Putin ordenó la invasión a Ucrania, pero culpa a EEUU de prolongar la guerra
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, acusó este martes a Estados Unidos y a Occidente de prolongar la guerra que él mismo inició en Ucrania a principios de año.
"Para preservar su hegemonía necesitan conflictos. Precisamente por ello prepararon el papel de carne de cañón para el pueblo de Ucrania", dijo Putin, que el 24 de febrero dio la orden a cientos de tropas rusas de invadir el país vecino que hasta ahora mantiene parcialmente ocupado.
En un videomensaje a los participantes de la X Conferencia Internacional de Moscú, Putin acusó a Occidente de ejecutar "el proyecto 'anti-Rusia', cerraron los ojos a la difusión de la ideología neonazi, a los asesinatos masivos en el Donbas, atiborraron y continúan atiborrando de armamento, incluso pesado, al régimen de Kiev".
"En estas condiciones decidimos llevar a cabo en Ucrania una operación militar especial en plena concordancia con la Carta de las Naciones Unidas", dijo Putin, usando el término que emplea el Kremlin para referirse a la invasión.
La invasión a Ucrania fue lanzada por el propio Kremlin a finales de febrero. Desde entonces, Estados Unidos así como países occidentales han enviado apoyo monetario y de armamento a Ucrania para apoyar la defensa de su territorio.
Desde entonces, y según cifras de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, más de 5,000 civiles han muerto desde el inicio de la ofensiva rusa. Más de 6,377,000 ucranianos han huido por la guerra.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha sostenido desde el principio que "la invasión rusa de Ucrania es una violación de su integridad territorial y de la Carta de las Naciones Unidas".
El 7 de abril, la Asamblea General de la ONU votó a favor de suspender a Rusia de su Consejo de Derechos Humanos por las "violaciones y abusos graves y sistemáticos" cometidos durante la invasión a Ucrania.
Entre los abusos a los derechos humanos, se han registrado numerosos reportes sobre deportaciones forzosas de ciudadanos ucranianos de los territorios tomados a zonas remotas de Rusia, así como de ejecuciones sumarias de civiles, como las documentadas en Bucha, cerca de Kiev, que están siendo investigadas como presuntos crímenes de guerra.