Al menos 68 muertos durante un incendio ocurrido en una prisión de Venezuela
Un incendio en una cárcel policial en Valencia, una ciudad del centro norte de Venezuela, dejó 68 personas muertas según informó el fiscal general Tarek William Saab. La organización de derechos humanos Observatorio Venezolano de Prisiones la considera como "la peor tragedia en un recinto carcelario conocida en la historia de Venezuela".
"En las indagaciones preliminares, los resultados arrojan el fallecimiento de 66 hombres y dos mujeres que se encontraban en calidad de visitantes (pernocta). A los mismos se les realizaron los respectivos protocolos de autopsia y entrega respectiva de los cuerpos a sus familiares", escribió en su cuenta de Twitter.
Los medios de comunicación y las organizaciones de derechos humanos manejan cifras de hasta 78 muertos. Y sobre lo ocurrido también hay versiones distintas. Según el corresponsal de Univision Noticias en Venezuela, Francisco Urreiztieta, desde la madrugada ocurría un motín con enfrentamientos a balazos entre los presos y las autoridades, pues los reclusos se oponían a una requisa sorpresa que los custodios querían realizar a las celdas. En medio de la protesta, incendiaron colchones dentro de la prisión y el fuego incontrolable generó las muertes por quemaduras y asfixia.
Después de transcurrir horas de silencio oficial en que solo se conocieron versiones de medios locales, Jesús Santander, secretario de la gobernación de Carabobo, confirmó el incidente por la tarde y dijo que forenses estaban en plena labor para determinar la cantidad exacta de fallecidos por los hechos ocurridos en la ciudad de Valencia.
Santander agregó que los bomberos acudieron a la sede policial a sofocar el siniestro, pero no agregó más detalles sobre lo sucedido. Carabobo "está de luto", dijo el funcionario a periodistas y se limitó a precisar que un policía recibió un disparo en una pierna y se encuentra estable.
Angustia y desinformación
Según familiares de los reos, los incidentes habían comenzado desde cerca de las 6:00 de la mañana, hora local. La agencia AFP asegura que todo comenzó con un intento de fuga. Y otros medios de la zona aseguran que se trató de un enfrentamiento entre grupos de reclusos para tomar el control del penal.
Saab informó que fueron designados cuatro fiscales para "esclarecer los dramáticos hechos" que ocurrieron por un "presunto incendio".
"Mi hijo tiene una semana que me lo trasladaron para acá (...) Aquí uno no halla ni a quién preguntarle", dijo Dora Blanco a Univision.
Durante la tarde, los familiares se agruparon a las puertas del penal. Llantos y gitos se escucharon, cuenta Urreiztieta en su nota. Hubo enfrentamientos entre las madres, hermanas y esposas contra la policía en un intento por ingresar al retén policial ante la falta de información, pero fueron replegados con gases lacrimógenos.
"No nos dicen nada, esa policía no nos dice nada", dijo una madre. "Nadie quiere quemarse, nadie quiere asfixiarse", reclamó otra.
Carlos Nieto, director de la ONG Una Ventana a la Libertad, que brinda asistencia a los presos, aseguró que los detenidos habrían prendido fuego a colchones y despojado de su arma a un funcionario. "Unos fallecieron calcinados y otros por asfixia", dijo Nieto a la AFP.
El lugar en el que ocurrió este motín no es precisamente una cárcel donde se encuentran presos ya sentenciados. Se trata de una comandancia policial en la ciudad de Valencia, que dispone de calabozos en los que son recluidos detenidos que aún no tienen una condena o que aún no se han presentado ante un juez para ser imputados.
El gobernador de Carabobo, Rafael Lavaca, informó la noche del miércoles en su cuenta en la red social Twitter que se inició "una investigación seria y profunda" para establecer las causas y las responsabilidades.
Humberto Prado, director del no gubernamental Observatorio Venezolano de Prisiones, dijo a Reuters que en los calabozos policiales del país hay al menos 32,600 detenidos y que el hacinamiento en esas instalaciones supera el 400%.
Prado aseguró que antes de este motín, la peor masacre ocurrió en otra cárcel del sur del país, en Puerto Ayacucho, donde murieron en agosto de 2017 un total de 37 reos.