Pareja gay reacciona a comentarios del Papa: "Hemos sido aislados por muchos años solo por nuestra orientación sexual"
El apoyo del papa Francisco a las uniones civiles de parejas del mismo sexo ha generado un debate entre de la comunidad religiosa, especialmente entre católicos, por los posibles cambios que esto pueda generar dentro de esa denominación cristiana.
Una reciente encuesta realizada por el Public Religion Institute junto a Brookings Institution, señala que el 70% de los estadounidenses está a favor de permitir que las parejas del mismo sexo estén legalmente protegidas por uniones civiles, en contraparte con un 28% que se opone.
"La mayoría de los demócratas (80%) e independientes (76%), así como la mitad de los republicanos (50%), apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo", indicó el sondeo.
La encuesta señaló además que 8 de cada 10 estadounidenses está a favor de leyes que protejan a la la comunida LGBTQ contra la discriminación de cualquier tipo, en comparación con solo el 16% de los estadounidenses que se oponen a tales leyes.
La mayoría de los principales grupos religiosos sigue la misma tendencia, siendo solamente los protestantes evangélicos blancos el grupo que se opuso de manera mayoritaria a que estas uniones civiles se legalicen (63% en contra y 34% a favor).
Para Nick Betancourt, un reconocido publicista de Miami, y su pareja Michael Torres, un arquitecto originario de Chile, las palabras del papa Fracisco están cargadas de esperanza y eventuales cambios para una comunidad que, según indica, ha sido discriminada durante muchas décadas por la Iglesia Católica.
Betancourt y Torres se consideran católicos, aunque reconocen que muchos sacerdotes y de esa iglesia se han encargado de aislar a la comunidad LGBTQ solamente por su orientación sexual. Ellos hablaron con Univision Noticias desde San Francisco, California.
¿Qué significa para ustedes como católicos el apoyo del papa Francisco a las uniones civiles de parejas del mismo sexo?
Betancourt: "Creo que es un paso gigantesco para que muchas personas regresen al catolicismo. Yo espero que las palabras del Papa influyan positivamente en la manera en que muchos católicos ven a los homosexuales. Lamentablemente ha sido la iglesia la que a través de la historia se ha encargado del aislamiento y la separación de familias donde uno de sus es gay. Es momento de incluir en vez de seguir separando".
Torres: "Yo crecí en una familia católica y muy tradicional en Chile, donde aún hay discriminación extrema a las personas con orientaciones sexuales diversas. En mi país no es posible tomarse de la mano con la persona que amas porque te ves expuesto a ser víctima de violencia generada en la religión. El anuncio del Papa abre la puerta para que muchas personas que hemos padecido en carne propia el abuso y la humillación por ser quienes somos, nos volvamos a acercar a una iglesia que debería cobijarnos a todos por igual. Ojalá sus palabras hagan eco entre la curia y los fieles del mundo".
¿Qué esperan de la Iglesia Católica tras las palabras del Papa?
Torres: "Lo que siempre hemos esperado es aceptación e inclusión. Dios no discrimina a sus hijos, entonces ¿por qué lo tiene que hacer su iglesia? Yo salí de Chile debido al cúmulo de abusos verbales y de discriminaciones familiares, laborales y sociales de las que fui víctima. Siempre me reconocían como el arquitecto gay, siempre tenían que añadir un adjetivo a mis presentaciones. En Chile el 'bullying' era constante, yo me defendía, pero las palabras duelen más que los golpes, entonces decidí que no soportaría más abusos de nadie. Mi familia es muy creyente, muy católica y las enseñanzas de la iglesia se encargaron de que nunca me aceptaran. Para ellos la homosexualidad es una opción de vida, algo así como que un día te levantes y quieras hacer yoga; jamás entendieron que mis gustos son innatos".
Betancourt: "El apoyo del papa Francisco es un aliciente para muchos de nosotros, pero aún se puede hacer mucho más. Hay cientos de miles LGBTQ en el mundo entero sufriendo solo por su identidad sexual. Hay decenas de países donde se criminaliza hasta con muerte las relaciones entre el mismo sexo y, aunque estos países pueden no ser mayoritariamente católicos, un mensaje de un líder religioso como el Papa puede comenzar a cambiar la forma en que las sociedades nos aceptan. La iglesia debería permitir el matrimonio católico entre parejas del mismo sexo y así, reconocer la humanidad de cada uno de nosotros".
¿Creen que las declaraciones de Francisco sirvan de alguna forma para sanar heridas en sus familias?
Torres: "Yo tuve el rechazo de mucha gente en mi propia familia, personas a las que amo pero que me hicieron a un lado. Por mucho tiempo yo pensé que algo estaba mal en mí, que no merecía estar aquí, que el ser quien era causaba mucho daño a quienes más quería. Me obligué a salir con mujeres, a llevar la vida que la sociedad en la que crecí consideraba normal, pero nada de eso me hacía feliz. Con el tiempo entendí que debía ser honesto conmigo mismo para hallar la felicidad, pero el proceso no fue para nada fácil. Yo no hago nada malo, soy un hombre de bien, me gusta ayudar a otros. Sí quisiera que mi padre escuchara las palabras del papa Francisco y analizara nuestra historia, que se diera cuenta que no es tarde para enmedar errores. Yo los perdono y los amo, pero no puedo hacer nada más".
Betancourt: "Mi historia es un poco diferente, porque yo me casé con una mujer y tuvimos dos hijos. Luego nos separamos, pero en ese momento yo seguía enamorado de ella. Con el paso del tiempo encontré finalmente al verdadero amor de mi vida, a Michael, con el que entendí que la felicidad puede durar para siempre. Mis hijos me aceptan y quieren mucho a mi pareja, incluso tengo familiares cristianos que tras varios años han comenzado a acercarse de nuevo a mi vida y a querer que seamos parte de la suya. Pero hay muchas otras personas que siguen padeciendo porque sus familias no los aceptan. Ojalá que las palabras del Papa logren hacer eco en sus almas y unir nuevamente a esas familias".
Betancourt y Torres planean casarse de manera civil en los próximos meses, pero siguen indicando que su sueño máximo sería unir sus vidas por la iglesia.
"Confiemos en que estos nuevos vientos de cambio sean el inicio de la aceptación a las diferencias. Todos somos hijos de Dios, no debería haber excepciones al interior de nuestra iglesia", finalizó Betancourt.