Biden se prepara para anunciar drásticas medidas fronterizas este martes, según reportes
La Casa Blanca está finalizando planes para implementar un conjunto de medidas drásticas para frenar la inmigración en la frontera sur de Estados Unidos, que incluye el cese de las tramitaciones de solicitudes de asilo y la negativa automática de entrada una vez que el número de personas encontradas por los funcionarios fronterizos estadounidenses exceda un nuevo umbral diario.
Según reportes de la agencia The Associated Press y el canal de noticias CNN, las medidas estarían contenidas en una orden ejecutiva que se espera que el presidente Joe Biden firme el martes, de acuerdo a lo informado por la agencia y el canal de noticias citando personas familiarizadas con el asunto que hablaron bajo condición de anonimato.
Según AP, el gobierno lleva meditando el recurso del decreto presidencial desde el fracaso del proyecto de ley fronterizo bipartidista a principios de este año, el cual perdió el apoyo de los republicanos después de que el expresidente Donald Trump deplorara la legislación públicamente. Un nuevo proyecto legislativo sobre el tema fracasó la semana pasada.
CNN indica que pese a que sus fuentes le indicaron que las medidas serían anunciadas este martes, no está claro si ese será el día definitivo para firmar los decretos.
"Se espera que la acción ejecutiva recuerde a una medida controvertida de la era Trump. Implica utilizar una autoridad conocida como 212f entre los puertos de entrada para tratar de tomar medidas drásticas contra los cruces fronterizos ilegales", reseña el canal de noticias.
Aun así, el número de cruces ilegales en la frontera entre Estados Unidos y México ha disminuido durante meses, gracias en gran parte a medidas extraordinarias implementadas por el gobierno de México.
Pese a ello, la inmigración sigue siendo una de las principales preocupaciones de cara a las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre y los republicanos están ansiosos por seguir utilizando el tema para perjudicar a Biden.
Este viernes un funcionario de la Casa Blanca indicó que no ha habido ninguna decisión final sobre qué acciones ejecutivas adicionales, si corresponde, podrían tomarse.
La portavoz de la Casa Blanca Karine Jean-Pierre fustigó este viernes la falta de política fronteriza a la negativa republicana de aprobar el proyecto de ley bipartidista que rechazaron en dos oportunidades: “A los republicanos del Congreso no les importa asegurar la frontera o arreglar el fallido sistema de inmigración de Estados Unidos. Si lo hubieran hecho, habrían votado a favor de la aplicación de la ley fronteriza más estricta de la historia. En cambio, anteponen la política partidista a la seguridad nacional de nuestro país", aseveró.
"Si bien los republicanos del Congreso optaron por obstaculizar la aplicación de controles fronterizos adicionales, el presidente Biden no dejará de luchar para brindar los recursos que el personal fronterizo y de inmigración necesita para asegurar nuestra frontera. Como hemos dicho antes, la istración continúa explorando una serie de opciones políticas y seguimos comprometidos a tomar medidas para abordar nuestro fallido sistema de inmigración”, agregó Jean-Pierre.
Cuáles son las restricciones de la política migratoria que planea aprobar Biden por decreto
Según las fuentes de AP, la orden ejecutiva apuntaría a evitar cualquier posible aumento en los cruces que pudiera registrarse más adelante en el año, a medida que se acercan las elecciones de otoño, cuando el calor del desierto da cierta tregua y las llegadas tienden a aumentar.
La medida permitiría a Biden, cuyo gobierno ha tomado medidas en las últimas semanas para desalentar la migración y acelerar el procesamiento de las solicitudes de asilo, decir que ha hecho todo lo posible para controlar los números en la frontera sin ayuda del Congreso.
Las conversaciones aún eran fluidas y las fuentes destacaron que no se había tomado ninguna decisión final.
Las restricciones en consideración son un intento agresivo de aliviar el abrumado sistema de asilo de Estados Unidos, junto con un esfuerzo para acelerar los casos de inmigrantes que ya están en el país y otro destinado a acelerar el procesamiento de inmigrantes con antecedentes penales y de aquellos que de otro modo serían considerados eventualmente no elegibles para asilo en Estados Unidos.
Las fuentes dijeron a la AP que el gobierno estaba sopesando algunas de las políticas contenidas en el proyecto de ley bipartidista, incluyendo la limitación del número de encuentros a un promedio de 4,000 por día durante una semana y se ha discutido si ese límite incluiría a los solicitantes de asilo que llegan a la frontera con citas a través de la aplicación CBP One del departamento de Protección de Aduanas Fronteras de EEUU. En este momento, hay aproximadamente 1,450 citas de este tipo por día.
