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Represa de agua

Murió Alfie Evans, el niño que fue 'desconectado' por orden del Tribunal Supremo británico en contra de la voluntad de sus padres

Tras perder el proceso judicial que iniciaron sus padres para mantenerlo con vida, el pequeño de dos años fue desconectado de las máquinas que le permitían regularizar sus funciones vitales el lunes pasado y falleció este sábado. El Tribunal Supremo de Reino Unido le negó a los padres el derecho a trasladar a su hijo a Italia, donde un hospital ofreció los medios para buscarle un tratamiento.
28 Abr 2018 – 04:40 PM EDT
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Tras permanecer en el centro de una batalla judicial por extender su vida mediante soporte técnico con el fin de buscar nuevas posibilidades de tratamiento médico, Alfie Evans ha muerto sin llegar a cumplir los dos años de edad.

Thomas Evans, su padre, lo anunció la mañana del sábado en su cuenta de Facebook:

Alfie padecía una enfermedad cerebral degenerativa relacionada con epilepsia severa, lo que ocasionó su hospitalización en diciembre de 2016, cuando apenas tenía 9 meses. Desde entonces vivió internado en la unidad de cuidados intensivos del hospital infantil Alder Hey de Liverpool, en estado semi-vegetativo, gracias a máquinas de soporte técnico.

La batalla alrededor de la vida artificial de Alfie

Al inicio de 2018, los médicos británicos del hospital donde Alfie permaneció internado hasta su muerte, recomendaron desconectarlo considerando que "era inhumano mantenerlo con vida" y argumentando que el escáner cerebral del pequeño evidenciaba una “degradación catastrófica” de sus tejidos; ya había perdido el oído, el tacto y la visión, y las afectaciones a su cerebro eran irreversibles.

Los padres, Kate James y Thomas Evans, se negaron a acatar la recomendación de retirarle el sistema de soporte vital a su hijo, iniciaron una batalla judicial y se embarcaron en una cruzada sin fronteras para conseguir extender la vida de Alfie con la esperanza de encontrar algún nuevo tratamiento que pudiera ayudarle.


El caso llegó hasta El Vaticano, que ofreció facilitar un tratamiento para Alfie en el hospital pediátrico Bambino Gesú que opera bajo su gestión en Roma, por lo que Kate y Thomas apelaron al Tribunal Supremo de Reino Unido para conseguir un permiso para trasladar a su hijo a esa ciudad.

A pesar de que los especialistas habían pronosticado que el niño no sobreviviría más que unos cuantos minutos sin la asistencia de las máquinas que regularizaban sus funciones vitales, Alfie vivió por sus propios medios hasta este sábado.

El apoyo del gobierno italiano y del papa Francisco

El hospital infantil Bambino Gesú de Roma ofreció atender a Alfie y el gobierno italiano se sumó al apoyo: le otorgó la nacionalidad italiana y puso a disposición de sus padres un avión con equipo médico para trasladarlo en cuanto el Tribunal Supremo de Reino Unido les otorgara el permiso para hacerlo, pero la decisión del tribunal se definió en sentido opuesto.

Tom Evans acudió también a la máxima figura de la iglesia católica, el papa Francisco, quien lo recibió el 18 de abril en el Vaticano. Desde entonces el pontífice manifestó públicamente su apoyo a los padres de Alfie en varias ocasiones y pidió que se probaran “nuevas posibilidades de tratamiento” para el bebé.


Poco después de que se diera a conocer el fallecimiento de Alfie, el papa Francisco se declaró profundamente afectado por la noticia y pronunció un discurso en el que destacó que la ciencia debe tener límites que respetar por el bien de la humanidad.


Agregó que "ante el problema del sufrimiento humano es necesario saber crear sinergias entre personas e instituciones,
superando los prejuicios, para cultivar la solicitud y el esfuerzo de todos en favor del enfermo".

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