¿Photoshop o realidad? La foto de la mano de Kilmar Ábrego que Trump muestra para decir que es un pandillero

El caso del salvadoreño Donald Trump lo vinculara públicamente con la pandilla MS-13 —también conocida como Mara Salvatrucha— basándose en los tatuajes de su mano izquierda.
Durante una entrevista con ABC News el 29 de abril de 2025, Trump aseguró que Ábrego tenía el nombre de la pandilla tatuado en los nudillos de la mano, como lo ha mostrado en imágenes difundidas en varias ocasiones.
Sin embargo, medios han señalado que la fotografía utilizada por Trump en la que se ve la inscripción "MS13" ha sido objeto de controversia, con algunas partes señaladas como posibles ediciones digitales. Además, organizaciones defensoras de derechos humanos y expertos en pandillas advierten que un tatuaje, por sí solo, no constituye una prueba concluyente de afiliación criminal. El caso plantea interrogantes clave: ¿Hubo manipulación? ¿Y puede una imagen bastar para justificar una deportación? En elDetector buscamos respuestas.
Trump presentó una fotografía que ha sido cuestionada
El argumento central del presidente para justificar la deportación son los tatuajes visibles en la mano izquierda de Ábrego, donde —según él— tiene las siglas “MS13”, en referencia a la pandilla Mara Salvatrucha , surgida en Los Ángeles durante la década de 1980 de entre inmigrantes salvadoreños, guatemaltecos y nicaragüenses que huían de la guerra civil en sus países.
Trump ha compartido en más de una ocasión en su cuenta de Truth Social, una imagen en la que supuestamente se ve esa inscripción. La fotografía muestra símbolos como una hoja de marihuana, una cara sonriente, una cruz y una calavera, sobre los cuales se habrían añadido digitalmente las letras “M”, “S”, “1” y “3”. La autenticidad de esa imagen ha sido cuestionada, y algunos s en redes sociales aseguran que fue manipulada, mientras que otros la utilizan para reforzar el relato del presidente.
Entre quienes sostienen que la imagen fue editada se encuentra el periodista Terry Moran, quien entrevistó a Trump el 29 de abril de 2025 para ABC News, con motivo de los primeros 100 días de su nuevo mandato. Durante el intercambio, Moran señaló que la fotografía estaba “editada digitalmente” ( photoshopped), a lo que Trump respondió: “Él [Ábrego] tenía MS-13 [tatuado]”. El periodista replicó: “Sí tenía tatuajes que podrían interpretarse de esa forma”, pero el mandatario insistió en que no se trataba de una interpretación, sino que “claramente tenía MS-13 en la mano”. “Dice M-S-uno-tres”, dijo en inglés Trump.
Moran agregó que, cuando Ábrego fue fotografiado en El Salvador, esas letras no estaban allí. Se refería a imágenes tomadas durante la visita del senador estadounidense Chris Van Hollen, publicadas por el presidente salvadoreño Nayib Bukele en su cuenta oficial de X el 17 de abril de 2025.
Pero no fue solo Moran quien cuestionó la autenticidad de la imagen. La exsenadora de Minnesota, Linda Higgins desde su cuenta de X (antes Twitter), escribió: “Este es un excelente ejemplo de cómo alterar una foto… para que tus acciones ilegales parezcan justificadas”, calificando a Trump como “ridículo”.
La Casa Blanca no respondió directamente a las preguntas enviadas por elDetector sobre el origen y autenticidad de la imagen referida por el presidente Trump en su entrevista con ABC del 29 de abril. En su lugar, reiteraron las acusaciones contra Ábrego, sin proporcionar documentación adicional.
Lo que sí incluyeron fue una cita atribuida al portavoz Kush Desai: “Pregúntele a cualquier agente del orden o de inmigración que haya estado en el terreno sobre los tatuajes de Kilmar Ábrego García: son de la MS-13. Una investigación de ICE, una investigación policial local y el gobierno de El Salvador han determinado que es un terrorista de la MS-13 que golpea a su esposa y un inmigrante ilegal que nunca debió estar en Estados Unidos. No hay disputa sobre estos hechos”, agregó.
¿Son los tatuajes una prueba suficiente para vincular a alguien con una pandilla?
La interpretación de tatuajes que porta Ábrego en los dedos de su mano izquierda –una hoja de marihuana, una cara sonriente, una cruz y una calavera– puede ser subjetiva. Informes sobre pandillas señalan que las autoridades suelen malinterpretar este tipo de tatuajes.
En el caso de Ábrego, quien fue deportado por error – según informó Erez Reuveni, abogado del Departamento de Justicia–, no existe ningún informe de las autoridades estadounidenses ni salvadoreñas que relacione su tatuaje con la MS-13. El ministro de Seguridad de El Salvador, Gustavo Villatoro, dijo al medio The Telegraph que Estados Unidos no ha enviado ninguna “evidencia” que respalde esa acusación, por lo que Ábrego se encuentra detenido en una prisión de baja seguridad donde, según las normas, no se recluye a de pandillas.
