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Asilo Político

Nueva caravana sale de Tapachula rumbo al sur de Estados Unidos en busca de asilo

Miles de inmigrantes, que huyeron de sus países y se encontraban en el sur de México, integran una nueva caravana que se dirige a la capital mexicana con la intención de seguir su viaje hacia Estados Unidos y encontrar asilo político.
Publicado 6 Jun 2022 – 12:30 PM EDT | Actualizado 6 Jun 2022 – 12:37 PM EDT
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Miles de inmigrantes estacionados durante semanas y meses en Tapachula, sur de México fronterizo con Guatemala, iniciaron este lunes en la madrugada una nueva caravana rumbo a la Ciudad de México y luego seguir viaje hacia la frontera sur de Estados Unidos con el objetivo de pedir asilo.

El número de inmigrantes que participan en la marcha varía según los medios que la cubren. Algunos hablan de más de 10,000, mientras otros varían entre 5,000 y 7,000. En lo que todos coinciden es que la mayoría de quienes la integran son de origen venezolano, quienes huyen de su país principalmente a causa de la pobreza.

El miércoles de la semana pasada, la agencia de noticias Press (AFP) dijo que la caravana se estaba organizado debido al incumplimiento por parte del gobierno de México en otorgarles documentos para legalizar sus estadías y movilizarse libremente por el país.

El mismo argumento ha sido utilizado en al menos una decena de marchas similares que desde enero han intentado avanzar hacia el norte, pero estas han sido contenidas por fuerzas de seguridad mexicanas y elementos del Instituto Mexicano de Migración (INM), dependencia que les ha prometido agilizar la entrega de salvoconductos y visas humanitarias.

El activista Luis García Villagrán, director de la Organización por la Dignificación Humana, uno de los organizadores de la caravana, indicó que la marcha es pacífica y la integran grupos vulnerables que dejaron atrás sus países de origen para proteger sus vidas.

“Le pedimos al presidente de México (Andrés Manuel López Obrador) que atienda a los migrantes” que salieron esta mañana del Parque Bicentenario de Tapachula, lugar donde fueron convocados, dijo García a periodistas durante la marcha. “Es necesario que esta crisis humanitaria en la frontera sur de México se atienda conforme la ley”.

Mal tiempo

Las condiciones del tiempo no favorecen el avance de la caravana. Un frente de lluvias azota el sur de México e impacta en los miles de migrantes que se dirigen hacia el norte.

Los activistas aseguran que, por el elevado número de personas que integran la marcha, tendrán dificultades para encontrar un lugar seguro donde pernoctar. “Son demasiados. Nos dirigiremos hacia Huehuetán porque ahí hay más espacio que en (el municipio de) López Obregón”, dice García.

Huehuetán se ubica a 17 kilómetros de Tapachula y a unos 868 kilómetros de la capital mexicana.

En abril García había advertido que mientras el gobierno de México “no responda a las demandas de los migrantes, seguirán habiendo caravanas” hacia el norte y que la situación humanitaria en Tapachula era “insostenible”.

García Villagrán también dijo que en los pocos kilómetros que ha avanzado la caravana "se están sumando migrantes de tras nacionalidades con el mismo objetivo".

Medios locales publicaron en sus cuentas de redes sociales que la caravana que salió este lunes es la más grande en su tipo este año.

El intento anterior

A principios de abril una caravana integrada por unos 700 migrantes tomó el mismo rumbo, pero fue detenida por agentes de la policía y del Ejército mexicano a unos 8 kilómetros de Tapachula.

En el trayecto hubo amenazas, trifulcas entre manifestantes y fuerzas de seguridad del gobierno de México, heridos, detenidos, gritos, piedras, palos, llantos y demandas de justicia.

Al final, las autoridades migratorias mexicanas llegaron a un acuerdo con los organizadores de la caravana y los poco más de 700 migrantes que la integraban: les concedieron visas humanitarias.

“Se hizo el intento, pero les cayeron a palos”, dijo García Villagrán. “Pero se consiguió lo que se buscaba”.

Esta vez la caravana tiene el mismo propósito.

Para Irineo Mujica, director de la organización Pueblo Sin Fronteras, que ha liderado varias caravanas desde Tapachula hacia la frontera sur de Estados Unidos, mientras México no responda a los migrantes "seguirá habiendo caravanas”.

“El gobierno federal de México utiliza las caravanas y la movilización de los migrantes como arma para doblegar a Estados Unidos y pedirle más dinero. Pero lo peor es que nadie sabe cómo se gasta el gobierno esos dólares, no hay transparencia”, denunció.

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Más de 10,000 inmigrantes se preparan para emprender una histórica caravana hacia la frontera de Estados Unidos

Qué dice el Gobierno de México

El Instituto Nacional de Migración (INM) respondió por medio de un comunicado invitando a los migrantes a “regularizar sus estancias” en el país, pero no explicó detalles respecto a las demoras en los procesos, denunciado durante meses por los miles de migrantes que se encuentran estacionados en Tapachula.

“El trámite de regularización por razones humanitarias es gratuito, sólo presenta la solicitud de refugio ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) y una identificación expedida en su país de origen”, agrega.

A su vez, el INM hizo “un llamado respetuoso a las personas extranjeras con estancia irregular en territorio nacional, para que no se dejen engañar con promesas falsas que sólo ponen en riesgo su integridad, de la familia y de acompañantes”, en referencia a la convocatoria a caravanas para conseguir documentos y avanzar hasta el sur de Estados Unidos.

La dependencia agregó que “lamenta que algunas personas que se dicen defensoras de derechos humanos organicen caravanas y, por el contrario, afecten a quienes conforman los grupos vulnerables, como mujeres, niñas, niños, adolescentes y personas mayores de edad, al someterlos a largas caminatas bajo la inclemencia del tiempo o el peligro que significa andar a sobre carreteras, acotamientos de las autopistas o viajar sobre la plataforma de un tráiler”.

Los activistas e inmigrantes responden que el trámite para una visa humanitaria, de acuerdo con la ley, no debería demorar más de 45 días. “Pero se tardan a veces más de 6 meses o incluso un año en algunos casos”, dice Mujica. “Eso vuelve desesperante la situación para miles de ellos”.

“No venga”, advierte EEUU

Mientras la caravana avanza desde el sur de México, el gobierno de Estados Unidos reitera que la frontera sur no está abierta y que seguirá expulsando de forma expedita a inmigrantes que no tengan una causa de asilo válida.

A principios de mayo el secretario del Departamento dew Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, dijo durante una entrevista con la cadena CNN, que los inmigrantes que intentan entrar a Estados Unidos por la frontera sur “no vengan”. Cuatro semanas después el mensaje es el mismo.

El DHS también recuerda que está en vigor el Título 42, una controversial política activada en marzo de 2020 que permite la expulsión acelerada de extranjeros por la pandemia, el Título 8 de la Ley de Inmigración que facilita la deportación acelerada y el Programa de Protección del Migrante (MPP), que envía a México a ciertos inmigrantes a esperar la resolución de sus casos de asilo en tribunales estadounidenses, una espera que puede demorar seis meses o más tiempo.

A su vez, el ministerio ha dicho que las familias que llegan a la frontera sur en busca de asilo y demuestran que tienen ‘miedo creíble’ de persecución y que sus vidas corren peligro si son deportados, no se les aplicará el Título 42 del Código de Estados Unidos, que faculta al gobierno a llevar a cabo expulsiones aceleradas.

Pero deberán seguir el debido proceso y pasar una entrevista de miedo creíble para que un agente de asilo de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) decida sus futuros en Estados Unidos.

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