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Guerra Rusia y Ucrania

Esto es lo que se sabe de los horrores en Bucha tras la retirada del Ejército ruso

Cadáveres tirados en la calle, algunos con la manos atadas hacia atrás; fosas comunes; un nivel de destrucción que llevó a comparar la escena con las vistas durante la Segunda Guerra Mundial. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, lo catalogó como un "genocidio".
Publicado 4 Abr 2022 – 04:21 PM EDT | Actualizado 4 Abr 2022 – 05:28 PM EDT
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Las imágenes de Bucha tras la retirada del Ejército ruso dejan a cualquiera sin palabras. Hay cadáveres tirados en las calles, algunos con las manos atadas hacia atrás; fosas comunes; avenidas enteras bloqueadas con tanques rusos quemados. Todo es destrucción. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, visitó la zona este lunes. de cometer "crímenes de guerra".

"Ustedes están aquí hoy y ven lo que ha pasado. Sabemos que miles de personas han sido asesinadas y torturadas, con las extremidades cortadas, las mujeres violadas, los niños asesinados", dijo Zelensky vestido con un chaleco antibalas mientras caminaba por la devastada Bucha, una localidad de 37,000 habitantes al noroeste de Kiev que estuvo tomada por los rusos desde el 5 de marzo —cuando la controlaron tras una derrota previa ante los ucranianos el 27 de febrero— hasta el jueves pasado.

La organización Human Rights Watch (HRW) se encuentra en el terreno —entre otras— en busca de evidencias para sustentar una acusación contra Rusia por crímenes de guerra. "Los casos que documentamos equivalen a una crueldad y violencia deliberadas e indescriptibles contra los civiles ucranianos", señaló Hugh Williamson, director de HRW en Europa y Asia Central. Habla de violaciones sexuales, asesinatos y otros actos violentos que ocurrieron en Bucha y en más ciudades en los alrededores de la capital.

El 4 de marzo, aseguran en su reporte, las fuerzas rusas llegaron a una calle de Bucha y obligaron a todos a salir de sus viviendas: "Salgan ahora o lanzaremos una granada", le dijeron a una mujer que se encontraba sola en su vivienda.

A ella, como a 40 personas más, les quitaron los celulares y sus documentos y los revisaron. Los sentaron en el estacionamiento de un galpón. La mayoría eran mujeres y hombres de más de 50 años, contó esa testigo. En un punto, llamaron al frente a cinco hombres ucranianos. Les ordenaron quitarse las botas y las chaquetas: "Testigos dijeron a Human Rights Watch que los soldados obligaron a los cinco hombres a ponerse de rodillas a un lado de la vía, les pusieron sus franelas sobre la cabeza y le dispararon a uno de ellos en la parte de atrás de su cabeza", narran. El hombre cayó al suelo y una mujer gritó.

Después de eso, el comandante ruso le dijo al resto: "No se preocupen, ustedes todos son normales y este estaba sucio. Nosotros estamos aquí para limpiarlos de lo sucio".

Algunas horas más tarde, contaron testigos, les dejaron volver a sus casas, a todos, menos a los cuatro hombres que quedaron de rodillas.

Reportes similares fueron documentados por HRW en otros pueblos, como Staryi Bykiv, en la región de Chernihiv: una mujer vio cuando el 27 de febrero las fuerzas rusas rodearon al menos a seis hombres y los ejecutaron. Y un hombre de 60 años les contó que en Zabuchchya, un pueblo al noroeste de Kiev, el 4 de marzo un soldado ruso lo amenazó con ejecutarlo a él y a su hijo después de revisarles la casa y encontrar un rifle de caza y gasolina.

Historias como las anteriores fueron confirmadas por el alcalde de Bucha, Anatoly Fedoruk, y por la Oficina de la Fiscalía de Ucrania. La segunda dijo este lunes en un comunicado que hallaron en un sótano de un sanatorio de menores los cuerpos de cinco hombres con las manos atadas: "Soldados de las Fuerzas Armadas de Rusia torturaron y mataron a civiles que no estaban armados", denunciaron.

El alcalde Fedoruk dijo en una entrevista que cerca de 270 residentes de Bucha han sido enterrados en dos fosas comunes. Estimó que 40 aún seguían en las calles, algunos ejecutados y con disparos en la cabeza, informó. Agregó que las autoridades estaban preocupadas ante la posibilidad de que algunos de los cuerpos pudieran tener explosivos. En un video del sábado, Zelensky alertó de que Rusia había "minado todo el territorio", incluidas casas y cadáveres.

