En la capital comenzó una meteórica carrera política que lo llevó a ser jefe de Intendencia del Kremlin, subdirector del gabinete presidencial (1997) y director del Servicio Federal de Seguridad, heredero de la KGB (1998).

En el año 1999, en medio de la enorme volatilidad política del momento, el presidente Boris Yeltsin lo nombró primer ministro y lo designó como su sucesor en las elecciones previstas para el año siguiente.

Sin embargo, el 31 de diciembre de 1999 reemplazó al dimitido Yeltsin como presidente interino. En marzo fue refrendado en las urnas con casi un 53% de los votos. Putin asumió la presidencia el 7 de mayo del año 2000.

Putin, presidente, primer ministro y presidente

Putin lleva en el poder desde que sucediera a Yeltsin. Fue presidente hasta 2008, cuando el límite de mandatos en la Constitución lo obligó a dejar el cargo pero no el poder. Lo que hizo fue un enroque con el primer ministro Dmitry Medvedev.

El presidente Medvedev, un tecnócrata, lo nombró primer ministro e impulsó reformas para darle más poder a ese cargo. También amplió el mandato presidencial a seis años a partir de 2012, cuando Putin regresó a la jefatura del Estado. Lo hizo con un 63.6% de los votos y en medio de denuncias de fraude. En 2021, impulsó unas reformas para levantar estas limitaciones y poder quedarse en el poder hasta 2036, cuando tendría 84 años.

Como presidente, los años de Putin han estado marcados por la puesta en marcha del enorme aparato propagandístico consagrado al culto a la personalidad y por la cantidad de envenenamientos y asesinatos que han sufrido los opositores, como recientemente le ocurrió a Aleksey Navalny.

Y también, por supuesto, por las guerras en los países exsoviéticos, como ahora pasa en Ucrania.

Las guerras de Putin

Todavía era primer ministro cuando comenzó la Segunda Guerra de Chechenia en represalia por una serie de atentados en que murieron cientos de civiles. Y ya era presidente durante el asedio a la capital, Grozni, que Naciones Unidas llegó a considerar en 2003 la ciudad más destruida de la Tierra. Allí no quedó un solo edificio sin ser afectado.

En 2008, invadió Georgia en lo que fue una historia con muchos paralelismos a la de Ucrania: alejamiento de la órbita de Moscú de una exrepública soviética, prorrusos de dos provincias alzados contra el gobierno, el Kremlin reconoce su independencia e interviene para salvar a la población de un supuesto genocidio.

Las fuerzas rusas estuvieron ocupadas desde 2015 interviniendo en la guerra civil Siria, donde acudieron a rescatar a Bashar al Asad, cuyo gobierno no estaba lejos de caer, acorralado por los islamistas y los rebeldes apoyados por EEUU, Israel y Arabia Saudita.

Ucrania, en 2014, ha sido un caso parecido, también empezó con una exrepública soviética alejada, hablando de entrar en la Unión Europea y en la OTAN, y dos provincias con milicias prorrusas alzadas, en este caso Donetsk y Luhansk, cuya guerra Putin alimentó hasta que terminó por reconocerlas como independientes.

Aunque el caso tiene varias salvedades importantes. Putin se anexó Crimea (a la que Ucrania dejó sin agua), Ucrania es mucho más grande (no parece haber funcionado la ofensiva relámpago), los rusos la sienten mucho más cerca (hay esperanza de que eso impida que haga de Kiev una nueva Grozny) y el despliegue ruso era demasiado grande como para poder esconder su invasión: de hecho, anunció la “operación militar” en un discurso.

¿Se ha radicalizado Putin?

Dicen los que lo siguen más de cerca que Putin empieza a ser consciente de que pasa el tiempo y no avanza su sueño de un neoimperio ruso. En los últimos meses muchos observadores han comenzado a hablar además de radicalización y paranoia, especialmente por el extremo aislamiento en que ha vivido a lo largo de la pandemia.


El senador Marco Rubio escribió en Twitter que "algo está mal con Putin". "Siempre ha valorado su control emocional, la capacidad de no mostrar emociones y ver el enojo el otro día, no es característico", dijo Rubio a periodistas.

"No voy a hacer una evaluación de su estabilidad mental, pero ciertamente la retórica, las acciones, la justificación que da por lo que hace es profundamente preocupante", le dijo a ABC News el lunes la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.

Fuentes de la diplomacia sa le dijeron a Reuters que el presidente Emmanuel Macron se encontró a un Putin muy diferente durante su última visita a Moscú. La reunión de ambos presidentes fue descrita como un monólogo de cinco horas, con un revisionismo histórico repleto de los supuestos agravios sufridos por Rusia.

"Nos dimos cuenta de lo diferente que es al Putin de hace tres años", señaló la fuente.

¿Es Putin multimillonario?

Los llamamientos a que las sanciones contra Rusia afecten personalmente al propio Putin datan incluso de 2014, con la anexión de la península ucraniana de Crimea.

Oficialmente, tiene un salario de 140,000 dólares al año, posee un apartamento de 800 pies cuadrados, un tráiler y tres autos.

Pero en los medios han aparecido múltiples investigaciones sobre la presunta vasta fortuna que ha amasado como en una especie de subasta a ver quién da más.

En 2017, Bill Browder, CEO de Hermitage Capital Management, con larga experiencia trabajando en los círculos de poder de Rusia, dijo ante el comité de justicia del Senado que estimaba en 200,000 millones la fortuna de Putin. Es decir, el presidente de Rusia es secretamente más rico que Bill Gates y Jeff Bezos juntos.

Una fuente del entorno de Putin caída en desgracia le contó a la cadena británica de noticias BBC en 2012 que el presidente estaba detrás de la construcción de un ostentoso palacio a orillas del Mar Negro que algunos estiman pudo haber costado 1,000 millones de dólares. El mismo del que en 2021 habló el opositor Aleksey Navalny.

También medios han vinculado a Putin un yate valorado en hasta $100 millones de nombre 'Graceful'. Tres semanas antes de que se lanzara la invasión, la embarcación dejó Alemania para dirigirse a aguas del enclave ruso de Kaliningrado.

En los Papeles de Pandora se le atribuye a Svetlana Krivonogikh una supuesta relación sentimental con el presidente y la titularidad de un lujoso apartamento en Mónaco valorado en más de $4 millones adquirido poco después de dar a luz a una niña. El Kremlin ha negado la veracidad de esta historia.

Y la lista del supuesto patrimonio de Putin puede seguir. Pero lo cierto es que más allá del salario, el apartamento y los autos, su verdadero patrimonio es un misterio. Y por eso las sanciones se centran en los “oligarcas” considerados personas de su entorno.

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