Asma, neumonía o cáncer de pulmón: la crisis climática es también crisis de salud

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recordó en la Cumbre del Clima de Madrid, que se celebra del 2 al 13 de diciembre, hasta qué punto la salud está vinculada al cambio climático y, de paso, cómo ignoran las naciones el problema a pesar de que solo la contaminación del aire causa siete millones de muertes prematuras en el mundo al año, de acuerdo con la agencia sanitaria de la ONU.
La directora de Medio Ambiente de la OMS, María Neira, hizo un repaso a las dolencias asociadas a la polución: el aire contaminado causa asma, cáncer de pulmón o neumonía, pero también afecta al torrente sanguíneo, por lo que puede estar detrás de infartos e ictus.
“Estamos pagando el precio de no tomar las medidas necesarias para luchar contra el cambio climático con nuestra salud”, dijo Neira. “Nuestros pulmones, nuestros cerebros o sistema cardiovascular están sufriendo mucho por los efectos del cambio climático, que en gran medida coinciden con los de la contaminación del aire”, dijo Neira.
A pesar de la rotundidad con la que hablan estos datos, menos del 1% de la financiación internacional para la lucha contra la crisis climática se destina al sector de la salud. “Es absolutamente indignante”, dijo Neira, muy crítica con la atención a la salud en los planes de transición ecológica. "El tratamiento de las enfermedades crónicas causadas por la contaminación del aire representa un coste enorme. Y ese coste no está considerado en ninguna de las negociaciones sobre estimación de gasto. Dar subsidios al carbón tiene un coste en la salud, porque ese carbón luego va al pulmón”, señaló.
“Hay siete millones de muertes prematuras en el mundo debido a la exposición al aire tóxico. Son muertes evitables. Podríamos salvar millones de vidas”, dijo por su parte Diarmid Campbell-Lendrum, científico de la OMS. “Tenemos mucha evidencia de que hay un altísimo número de casos hospitalarios relacionados con la exposición a la contaminación del aire. Pero además en algunas zonas de África están apareciendo más casos de malaria porque el mosquito transmisor ahora tiene mejores condiciones”, dijo Campbell-Lendrum.
La OMS analizó los planes de salud y cambio climático de 101 países, entre los que no se encuentran, por cierto, países tan contaminantes como EEUU o India. De ellos, 51 cuentan con una estrategia en este sentido, pero tan solo el 9% destina los recursos suficientes para su plena ejecución, de acuerdo con la encuesta que la OMS presentó junto al proyecto The Lancet Countdown.
Galería de horrores
De forma paralela a las advertencias de la OMS, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió en Madrid del alto impacto causado por eventos meteorológicos extremos. El secretario de esta organización, Petteri Taalas, dijo que 2019 cerrará la década más calurosa desde que se tienen registros, y también advirtió de que estas temperaturas excepcionales están teniendo un alto impacto causado por eventos meteorológicos extremos.
En su presentación del informe del Estado del Clima 2019, la OMM concluye que la media de las temperaturas de los últimos diez años ha sido la más calurosa nunca registrada, y que varios años (del 2015 al 2019) han pulverizado todos los récord anteriores. Este será el segundo o tercer año (dependiendo de lo que ocurra de aquí a diciembre) más cálido de la historia, según la OMM.
La galería de los horrores descrita por Taalas incluye deshielo de los polos, olas de calor, inundaciones, sequías acidificación de los océanos, tormentas y fenómenos meteorológicos extremos.
La foto de más arriba, tomada el 13 de junio de este año, causó conmoción en su momento, y la OMM recordó por qué. El incremento del nivel del mar, un proceso que viene observándose desde hace años, ha subido de ritmo debido en parte a que se está deshaciendo la capa de hielo de la Antártida y Groenlandia. En octubre de este año, la media global del nivel del mar era la más alta desde 1993, cuando comenzó a medirse con precisión.
Los gases de efecto invernadero acumulados en la atmóstera producen un recalentamiento que, por supuesto, no solo produce deshielos sino también lluvias torrenciales que provocan riadas e inundaciones y desbordamientos fluviales (como las que padeció Mississippi este año); huracanes cada vez más frecuentes y más fuertes o sequías. En los seis primeros meses de 2019, más de siete millones de personas tuvieron que desplazarse debido a estos fenómenos, la cifra más alta desde que hay registros.
Una de las principales consecuencias del cambio climático es que se generan unas precipitaciones más erráticas, advirtieron los científicos de la OMM, lo que se traduce en lluvias imprevisibles que suponen amenazas para las cosechas o las inundaciones. Y también lo contrario: largas temporadas sin lluvias, como ocurrió este año en América Central.
Récord de temperatura, deshielo acelerado o subida del nivel del mar: la década que acaba este año ha sido ominosa pero, de no dar un vuelco de 180 grados nuestro estilo de vida, advierten los científicos, no hará sino empeorar.