En contraste con la interpretación difundida por Trump, el equipo legal de Ábrego calificó los tatuajes como “irrelevantes”, al señalar que ningún tribunal lo ha vinculado con organizaciones criminales, según informó The Washington Post en un artículo publicado el 30 de abril de 2025. En el mismo texto, la defensa legal del salvadoreño explicó que los símbolos fueron elegidos “solo porque le gustaba cómo se veían”.
El periodista y antropólogo Juan José Martínez d’Aubuisson, autor de “ Ver, oír y callar. Un año con la Mara Salvatrucha”, dijo a elDetector que “los símbolos que hemos podido ver en la mano de este muchacho [Ábrego] no son símbolos característicos de la Mara Salvatrucha”. Añadió, vía WhatsApp, que los tatuajes tampoco tienen características de otras pandillas, como “Barrio 18 y, hasta donde yo sé, de ninguna pandilla de origen californiano y de ninguna pandilla de origen centroamericano”.
“Esos símbolos están muy lejos, de hecho muy lejos, de ser portados por los de estas estructuras”, explicó. “Y que en el caso extraño en que él fuera pandillero, pues sería un pandillero que tiene unos símbolos que no corresponden a su pandilla”.
Organizaciones como Human Rights Watch y American Immigration Council —dedicadas a la defensa de los derechos humanos y de los migrantes— han documentado casos de migrantes hispanos detenidos o deportados por portar tatuajes. En muchos de estos procesos, los tatuajes representaban motivos religiosos, nombres de familiares o íconos culturales sin ninguna relación con pandillas.
“Muchos de los hombres fueron identificados por las autoridades estadounidenses únicamente por sus tatuajes”, señaló Human Rights Watch en un informe publicado el 1 de mayo de 2025, donde se brindan ejemplos como el de un “maquillador gay con una solicitud de asilo activa, que aparentemente fue señalado por tener en las muñecas tatuajes de coronas con las palabras ‘mamá’ y ‘papá’”; “otro fue identificado por un tatuaje de un reloj que marcaba la hora del nacimiento de su hija”; y un tercero, por llevar el “símbolo del autismo tatuado”.
Esta misma organización, en un informe de 2020, alertó que algunas deportaciones de salvadoreños desde Estados Unidos han expuesto a los migrantes a graves riesgos de violencia o incluso muerte. “Tener tatuajes puede ser motivo de riesgo, incluso si no están relacionados con pandillas", señala el documento. En algunos casos, añade, los tatuajes asociados con pandillas “se obtienen en Estados Unidos como un mecanismo de supervivencia y no necesariamente como una señal de afiliación real a un grupo”.
Aunque los tatuajes entre los pandilleros llegaron a ser considerados un "bautizo", un símbolo de lealtad y una forma de infundir temor en sus testigos, esta percepción ha cambiado radicalmente dentro de la MS-13, señaló un artículo de Univision Noticias publicado en 2018. El mismo agrega que, según el FBI, la pandilla prohibió a sus nuevos integrantes tatuarse, explicando que esta decisión no solo busca que pasen desapercibidos ante la policía, sino que también refleja una transformación hacia una organización criminal más sofisticada.
La presencia de tatuajes, por sí sola, no constituye una prueba definitiva de afiliación a una pandilla. La Unidad de Análisis de Tatuajes y Graffiti (TAG, por sus siglas en inglés) del FBI, por ejemplo, destaca la importancia de interpretar estos símbolos dentro de un contexto más amplio, que incluya el historial delictivo y otras evidencias que los respalden, ya que muchos de estos tatuajes pueden tener significados diversos o personales.
Conflicto entre el poder judicial y ejecutivo
Este 30 de abril, a pocas horas de que extender el tiempo para que la istración Trump cumpla con la orden de la Corte Suprema y rinda cuentas sobre los esfuerzos —si los hay— para repatriar a Ábrego García, deportado a El Salvador pese a tener una protección judicial vigente.
Xinis exige ahora que los funcionarios declaren bajo juramento en mayo y presenten evidencia concreta de cualquier acción tomada. Hasta el momento, el gobierno no ha detallado avances, lo que ha llevado a la jueza a acusar a la istración de actuar de “mala fe”.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, indicó que, si Ábrego regresa a Estados Unidos, será deportado de inmediato, alineada con la postura de la istración de Trump, que está comprometida con “sacar a los peores criminales de las calles”, aunque este caso no ha presentado pruebas más allá de la imagen difundida por el presidente Trump.
Ábrego llegó a Estados Unidos a los 16 años, vivió más de una década en Maryland, trabajó en construcción y formó una familia. Sus abogados afirman que fue pese a no tener antecedentes penales ni lazos comprobados con pandillas, fue señalado erróneamente como pandillero, con base en tatuajes, una sudadera de los Chicago Bulls y el testimonio de un informante.
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