El efecto indirecto que ha tenido el proceso de paz de Colombia en las mujeres guerrilleras de las FARC
Después de años de penalización a las mujeres guerrilleras que quedaran embarazadas en las filas de las FARC, vuelven a verse niños en sus campamentos gracias al proceso de paz, pero este cambio de tendencia está a punto de convertirse en un problema puesto que no estaban preparados para esta explosión demográfica.
La férrea disciplina de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) condenaba prácticamente a las mujeres a no ser madres, puesto que, en caso de quedarse embarazadas, además de recibir fuertes castigos podían perder a su hijo.
Sin embargo, el proceso de paz ha permitido un cambio en la estampa de los campamentos ubicados en la zona donde se han agrupado los desmovilizados de las FARC, que albergan a decenas de menores.
Necly Rios recuerda lo peligroso que podía ser tener a su hija en el campamento antes del éxito del proceso de paz.
“Era un riesgo tenerla en el campamento porque a cualquier momento se dañaban los diálogos y todo, entonces era un peligro tener mi hija en el campamento”, señaló en declaraciones a Univision Noticias.
Pero ahora con la menor en sus brazos asegura sentirse feliz.
“Es una emoción uno tener un hijo al lado porque es la vida de uno”, agregó.
Desde hace cuatro años cuando empezaron los diálogos hasta ahora, los comandantes de las FARC dicen que ya hay 176 niños de 0 a 4 años en las zonas donde se agrupan los desmovilizados.
Triunfo de la vida
“De alguna manera la presencia de los niños en lugares como estos simboliza el triunfo de la vida sobre la guerra, sobre la muerte que es la guerra y eso genera también un compromiso desde nuestra perspectiva”, asegura Antonio Lozada, comandante de las FARC.
Sin embargo, el asunto de la maternidad está a punto de convertirse en un problema puesto que la explosión demográfica dentro de las FARC no estaba programada y la atención a neonatos y niños es deficiente porque nadie se imaginó que fueran a nacer tantos.
Para las mujeres significa la oportunidad que el proceso de paz les dio para ser mamás.
Mery Cárdenas confiesa que le gustaría ser madre. “Me encantaría tener un hijo porque, pues, tantos años y ya estoy de edad y (…) es bueno tener un hijo”.
Mery tiene cuatro meses de embarazo y su mayor ilusión es que su hijo no repita su historia.
“Que mi hijo nazca donde pueda tener mejores recursos, no vivir en guerra o no vivir lo que yo viví cuando era bebé”, asegura.