La ciudad puso en marcha uno de los mandatos de inmunización más estrictos de todo Estados Unidos. Con este se exige que sea presentada una prueba de inoculación contra el coronavirus para ingresar a restaurantes, bares, salones de belleza, gimnasios, entre otros. Los negocios que omitan esta orden podrían ser multados con saldos entre los 1,000 y 5,000 dólares. Más noticias aquí.