Gobierno detiene política temporal de asilo que activó el año pasado para reformar el sistema
El gobierno de Joe Biden decidió poner en pausa una política temporal de asilo que activó en mayo del año pasado para reformar el sistema y aumentar la capacidad de respuesta para atender la crisis migratoria que se vive en la frontera con México.
El programa otorgó poderes extraordinarios a los agentes de asilo de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) para decidir casos de asilo una vez los inmigrantes pasen un primer control con los agentes de la Patrulla Fronteriza.
Hasta ese momento los asilos sólo eran concedidos por los jueces de inmigración. Pero los departamentos de Seguridad Nacional (DHS) y de Justicia (DOJ) autorizaron la norma provisional para acelerar procesos y comenzar a descongestionar la frontera.
El programa piloto fue activado el 31 de mayo del 2022 en dos pasos fronterizos de Texas ubicados en El Paso. Los casos negados por los agentes de asilo fueron referidos a la Corte de Inmigración para que los jueces decidieran los futuros de esos individuos en Estados Unidos.
Fuentes citadas por el diario Los Ángeles Times este miércoles confirmaron que el programa será detenido como parte de una nueva estrategia en respuesta a la cancelación del Título 42 de los Centros para el Control de las Enfermedades (CDC), prevista para el 11 de mayo.
El Título 42 fue activado en marzo de 2020 como parte de la estrategia de seguridad sanitaria para evitar la propagación de la pandemia del COVID-19. Pero también ha sido utilizado desde entonces para frenar la inmigración indocumentada, afectando incluso a extranjeros que huyen de sus países y llegan a la frontera en busca de asilo.
Ajuste de planes
Los Ángeles Times dijo que la pausa al programa temporal de asilo de mayo del 2022 “es una medida temporal diseñada para garantizar que las agencias de inmigración del país estén preparadas para un posible aumento en los cruces fronterizos después del fin del Título 42”.
A finales del año pasado, el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, dijo durante una audiencia ante el Congreso que los analistas del ministerio estimaban la llegada de entre 9,000 y hasta 18,000 personas diarias en la frontera buscando asilo, un recurso legal disponible autorizado por el Congreso.
Sin embargo, en las semanas y meses siguientes a la advertencia la Casa Blanca de Biden ha anunciado varias medidas migratorias encaminadas a frenar el flujo de migrantes en la frontera y priorizar la inmigración legal a estados Unidos.
Entre las medidas adoptadas destacan:
- 12 de octubre. Anuncio de un programa de Advance Parole para inmigrantes originarios de Venezuela. El gobierno exigió que los ciudadanos de ese país sin visa y que buscan asilo deben contar con un patrocinador en Estados Unidos. Una vez autorizado el patrocinio, el inmigrante recibe una autorización de viaje. Solo puede entrar a Estados Unidos vía aérea. Al ser itido se le otorga un permiso temporal por dos años y una autorización de empleo válida por el mismo período de tiempo. Si en dos años no ajusta su estatus por cualquier otra vía legal disponible, debe salir del país.
- 5 de enero de 2023. Al programa fueron agregados los ciudadanos originarios de Cuba, Haití y Nicaragua.
- Quienes no tengan patrocinador deben ingresar a la página digital CBP One y postular a cualesquiera de los programas legales activos. Quienes reúnan los requisitos reciben una autorización para presentarse en un puerto de entrada autorizado donde podrán pedir asilo.
- Abril de 2023. Medios reportaron que el gobierno planea activar una política temporal de asilo que permitirá a los agentes de asilo de USCIS tomar decisiones en las primeras 72 horas cuando el inmigrante se encuentra bajo la autoridad de la Patrulla Fronteriza. El programa será implementado por fases con unos pocos extranjeros para medir los resultados en el terreno.
En marzo la CBP dijo que las recientes medidas que restringieron temporalmente la política de asilo redujeron hasta en un 95% el hallazgo de extranjeros en la frontera durante los meses de enero y febrero.
Critican cancelación de programa
“Es trágico ver que la istración Biden abandona incluso un progreso mínimo a favor de reciclar las políticas de Trump que son intencionales en su crueldad”, dijo al periódico angelino Heidi Altman, directora de políticas del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes.
La norma provisional de mayo del año pasado “tenía muchos problemas que necesitaban solución”, pero que “representaba uno de los pocos esfuerzos de este gobierno para priorizar el procesamiento humanitario de asilo”, agregó.
El plan original de la Casa Blanca de Biden en mayo del año pasado era no aumentar dramáticamente el número de casos de asilo a la larga fila que tiene la Corte de Inmigración, con más de 2.1 millones de expedientes. Y también acelerar los casos en un plazo que no excediera los 45 días.
El plan señalaba que, en aquellos casos denegados, los inmigrantes serían colocados en un proceso expedito de deportación.
La regla provisional de asilo de 2022 establecía además que, aquellos inmigrantes que pasaran la entrevista de miedo creíble serían enviados a seis ciudades para continuar con sus procesos:
Los Ángeles, San Francisco, Boston, Nueva York, Newark, Miami o Chicago.
La serie de esfuerzos elaborados por el gobierno de Biden se han visto frenados en gran medida por la falta de recursos para aumentar la capacidad de respuesta del gobierno federal a la crisis fronteriza.
En febrero, durante la entrega del informe sobre el Estado de la Unión, Biden pidió al Congreso trabajar de manera bipartidista para solucionar la crisis migratoria. “Que sea un tema bipartidista una vez más”, dijo el mandatario durante su alocución.
Seguidamente el mandatario advirtió a ambos partidos que “los problemas fronterizos de Estados Unidos no se solucionarán hasta que el Congreso actúe. Si no aprueba mi reforma migratoria integral, al menos apruebe mi plan para proporcionar el equipo y los oficiales para asegurar la frontera”.
Hasta ahora el Congreso no ha debatido ni aprobado nuevos fondos para alimentar la política migratoria de Biden.
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