La bandera de México ondea en las protestas en Los Ángeles: "La ciudad ha sido generosa y los mexicanos hemos sido generosos con ella"
Y esa bandera y otras que se han observado en las protestas han sido usadas también por funcionarios del gobierno de Trump para empujar una narrativa de que quienes se manifiestan son unos presuntos "insurrectos" y que Estados Unidos pasa por una supuesta "invasión".
Ese ha sido el caso del asesor de la Casa Blanca en materia migratoria Stephen Miller, quien criticó en una publicación en X a los "ciudadanos extranjeros que ondean banderas extranjeras, se amotinan y obstruyen a las fuerzas del orden federales que intentan expulsar a invasores extranjeros ilegales".
Pero de acuerdo a múltiples reportes, gran parte de los manifestantes son ciudadanos estadounidenses para quienes la bandera mexicana simboliza su solidaridad con los inmigrantes así como un símbolo de orgullo por sus raíces.
“Son hijos y nietos de inmigrantes que no dudan de su ciudadanía ni de su pertenencia (a Estados Unidos), pero comprenden el trasfondo racial de los ataques contra los inmigrantes”, dijo al The New York Times Chris Zepeda-Millán, profesor de estudios chicanos en la Universidad de California en Los Ángeles.
La presencia de mexicanos y personas de origen mexicano en Los Ángeles es muy antigua. De hecho, fundada en 1781, Los Ángeles fue una ciudad española hasta 1821 cuando México se independizó pasando a formar parte del territorio mexicano. La ciudad, junto al estado de California, se convirtieron en parte de Estados Unidos al final de la guerra entre México y Estados Unidos, cuando los primeros estadounidenses comenzaron a migrar hacia el estado.
Desde entonces el flujo de migrantes mexicanos al área de Los Ángeles ha sido un proceso continuo y ha contribuido a la cultura y la identidad de la ciudad. “No cruzamos la frontera, la frontera nos cruzó a nosotros” suelen decir los angelinos de origen mexicano.
"Los mexicanos hemos sido generosos" con Los Ángeles, dice la presidenta Sheinbaum
La presidenta Claudia Sheinbaum se hizo eco de ello este lunes. "Debemos siempre estar agradecidos con la ciudad de Los Ángeles, que ha recibido a cientos de miles de mexicanos a lo largo de los años, ha sido generosa, y los mexicanos hemos sido generosos con esa ciudad", dijo la mandataria en su conferencia diaria.
"Hacemos un llamado respetuoso, pero firme a las autoridades estadounidenses para que todos los procedimientos migratorios se realicen con apego al debido proceso, en un marco de respeto a la dignidad humana y al estado de derecho", añadió.
Sheinbaum se refirió así a las protestas que comenzaron el viernes cuando agentes federales de ICE, después de llevar a cabo una redada en el distrito de la moda en el centro de Los Ángeles en busca de trabajadores indocumentados, se encontraron con manifestantes protestando sus acciones.
Los manifestantes corearon consignas y lanzaron huevos antes de ser dispersados por las fuerzas del orden con gas pimienta. Las protestas se prolongaron durante el fin de semana.
A pesar de que las manifestaciones hasta el momento habían sido mayoritariamente pacíficas, el sábado Trump firmó un memorando, ordenando el despliegue de 2,000 de la Guardia Nacional en Los Ángeles para proteger a los agentes federales.
Es la primera vez que un presidente moviliza la Guardia Nacional de un estado sin las autorización de su gobernador desde que en 1965 el presidente Lyndon B. Johnson activó la Guardia Nacional de Alabama para proteger a los activistas de derechos civiles que marchaban desde Selma a Montgomery.
El sábado las manifestaciones continuaron en el centro de Los Ángeles así como en Paramount, un suburbio latino y de clase trabajadora, 15 millas al sur y el domingo estalló una nueva protesta cerca de un centro de detención del centro de la ciudad.
Los manifestantes “no dudan de su ciudadanía ni de su pertenencia aquí, pero entienden el trasfondo racial de los ataques contra los inmigrantes”, dijo Zepeda-Millán al The New York Times, agregando que es por eso que “se está viendo esta reacción de ‘no vamos a permitir que nos hagan avergonzar del origen de nuestros padres y abuelos’”.
El jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, culpó de los hechos de violencia aislados dentro de las protestas, a los "anarquistas" y a la "gente que hace esto todo el tiempo", no a la gente que protestaba contra las redadas de inmigración.
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