"Está excediendo su autoridad": critican plan de Abbott de enviar migrantes a Washington DC
El plan del gobernador Greg Abbott para enviar migrantes desde Texas a Washington DC en buses charter no ha sido bien recibido ni en la Casa Blanca ni entre las organizaciones de derechos humanos, que consideran que se trata de una jugada política en medio de su campaña para la reelección y una medida que escapa de sus funciones como representante estatal.
"No sé bajo qué autoridad el gobernador está haciendo eso. Está muy claro que se trata de una treta publicitaria. Su oficina itió que los migrantes van a ser transportados de forma voluntaria (...) Hacer cumplir las leyes de migración de nuestro país le compete al gobierno federal, no estatal", dijo la secretaria de prensa de la residencia oficial, Jen Psaki, consultada por periodistas."El gobernador de Texas, ni el de ningún otro estado, tiene la autoridad legal para obligar a nadie a montarse en un autobús".
El miércoles, acompañado por autoridades de seguridad pública y manejo de emergencias del estado, Abbott anunció un plan para contener la llegada "en masa" de migrantes que asegura se avecina con el fin de la política sanitaria Título 42. Entre ellas, dijo que habilitaría unos 900 autobuses charter para enviar a los "inmigrantes ilegales" desde Texas a las escaleras del Capitolio, en Washington DC.
Pero poco después de la rueda de prensa, su oficina precisó que no impondría la medida, sino que trasladarían a aquellos que lo pidieran voluntariamente y solo después de que fueran procesados y liberados por el Departamento de Seguridad Nacional.
Horas antes del anuncio sobre la eliminación de Título 42 la semana pasada, el Departamento de Seguridad Nacional ya anticipaba en una llamada con medios que se preparaban para una "potencial contingencia" por el aumento en el flujo de migrantes. Una de las proyecciones que manejaban entonces —y para la que se preparaban— era que pudieran llegar a detener a unas 18,000 personas en la frontera por día, más del doble del promedio diario de arrestos del año pasado.
Con esos números, decidieron que conformarían un Centro de Coordinación en la Frontera Sur y enviarían más funcionarios de migración y recursos al borde con México.
Las cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) muestran que durante el año fiscal 2021, con Título 42 vigente, arrestaron a 1,734,686 migrantes en la frontera sur. En lo que va de año, entre octubre y febrero, ya suman 838,685. En ambos periodos, más del 60% de los arrestos ocurrieron en sectores de Texas, desde El Paso hasta Matamoros (71% en 2021 y 64% en lo que va de 2022).
Esos números ya generaban alarma entre los republicanos, que presionaron este miércoles a Abbott para que declarara que en Texas ocurriría una "invasión" con el levantamiento de Título 42. Con ese precedente y en medio de una campaña política para ganar su tercer término como gobernador, Abbott hizo los anuncios, que incluían además bloqueos en el río Grande para frenar los cruces por agua y lo que llamó una política de "tolerancia cero" para inspeccionar vehículos comerciales que cruzaran cualquier puerto fronterizo del estado.
La Casa Blanca condenó el plan de Abbott de mandar a los migrantes a la capital, pero los activistas y los políticos coincidieron con la postura.
"Está excediendo su autoridad como gobernador de Texas. Ese es un asunto nacional y el gobernador Abbott está violando la Constitución de Estados Unidos. Necesita concentrarse en el público votante de Texas y dejar de preocuparse por asuntos federales", dijo en un comunicado Rodolfo Rosales, director estatal de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC).
También desde LULAC, la jefa del Comité Nacional de Inmigración, Lydia Guzmán, lo catalogó como una "postura política" y dijo que las medidas que se tomen desde buscar "soluciones reales a problemas complejos". Entre ellas, mencionó un aumento en los fondos para que más agentes puedan viajar a la frontera y agilizar el procesamiento de las solicitudes de asilo; un incremento del personal del Servicio de Ciudadanía para bajar los atascos en las aplicaciones que ya fueron introducidas y de jueces de migración para decidir más casos, entre otras.
Kate Huddleston, abogada de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), dijo en un comunicado al Texas Tribune que "cualquier traslado forzoso de migrantes en todo el país sería indignante y flagrantemente inconstitucional".
Las reacciones han venido también desde el mundo político. El representante estatal republicano Matt Schaefer catalogó el plan como "un artilugio". Y el mayor adversario político de Abbott en la carrera a la gobernación, el demócrata Beto O'Rourke, lo atacó por ser "solo otro truco político, financiado por los texanos".
Los anuncios de Abbott no han terminado. Con el tema fronterizo como su bandera de campaña dijo que la semana que viene dará a conocer una segunda tanda de medidas para frenar la entrada de migrantes a Texas.
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