Respuesta de la policía al tiroteo en Uvalde fue un "vil fracaso": llegaron a la escuela en solo 3 minutos
El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, calificó como un "vil fracaso" la respuesta de la Policía del Distrito Escolar de Uvalde al tiroteo en la Escuela Primaria Robb, en el que murieron 21 personas, la mayoría niños. Criticó que la respuesta tomara más de una hora cuando apenas tres minutos después de que el atacante entró al campus, ya había oficiales armados listos para frenarlo.
"La evidencia es convincente para asegurar que la respuesta de las autoridades policiales al ataque en la primaria Robb fue un vil fracaso y antiética frente a todo lo que hemos aprendido en las últimas dos décadas, desde la masacre en Columbine", aseguró McCraw al inicio de su presentación ante el comité especial del Senado estatal para proteger a todos los tejanos.
Aseguró que tres minutos después de que el atacante ingresó al edificio oeste —donde se encontraban las aulas 111 y 112 y donde disparó contra todas las víctimas— había suficientes oficiales armados y con chalecos antibala para neutralizarlo, 11 en total, dos de ellos con rifles. "Lo único que frenó a un cuerpo de funcionarios dedicados para entrar a los salones 111 y 112 fue el comandante en la escena, quien decidió poner la vida de los oficiales por encima de la vida de los niños".
"Los oficiales tenían armas, los niños no. Los oficiales tenían chalecos antibalas, los niños no. Los oficiales tenían entrenamiento, el atacante no. Una hora, 14 minutos y ocho segundos. Ese fue el tiempo que los niños esperaron, que los maestros esperaron en el salón 111 para ser rescatados", señaló el jefe del Departamento de Seguridad Pública de Texas al dirigirse a los senadores. "Y mientras ellos esperaban, el comandante en la escena esperaba por radios y rifles, por escudos (...) Y en última instancia, esperaba por una llave que no era necesaria".
Según McCraw, estaba claro que la respuesta que debían dar era para neutralizar a un atacante activo y no para rescatar o proteger rehenes. Por eso criticó que el jefe de policía de Uvalde, Pete Arredondo, decidiera esperar la llegada de un equipo de acciones especiales cuando había oficiales en la escena listos para frenar la masacre que ocurría en la escuela. Dijo que Arredondo pudo haber transferido el liderazgo a otra agencia —como los state troopers— para que comandara la operación en la primaria, pero no lo hizo.
El coronel también aseguró que en situaciones como la de la primaria de Uvalde, los policías no necesitaban esperar por una llave maestra para ingresar a las aulas en las que estaba el atacante. "Las ventanas son un buen punto de ", dijo y precisó que había más de una llave maestra para entrar, por lo que cree que esa vía debió ser descartada. Además, señaló que la respuesta se retrasó mientras Arredondo esperaba por más rifles, un radio —porque no tenía para dirigir el operativo— y escudos.
Y sobre el radio, detalló que los únicos que pudieran haber funcionado dentro de la escuela eran los de la Patrulla Fronteriza, que tiene una torre para potenciar la señal en Uvalde. Pero cuando ellos intentaron unir su señal con la de los funcionarios policiales locales, el sistema no funcionó. Esa fue la razón por la que las comunicaciones se realizaron por celulares. Por eso explicó que el sistema de comunicaciones debe ser reemplazado no solo en Uvalde, sino en todas las escuelas del estado.
McCraw dijo que la investigación sobre la actuación policial en la primaria Robb aún está en proceso y que las conclusiones solo serán presentadas cuando la fiscalía de distrito acabe las indagaciones.
Aseguró que, en contraposición, "algo sí se hizo bien, en realidad muy bien: los maestros pusieron de inmediato en marcha los protocolos ante un tiroteo antes de que el atacante entrara al campus". Destacó que lo hicieron a las 11:29 de la mañana, poco después de que el atacante chocara la camioneta pickup de su abuela contra un bloque de cemento cerca —pero fuera— de la escuela.
Reportes del diario The Texas Tribune muestran que 20 minutos después de que comenzó el tiroteo, llegó a la escena un agente especial del Departamento de Seguridad Pública de Texas y preguntó si había niños dentro de las aulas: "¿Es incierto en este momento?", le respondieron. "¿Aún no lo saben? Si hay niños dentro necesitamos entrar", replicó. "Quien sea que esté a cargo va a decidir eso", se escuchó. El agente notó que había niños en otras aulas —incluida la hija de uno de los oficiales que estaba en el pasillo— y recomendó evacuarlos. Después de ese comentario, señala el diario, pasó casi una hora más hasta que tumbaran la puerta del salón en el que se encontraba el atacante y fuera abatido.
El del atacante a la escuela
Al presentar una línea de tiempo detallada a los senadores, explicó que la puerta por la que el atacante entró a la escuela estaba cerrada, pero por alguna razón el bloqueo de seguridad falló y permitió que el joven de 18 años entrara y disparara contra niños y maestras. "Estaba cerrada, pero no asegurada", dijo.
Poco después del tiroteo, se conoció que una maestra había dejado abierta la puerta de desde el exterior al ala oeste de la escuela. McCraw explicó que era costumbre dejar una piedra frenando la puerta, pero que el día de la masacre en Uvalde la maestra había cerrado la puerta completamente y, de inmediato, reportó al 911 que había una persona armada fuera de la escuela y que había chocado. El protocolo contra tiroteos había sido activado de inmediato en la escuela: apagaron las luces en los salones, los niños se escondieron.
Sin embargo, el bloqueo de seguridad de la puerta de al ala oeste falló y permitió la entrada del atacante. McCraw precisó que la maestra no tenía forma de saber si en efecto la puerta había quedado asegurada.
Esa misma falla se presentó en la puerta de al ala sur, por la que luego entraron los funcionarios policiales, explicó McCraw.
Luego declaró que los maestros tampoco podían cerrar las puertas de los salones con llave desde adentro, por lo que el atacante tampoco tenía forma de hacerlo mientras estuvo atrincherado.
También detalló que el atacante comenzó su "camino hacia la violencia" al menos ocho meses antes de atacar la primaria Robb. Pidió a un miembro de su familia que le comprara un arma de fuego, pero este se negó porque el joven era menor de edad. Sin embargo, después de eso compró cargadores para rifles, aunque todavía no tenía el rifle.
McCraw precisó que "tenía dinero" para hacer al menos seis compras por Internet: usó una tarjeta de débito conjunta que tenía con su abuela. Fue el día de su cumpleaños, el 16 de mayo, cuando compró dos rifles tipo AR calibre 5.56 milímetros, así como más de mil balas en una tienda virtual que las envió a su casa.
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