El FBI frustra supuesto plan terrorista de un veterano para "cometer asesinatos en masa" contra iglesias, policías y militares
Agentes federales y locales arrestaron este viernes a un veterano del Ejército y presunto simpatizante del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS), quien supuestamente diseñó un plan terrorista para asesinar a muchas personas colocando explosivos en un parque de Long Beach, en el sur de California, el pasado fin de semana.
Las autoridades informaron que en la mirilla del exmilitar Mark Steven Domingo, de 26 años y vecino de Reseda, estaban múltiples objetivos de esta región, incluyendo “judíos, policías, iglesias y una base militar". El sospechoso ya había acumulado varias armas de fuego y pretendía comprar explosivos, según la acusación.
El FBI lo seguía de cerca desde hace varias semanas, luego de que publicó controvertidos mensajes relacionados con las matanzas de decenas de personas en Las Vegas, Nevada; y en una mezquita de Nueva Zelanda. Además, el hombre habría expresado su simpatía con ISIS.
De acuerdo con la acusación, en publicaciones en la Internet y en conversaciones con una fuente del FBI, Domingo expresó su apoyo a dicho grupo terrorista, el deseo de vengarse por los ataques contra los musulmanes y la voluntad de convertirse en mártir.
"Me complace enormemente anunciar que interceptamos un posible ataque terrorista, en lugar de describir la respuesta del FBI a otra tragedia", dijo Paul Delacourt, director adjunto de la oficina local del FBI en un comunicado. “En ningún momento el público estuvo en peligro y actualmente no existe una amenaza conocida para la seguridad pública".
Si es declarado culpable del cargo de proporcionar e intentar proporcionar apoyo material a terroristas, Domingo enfrentaría una condena máxima de 15 años en una prisión federal.
Este anuncio se realiza dos días después de que un joven de 19 años presuntamente abrió fuego en el interior de una sinagoga en San Diego, matando a una mujer y dejando tres heridos. El FBI reconoció este lunes que recibió un aviso sobre el manifiesto escrito por el sospechoso, John Earnest, solo minutos antes de que abriera fuego, pero indicó que era demasiado tarde para tomar medidas.
En dicho escrito, Earnest aseguró que se inspiraba en el pistolero tras la masacre de musulmanes en Nueva Zelanda y confesó que hace un mes incendió el Centro Islámico de Escondido.
Veterano de Afganistán
Una acusación federal de 30 páginas alega que Domingo, un antiguo miembro del Ejército que combatió en Afganistán, planeó y tomó medidas desde principios de marzo “para fabricar y usar un arma de destrucción masiva para cometer asesinatos en masa”.
Después de considerar varios ataques, el exmilitar decidió detonar un artefacto explosivo en un mitin programado para realizarse en la ciudad de Long Beach el pasado fin de semana, según el documento.
Lo planeó con quién él creía que era otro simpatizante de ISIS, quien en realidad era un informante del FBI. A éste le pidió que buscara a un fabricante de bombas y hasta le entregó material para causar el mayor daño posible.
“Domingo dijo que compró específicamente clavos de tres pulgadas porque serían lo suficientemente largos para penetrar el cuerpo humano y perforar los órganos internos”, según la agencia.
El jueves pasado, Domingo supuestamente le envió un mensaje al cooperante indicándole que estaba listo para culminar su plan. La noche siguiente, el informante del FBI le entregó lo que se suponía era una bomba de fabricación casera, aunque en realidad se trataba de un dispositivo inofensivo.
Los agentes federales siguieron al veterano hasta el parque de Long Beach, a donde este acudió para examinar cual sería el mejor sitio para colocar el falso explosivo. Ahí lo pusieron bajo custodia.
“Esta investigación interrumpió con éxito una amenaza muy real planeada por un excombatiente que repetidamente declaró que quería causar el mayor número de víctimas”, indicó el fiscal federal Nick Hanna al anunciar la detención este lunes.
Por su parte, Michel Moore, jefe de la Policía de Los Ángeles (LAPD), advirtió que este operativo logró que “se salvaran decenas de vidas inocentes en el sur de California”.
“Si ISIS viniera le juraría lealtad”
Las autoridades comenzaron a espiar a Domingo desde el pasado 3 de marzo, cuando publicó en la Internet que “Estados Unidos necesita otro evento como Las Vegas”, para experimentar “una probada del terror que ellos han propagado por todo el mundo”. Se refería al tiroteo masivo ocurrido en esa ciudad en octubre de 2017.
Además, tras un ataque a una mezquita en Nueva Zelanda el 13 de marzo, el acusado supuestamente publicó: “Debe haber venganza”.
Para verificar su ideología, un informante del FBI comenzó a conversar por Internet con el sospechoso y posteriormente charlaron en persona en varias ocasiones. Durante la primera reunión, el 18 de marzo, “Domingo discutió con el cooperante de las autoridades sobre distintos objetivos para realizar un ataque, incluidos judíos, policías, iglesias y una instalación militar”, según la acusación.
En un encuentro el 3 de abril, el exmilitar expresó: "Si ISIS viniera le juraría lealtad”.
Domingo presuntamente afirmó que su intención era realizar un ataque con un rifle de asalto AK-47, y en una charla el 19 de abril incluso llevó un arma de ese tipo “para mostrar que soy serio”. Ese día el detalló su plan para colocar una bomba en un parque de Long Beach que sería sede de un evento.
El ataque terrorista más reciente en esta región ocurrió hace casi cuatro años, cuando un matrimonio que juró lealtad a ISIS asesinó a tiros a 14 personas y lesionó a otras 22 durante una reunión navideña en el Centro Regional Inland en San Bernardino, a 61 millas al este de Los Ángeles.
Los investigadores federales descubrieron tras la masacre que Syed Rizwan Farook y un amigo planearon ataques terroristas dirigidos a estudiantes en un colegio comunitario y conductores en la transitada autopista 91, que conecta tres condados del sur de California.