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Aurora Boreal

El motivo por el que fue posible ver auroras boreales en lugares poco comunes

Según la Organización Meteorológica Mundial, las particulares luces de las auroras son un fenómeno luminoso que ocurre en las capas superiores de la atmósfera con formas como arcos o bandas, por la interacción entre el viento solar y el campo magnético de la Tierra.
Publicado 14 May 2024 – 08:53 AM EDT | Actualizado 14 May 2024 – 08:54 AM EDT
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Las espectaculares auroras que iluminaron los cielos nocturnos con sus luces rosas, moradas y verdes en muchas partes del mundo durante el fin de semana sorprendieron a millones de personas.

Usualmente, este fenómeno se ve con mucha más frecuencia en el Polo Norte y Sur, pero los avistamientos de este fin de semana pasado llegaron a zonas donde se creían difíciles de observar.

La peculiaridad de este evento despertó las dudas de los espectadores de qué está pasando con el Sol y con la Tierra, para que estas hermosas luces pudieran ser vistas en lugares donde no son comunes.

Te explicamos los pormenores de este fenómeno natural que nos sigue sorprendiendo.

Una fuerte actividad solar desencadenó una serie de fenómenos naturales

Este espectáculo de luces en el cielo fue posible gracias a un aumento en la actividad solar causada por varias erupciones, de moderadas a fuertes, durante varios días la semana pasada, dijo la Oficina Nacional de istración Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA, por sus siglas en inglés).

Pero según la NOAA, las erupciones parecen estar asociadas en particular a una gran mancha solar, 16 veces el diámetro de la Tierra, conocida como Región 3664 y que causó gran parte de las eyecciones de masa que favorecieron a la creación de la tormenta geomagnética del pasado fin de semana.

La NOAA explicó que esa mancha solar "sigue siendo la más compleja y activa" en la superficie del Sol y, con un diámetro de casi 125,000 millas, es tan grande que, según el sitio Space.com, puede verse desde la Tierra usando lentes para eclipses.

Todo este aumento en la actividad solar se debe a que el Sol se acerca al punto álgido de su ciclo de 11 años, cuando el polo magnético del astro da la vuelta.

“A menudo el astro solar expulsa miles de millones de toneladas de plasma a más de 600,000 mph”, explica la NASA. En algunas ocasiones este plasma es expulsado cada cierto día, pero cuando el Sol tiene una fuerte actividad, pueden ocurrir de tres a cinco expulsiones en un mismo día, dice la NASA.

Así, toda esta actividad solar en los últimos días desencadenó una serie de tormentas solares que después se convirtieron en tormentas geotérmicas que favorecieron el avistamiento de las famosas auroras.

Las tormentas solares: las culpables de apagones, pero también de las auroras

Desde días atrás una potente tormenta solar azotó nuestro planeta. No se había experimentado una tormenta solar de esta intensidad desde hace más de dos décadas.

Los científicos prefieren no utilizar el término tormenta solar porque es bastante vago, ya que se refiere a una serie de condiciones activas en la superficie del Sol, como la actividad de las erupciones solares o las Eyecciones de Masa Coronal (CME, por sus siglas en inglés), que son grandes nubes de plasma y campo magnético lanzadas al espacio desde el Sol, explica la NASA.

En el caso de la tormenta solar más reciente, se debió a que el Sol expulsó cantidades inusuales de CME. Cuando las cantidades de CME expulsadas son frecuentes y en gran cantidad, las tormentas solares pasan a ser tormentas geomagnéticas.

Desde el viernes y hasta el domingo, la Tierra experimentó una tormenta solar que se convirtió en una tormenta geomagnética nivel 5, de una escala de 1 a 5, por lo que la NOAA decretó una alerta “extrema”, el viernes.

Esta fue la primera alerta desde las “tormentas de Halloween” de octubre de 2003, que provocaron apagones en Suecia y dañaron la infraestructura eléctrica de Sudáfrica.

Esa es la peculiaridad de las tormentas geomagnéticas. Tienen el potencial para perjudicar gravemente al suministro energético y de electricidad, pero también provocan inusuales fenómenos como auroras boreales en áreas tan dispares como el sur de Alabama o el norte de California.

¿Cómo se forman las auroras?

Debido a que la superficie del Sol es muy activa, los gases son constantemente son expulsados al espacio y desplazados por vientos solares. Este “viento se precipita de la superficie a casi un millón de kilómetros por hora y viaja hasta la órbita de Plutón y más allá”, explica la NASA.

Este viento es más que suficiente para afectar a las colas de los cometas y para alterar el campo magnético de la Tierra causando poderosas tormentas en el espacio y las auroras, dice la agencia espacial.

Las llamadas auroras boreales en el hemisferio norte o auroras australes en el hemisferio sur son tenues cortinas de luz en el cielo causadas por electrones energéticos que chocan con los átomos de oxígeno y nitrógeno del aire y hacen que emitan tonos de luz verde, roja y azul, explica la NASA.

Cuando las partículas cargadas de los vientos solares son capturadas por el campo magnético de la Tierra, se aceleran hacia los polos magnéticos del planeta, razón por la cual las auroras se ven normalmente allí.

Pero durante los periodos de mayor actividad solar, los efectos se extienden más hacia el ecuador.

Estas brillantes luces ocurren a una altura nunca menor de 37 millas de la superficie terrestre y la potencia total producida por un evento auroral puede superar el millón de megavatios y producir tensiones superiores a 100,000 voltios en la atmósfera.

Según la Organización Meteorológica Mundial, las particulares luces de las auroras son un fenómeno luminoso que ocurre en las capas superiores de la atmósfera con formas como arcos o bandas por la interacción entre el viento solar y el campo magnético de la Tierra.

La actividad solar que provocó las tormentas solares, que se convirtieron en tormentas geomagnéticas, fue disminuyendo poco a poco durante el fin de semana hasta alcanzar un nivel 3, por lo que, para la madrugada del lunes, las auroras ya no podían ser percibidas a simple vista.

De acuerdo con Quentin Verspieren, coordinador del programa de seguridad espacial de la Agencia Espacial Europea, apenas estamos entrando en un periodo de mayor actividad solar que se produce cada 11 años, cuando el polo magnético del Sol da la vuelta, lo que significa que podrían producirse nuevos fenómenos extremos en los próximos uno o dos años, dijo Verspieren a AFP.

Así que, si no pudiste disfrutar de este maravilloso fenómeno natural, no te desanimes, tal vez en unos años puedas ver las luces de colores en el cielo.

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