Una mujer identificada como Tetyana Volodymyrivna contó a la agencia Reuters que fue retenida por las fuerzas rusas durante cuatro días, después de que ella y su esposo fueran sacados de su apartamento en Bucha. Ella perdió el rastro de él por varios días, hasta que le hablaron de unos cuerpos hallados en la escalera hacia el sótano de su edificio. "Lo reconocí por sus zapatos y sus pantalones. Lucía mutilado y su cuerpo estaba frío (...) Le dispararon en la cabeza, estaba mutilado y torturado", contó. La agencia vio una foto del hombre que había sido tomada por un vecino. Aseguró que, en efecto, mostraba señales de cortes importantes en la cara y el cuerpo. Lograron enterrarlo en un jardín. Otro cuerpo más estaba en el mismo lugar donde el esposo de Volodymyrivna fue encontrado.

La magnitud de la violencia rusa en las ciudades que rodean Kiev aún está siendo investigada. Pero la fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, dijo que ya han recuperado los cuerpos de 410 civiles.

Venediktova dijo además que Ucrania ha identificado "más de 4,000 crímenes de guerra" cometidos por los rusos en su invasión. Ese número no incluye sus hallazgos en Mariupol ni en Bucha.

Este lunes, desde Polonia el canciller ucraniano, Smitro Kuleba, dijo que "sin exagerar" la situación en Mariupol podría ser peor que lo que se ha visto en Bucha: "Los horrores que hemos visto en Bucha son solo la punta del iceberg de todos los crímenes cometidos por el Ejército de Rusia en Ucrania".

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Violaciones en Járkov

Además de las ejecuciones, testigos contaron a HRW de violaciones sexuales en otras zonas cercanas a Kiev.

En un pueblo de Járkov, una mujer denunció que a mediados de marzo fue golpeada y violada en repetidas ocasiones por un soldado ruso. Ella se encontraba con más de 40 personas —la mayoría mujeres y niñas— escondidas en el sótano de una escuela local. La medianoche del 13 de marzo, un soldado llegó hasta ellos y les pidió ponerse en fila. Le dijo a ella que le entregara la niña, ella se negó. Más tarde le pidió que la acompañara a un salón de clases del segundo piso, le apuntó el rifle en la cabeza y le pidió que se desnudara. "Me pidió que le hiciera sexo oral. Todo el tiempo mantuvo el arma en mi sien o me la puso en la cara. Disparó dos veces al techo y me dijo que era para darme más 'motivación'", contó la mujer a HRW.

Después de eso la violó en más ocasiones, le colocó un cuchillo en el cuello para que hiciera lo que le pedía. Incluso le rompió la piel del cuello y el mentón. También la golpeó con un libro y la cacheteó varias veces. Ella compartió fotos con la organización que muestran las heridas y moretones.

HRW supo de al menos otros tres casos de violaciones sexuales a mujeres de parte de soldados rusos en otros pueblos de la región de Járkov y Mariupol.

El destino de Rusia tras lo ocurrido en Bucha y otras ciudades

Rusia negó tener alguna responsabilidad en la violencia que ha sido denunciada y que ha resonado en el mundo. Lo consideró como una "atroz provocación de radicales ucranianos", dijo su embajador ante Naciones Unidas, y como "falsificaciones" y montajes de la prensa, calificó el canciller Serguei Lavrov. Pero la brutalidad de las escenas que se están viendo en los alrededores de Kiev han generado condenas y comparaciones con, por ejemplo, los muertos que iba dejando el avance nazi en Europa durante la Segunda Guerra Mundial en medio de su política de exterminio contra la población judía.

Estados Unidos y Reino Unido dijeron que buscarán que Rusia sea suspendida del Consejo de Derechos Humanos: "No podemos permitir que un Estado miembro que está subvirtiendo todos los principios que estimamos, siga participando", dijo Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Washington ante la ONU. La medida fue secundada por la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss.

A eso se suma el debate en la Unión Europea para establecer una nueva ronda de sanciones contra Moscú. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró que había "indicios muy claros de crímenes de guerra" en Bucha. Estuvo de acuerdo con más castigos para Rusia pero no se aventuró a precisar cuáles: "Tenemos que plantearnos sanciones duras, pero a corto plazo el suministro de gas ruso no es sustituible", dijo.

Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania el mundo ha impuesto duras sanciones para ahogar su economía. Al mismo tiempo los líderes mundiales se han alineado en un discurso condenatorio de la violencia que los soldados rusos han dejado a su paso. Los hallazgos en Bucha han llevado al punto más alto las peticiones de acusar a Rusia de crímenes de guerra, un proceso a largo plazo que podría librarse en la Corte Penal Internacional, que junta evidencia desde el 3 de marzo pasado.

Desde el 24 de febrero hasta el 2 de abril, la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU ha contabilizado al menos 1,325 muertos en la invasión rusa a Ucrania. La cifra incluye a 120 niños. Aseguran que el número real es, de seguro, mucho más alto.

Y aunque los números ya lucen altos, aún no hay perspectivas sobre el fin de la barbarie que ha mostrado la guerra en Ucrania. Este lunes, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, aseguró que la nueva fase puede puede tomar meses.

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