"Un juego político muy lamentable": el bus con inmigrantes que mandó el gobernador de Texas a Washington
“Todo fue muy bueno, muy bueno. Llegamos a este país y nos recibieron todos de manera bastante amigable”, dijo a Univision Noticias uno de los inmigrantes que llegaron este miércoles a Washington DC en un autobús proveniente de Texas, sobre le viaje de unas 30 horas que lo dejó en la capital estadounidense.
Lo que es un comprensible alivio para este hombre, y el grupo de unos treinta solicitantes de asilo provenientes de Colombia, Cuba, Nicaragua y Venezuela que llegó en ese autobús (algunos de los cuales pasaron meses hasta llegar a la frontera con México) es algo que algunos consideran una estrategia electoral de Gregg Abbott (y un posible exceso de su autoridad).
El 6 de abril Abbott anunció un plan para contener la llegada "en masa" de migrantes que asegura se avecina con el anuncio hecho por la Casa Blanca de poner fin al Título 42, que permite expulsar de inmediato a los migrantes por razones sanitarias, lo que presagia un incremento del flujo migratorio en la frontera con México.
Entre las medidas que anunció Abbott estaba el envío de los inmigrantes desde Texas a “las escaleras del Capitolio”, en Washington DC, lo que desató críticas de quienes consideran que está actuando más allá de su autoridad y que usa el problema como bandera de campaña para su reelección en noviembre.
En un mensaje en su cuenta Twitter publicado a la llegada del bus este miércoles, el gobernador Abbott dijo que como “Biden se niega venir a la frontera a ver el desastre que él ha creado, entonces Texas le lleva la frontera hasta él”.
A las escaleras de Fox News
En realidad, el primero de esos "900 autobuses" prometidos no llegó a pocas cuadras de “las escaleras del Capitolio” sino, más precisamente, al frente del edificio donde están las oficinas de varios medios de comunicación, entre ellos el canal conservador Fox News, que fue el primero en informar sobre la llegada del transporte.
“Es muy lamentable que el gobernador Abbott esté usando a los inmigrantes, a personas que vienen a pedir asilo y ayuda, como parte de su bandera política”, dijo a Univision Noticias Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, un grupo de defensa de los inmigrantes basado en El Paso.
“Es algo que raya en lo ilegal, y está al margen de lo que el estado debe y no debe hacer. Es parte de un juego político muy lamentable”, asegura García.
La Casa Blanca y grupos de defensa de los derechos de los inmigrantes aseguran que Abbott está excediendo su autoridad y usurpando las funciones del gobierno federal en materia migratoria, algo que está sancionado en la ley y reconocido en varios fallos de la Corte Suprema de Justicia.
Hay que recordar que todo lo que tiene que ver con la política fronteriza, con la política internacional, es la prerrogativa del gobierno federal para aplicarla. Los gobiernos estatales no tienen la autoridad ni para detener migrantes ni para trasladarlos”, sentencia García.
Aprovechando la coyuntura, el contrincante demócrata de Abbott, Beto O´Rourke, promovió su opción electoral escribiendo un mensaje en su cuenta Twitter asegurando que en noviembre “podemos escoger a un gobernador que se preocupe más de la gente que de la política”.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo con un dejo irónico durante el encuentro diario con los medios que los llegados han sido procesadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU y "que es bueno que el estado de Texas los ayude a llegar a su destino final mientras esperan el resultado de sus trámites migratorios”.
Incluso promotores de controles migratorios más estrictos han cuestionado la medida del gobernador, como el representante republicano del Distrito 6 de Texas, Matt Schaeffer, quien en un mensaje en su cuenta de Twiter dijo que era “un truco” por parte del aspirante a la reelección.
Más allá de la promoción de este primer "envío de inmigrantes" a la capital, el diario Texas Tribune destaca que la gobernación ha dado pocos detalles sobre el costo y el alcance de las operaciones de los autobuses, que son pagados por el estado.