Dos de las fuentes dijeron que una de las opciones es que los inmigrantes que lleguen después de que la frontera alcance un cierto umbral de encuentros podrían ser expulsados automáticamente en un proceso similar a la deportación y no podrían regresar fácilmente.
CNN informó hace varios días que los funcionarios estaban discutiendo el anuncio de la acción ejecutiva después de las elecciones de México el 2 de junio y antes del primer debate presidencial. Estas nuevas fuentes parecen contradecir estos planes.
Los migrantes podían regresar más fácilmente a la frontera si eran expulsados bajo la política de la era de la pandemia conocida como Título 42. Según ese acuerdo, México acordó aceptar algunas nacionalidades no mexicanas, incluidos migrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Los inmigrantes, especialmente las familias, que solicitan asilo en la frontera sur generalmente son liberados en Estados Unidos para esperar que se resuelvan sus casos. Pero hay más de 2 millones de casos judiciales de inmigración pendientes, y algunas personas esperan años para tener una cita en la corte mientras viven en el limbo en Estados Unidos.
Cualquiera puede pedir asilo independientemente de si cruza ilegalmente la frontera, pero los funcionarios estadounidenses presionan cada vez más a los migrantes para que programen citas, utilicen una vía legal que evite el costoso y peligroso viaje o se queden donde están y presenten su solicitud a través de puestos avanzados en Colombia, Guatemala y Costa Rica.
El giro conservador del gobierno Biden en materia de inmigración
El gobierno Biden se ha vuelto cada vez más conservador en cuestiones fronterizas a medida que el presidente enfrenta incesantes críticas de los republicanos y hay un gran número de migrantes que cruzan a Estados Unidos desde México y que no son devueltos fácilmente, especialmente a medida que aumenta el desplazamiento global debido a la guerra, el cambio climático y otros problemas.
La autoridad de inmigración que la istración busca utilizar proviene de la Sección 212 (f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, la cual le da al presidente un amplio margen de maniobra para bloquear la entrada de ciertos inmigrantes a Estados Unidos si fuera “perjudicial” para el interés nacional.
La semana pasada, los republicanos del Senado volvieron a bloquear un proyecto de ley que habría convertido en ley algunos de estos esfuerzos.
La nueva votación tuvo como objetivo subrayar la resistencia del Partido Republicano a la propuesta, incluso cuando los republicanos han clamado por más restricciones y argumentado que Biden no ha hecho lo suficiente para detener el flujo de inmigrantes que ingresan al país.
El proyecto de ley bipartidista se había negociado durante meses y parecía, al menos por un momento, que se encaminaba hacia su aprobación. Incluso contó con el respaldo del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza y su presidente Brandon Judd, un declarado partidario de Trump. Pero el virtual candidato presidencial republicano, preocupado por darles a los demócratas una victoria en el año electoral, llamó a los republicanos a frenar sus esfuerzos, y así lo hicieron.
La Casa Blanca no confirmó la inminencia de la orden ejecutiva
El portavoz de la Casa Blanca, Ángelo Fernández Hernández, dijo a AP que la istración "continúa explorando una serie de opciones políticas y seguimos comprometidos a tomar medidas para abordar nuestro fallido sistema de inmigración".
"Si bien los republicanos del Congreso optaron por obstaculizar una mayor vigilancia fronteriza, el presidente Biden no dejará de luchar para entregar los recursos que el personal fronterizo y de inmigración necesita para asegurar nuestra frontera", dijo.
Este año el Congreso aprobó fondos para un total de 41,500 camas de detención y aumentó el dinero para operaciones de control de inmigración y deportación en $1,200 millones más de lo que la Casa Blanca había solicitado inicialmente.
Esa cantidad incluye $106 millones en fondos adicionales para programas de monitoreo a los inmigrantes en el sistema de asilo a través de aplicaciones telefónicas y pulseras en los tobillos, en lugar de detenciones.
Esos aumentos, negociados después del colapso del acuerdo bipartidista, podrían allanar el camino para que la istración intensifique la aplicación de la ley de inmigración.
Sin embargo, a diferencia de la acción legislativa que es vinculante, cualquier cosa que Biden haga a través de una acción ejecutiva puede ser impugnada en los tribunales, y es casi seguro que lo será, por lo que no está claro si, o cuándo, comenzarían a implementarse las medidas.
Generalmente el gobierno ha combinado medidas fuertes para mantener a raya a los inmigrantes junto con una expansión de las vías legales y también planean hacerlo en el futuro, pero no al mismo tiempo que se anuncien las nuevas restricciones, dijeron las fuentes.
Con información de The Associated Press y CNN.