Beben agua sucia y comen lo que pueden: cómo la hambruna y la muerte acechan los habitantes de Gaza
Mientras la guerra en Gaza continúa y los ofensiva de Israel.
El freno al envío de fondos se produjo luego de que Israel acusara a 12 empleados de UNRWA de haber estado involucrados en el ataque de Hamas del 7 de octubre. Sucede en un momento en que agencias internacionales advierten que el riesgo de hambruna crece en Gaza, mientras la cifra de muertos ya se acerca a los 27,000, la mayoría mujeres y niños, según cifras del Ministerio de Salud, controlado por Hamas.
Gaza atraviesa una grave crisis humanitaria. Uno de cada cuatro palestinos en el territorio enfrenta hambre, según funcionarios de la ONU. El ingreso de ayudas para llevar alimentos a las poblaciones civiles se ve obstaculizado por los combates y restricciones del lado de Israel.
"Nos quedamos en una escuela durante más de un mes con más de 50 personas, pero la situación se volvió catastrófica", cuenta. "Por eso decidimos ir a vivir una tienda de campaña, pese al frío", explica Hind Ahmed, una madre de tres niños a la agencia AFP. "Ya no queda nada en Gaza: no hay escuelas, ni educación, ni productos de primera necesidad", dice desesperada.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dice que 2 millones de palestinos en Gaza, o el 87% de la población, dependen de los servicios de la UNRWA.
Hambruna amenaza a los palestinos
Testimonios recogidos por CNN muestran la terrible realidad que atraviesan los civiles de Gaza. Mohammed Hamouda, un fisioterapeuta ahora desplazado, dijo que a un colega suyo lo mataron mientras buscaba agua para su familia en un campo de refugiados. "Muchos familiares y amigos todavía están en el norte de Gaza, sufriendo mucho. Comen hierba (pastos) y beben agua contaminada", Hamouda a la cadena.
Una madre también comentó a CNN que la única distracción del hambre que tiene para sus siete hijos es dormirlos. “Ahora están débiles, siempre tienen diarrea, sus caras están amarillas”, contó Hanadi Gamal Saed El Jamara, quien dice que intenta darles de comer a los niños al menos una vez al día.
El portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Christian Lindmeier, dijo en una conferencia de prensa en Ginebra que la UNRWA tenía 22 centros de salud antes de la guerra, pero a mediados de enero solo seis seguían funcionando.
Lindmeier dijo que la disputa sobre los 12 empleados de UNRWA desvió la atención del mundo del desastre en Gaza y del asedio militar que "impide a toda una población el a agua potable, alimentos y refugio". "También es una distracción del continuo bombardeo de toda una población, incluso en áreas que momentos antes han sido designadas como áreas seguras".
Un grupo de 20 organizaciones de ayuda, entre ellas Oxfam y Save the Children, publicaron una declaración en la que dijeron que la suspensión de la financiación a la principal agencia en Gaza sería un desastre: "La población enfrenta hambre, una hambruna inminente y un brote de enfermedades debido a los continuos bombardeos indiscriminados de Israel y la privación deliberada de ayuda en Gaza", dijeron.
Los bloqueos que han habido del lado de Israel y las restricciones a la entrega de ayuda a las poblaciones afectadas ha generado una escasez de alimentos alarmante. Y mientras los combates se extienden en el sur de Gaza, en el norte, que ya quedó devastado en los primeros meses de la guerra, es difícil conocer a fondo la situación por la falta de comunicaciones.
Desastre humanitario
Son pocos los hospitales que aún funcionan en Gaza. Los médicos tienen que trabajar sin luz, sin elementos, con los pacientes heridos recostados en el suelo porque no hay suficientes camillas.
Muchos de ellos son niños ensangrentados y llorando de dolor. Los médicos, abrumados, luchan para atenderlos con insuficientes medicamentos y otros suministros.
En el norte, que fue el primer objetivo de Israel, montañas de escombros llenan el paisaje. Gran parte de la ciudad de Gaza y los distritos circundantes han sido arrasados. Muchos residentes que huyeron temen que nunca se les permitirá regresar o, si se les permite, sus vecindarios serán inhabitables.
En partes del sur de Gaza donde Israel le dijo a la gente que buscara refugio, l os rescatistas excavan entre montones de hormigón, piedra y polvo humeantes en busca de supervivientes de ataques aéreos y bombardeos.
Los campamentos de tiendas se han extendido por todas partes, entre los escombros. Multitudes abarrotan los sitios de distribución de alimentos, y ya el hambre, más allá de los bombardeos de Israel, se está comenzando a volver una amenaza para la vida.
Los soldados israelíes detonan cuadras enteras en Gaza, diciendo que están destruyendo los túneles de Hamas y el grupo militante lanza ráfagas de cohetes contra Israel. La guerra continúa y, por ahora, no hay un final claro a la vista.
El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, anunció una revisión externa para determinar qué acusaciones anteriores de Israel y sus partidarios eran “verdaderas o falsas” y cuáles tenían “motivaciones políticas”.