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"Mi amor era un estafador": así son engañadas las víctimas de fraude en Apps de citas

Una mujer de Houston perdió dos millones de dólares; otra ayudó a quien creyó su pareja en un esquema de fraude para mover dinero ilícito. Mujeres y hombres, jóvenes y mayores, todos por igual pueden caer en manos de estafadores que entran en aplicaciones de citas en busca de sus víctimas.
Publicado 11 Feb 2022 – 06:01 AM EST | Actualizado 16 Feb 2022 – 04:49 AM EST
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Grindr y Tinder son dos de las más populares aplicaciones de 'dating online'. El FBI explica que las estafas por amor ocurren en todas por igual. Crédito: Leon Neal/Getty Images

Dos millones de dólares. Era todo el dinero que tenía y que heredaría a su hija. Eso fue lo que perdió una mujer de Houston cuando un hombre al que conoció por una aplicación de citas la enamoró para estafarla.

La relación comenzó con simples likes, contó al Buró Federal de Investigaciones (FBI). Siguieron correos electrónicos, fotos que compartieron para conocerse. Luego conversaron y ella dice que sintió "una conexión de almas inmediata". Se cantaban, rezaban juntos, se contaban sus idas a la iglesia los domingos. Hasta entonces no había planes de encontrarse para verse cara a cara.

El fraude había comenzado con un flirteo. Ella aún no lo notaba, se estaba enamorando. Poco después vino el primer pedido de dinero.

"Él estaba tratando de terminar un trabajo en California y necesitaba dinero para poder hacerlo. Yo le envié dinero, lo pensé bastante, recé por eso. Siempre he sido una persona muy dada. Por eso me dije: si tengo el dinero en la cuenta podría ayudarlo con algo", recuerda en su testimonio. No dudó porque él le prometió que se lo devolvería en las siguientes 24 a 48 horas. Eso nunca pasó.

Él le decía que necesitaba más dinero: que el presupuesto que tenía para su negocio casi se acababa, que las cosas no estaban saliendo a tiempo, que debía pagarle a un abogado, que tuvo que pedir un préstamo que ahora debía pagar.

Una parte de ella quería creer que él le devolvería todo el dinero que ella le había prestado, porque él se comportaría como un "caballero en su armadura brillante"; otra parte sabía que eso nunca ocurriría.

Dos años y medio duró esa relación virtual. Nunca se vieron a la cara.

"Lo había perdido todo, era todo lo que tenía. Era una herencia que pude haberle dejado a mi hija", lamenta la mujer. Ese dinero era su futuro, su certeza de que tendría un retiro seguro sin tener que volver a trabajar.

"La pérdida emocional que sufrí creo que fue aún más traumática", dice. "Jamás podía imaginar que un hombre, una persona pudiera ser tan mala (...) Mi mente no podía pensar de esa manera sobre él, porque no puede haber hombre en el mundo que pueda ser tan horrible para hacerme eso a propósito".

Esta mujer decidió dar el paso adelante y denunció: "No quiero que esto le pase a nadie más".

En un reporte de 2021, el FBI muestra las cifras de víctimas de fraudes por romances que nacieron en aplicaciones de internet en todo Estados Unidos. Las estadísticas seguro son mayores, pero no todos deciden hablar con las autoridades.

El FBI decidió retomar el tema en vísperas de San Valentín. Sin embargo, Garza explica que las estafas ocurren en cualquier momento del año y que no hay una caracterización de las víctimas: por igual, le ocurre a hombres y mujeres, a jóvenes como a personas de la tercera edad.

"Advertimos mucho a las personas mayores porque justamente la gente cree que tienen dinero. Por eso quienes están defraudando suelen buscar a las personas mayores", explica la vocera.

En Estados Unidos, el mayor número de víctimas de fraudes —en general, no solo de este tipo— están en California, Florida, Texas, Nueva York, Illinois, Pennsylvania y Washington.

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Víctima a cualquier edad

Glenda tiene 81 años. En 2014, contó al Buró, conoció al amor de su vida en una aplicación de citas. Él le dijo que era estadounidense y que trabajaba en Nigeria.

Un día le pidió dinero prestado. Le dijo que le permitiría levantar su negocio y le ayudaría, además, para poder irse de Nigeria.

Después le pidió que empeñara objetos electrónicos que alguien le daba y que, luego, le enviara el dinero. Y cuando enviarle el dinero se convirtió en un problema, le dijo que abriera una cuenta bancaria personal y otra de negocios. "Yo hice lo que me pidió y él me empezó a mandar cheques o a depositar dinero en las cuentas bancarias", se le escucha contar en un video del FBI.

Un año después, funcionarios del banco donde recibía el dinero, oficiales de la policía local y agentes federales intentaron explicarle que en aquella relación lo que menos había era amor: "Me dijeron que mi amor era un estafador y que debía parar o podía ir a prisión". Pero ella no los escuchó.

El 2 de noviembre de 2021, sin que Glenda hubiese visto en persona ni una vez a su amor, tuvo que declararse culpable por dos delitos federales. "Ahora me tocará escuchar al juez", dice en su testimonio.

La vocera del FBI, Christina Garza, cuenta que Glenda, sin saberlo, se convirtió en una "mula de dinero", una variante nueva utilizada por los estafadores: "Antes veíamos que te sacaban tu dinero bajo el pretexto de que eres mi novio, mi novia. Ahora te van a pedir que abras cuentas a tu nombre y van a empezar a mover dinero en esa cuenta, tanto para hacer depósitos como para retirar dinero ilícito. Te están utilizando como mula bancaria para que tú también muevas ese dinero y ahora tú eres cómplice de fraude".

Además de dinero, están pidiendo a sus víctimas que hagan movimientos con criptomonedas, porque son casi imposibles de rastrear.

Los estafadores

El documental de Netflix 'The Tinder Swindler' muestra claramente el modus operandi de los estafadores por redes sociales. Este caso es la historia de Simon Leviev, quien cometió fraudes contra un número indefinido de mujeres a las que enamoró por Tinder para luego estafarlas. Se cree que sus fraudes ascienden a un monto estimado de 10 millones de dólares. Tres de las víctimas cuentan sus historias a Netflix. También ayudan a un grupo de reporteros para verificar cómo operaba Leviev, un israelí cuyo verdadero nombre es Shimon Hayut y quien se hacía pasar por el hijo de un magnate de joyas para deslumbrar a sus víctimas. Tinder le prohibió volver a la aplicación y en julio de 2019 fue arrestado en Grecia y extraditado a Israel, acusado de cuatro cargos de fraude por los que debió compensar a sus víctimas.

Como Leviev, los estafadores dicen ser son contratistas y personas que trabajan en el extranjero, dice Garza. También aseguran ser militares estadounidenses desplegados en otros países: "Siempre viven y trabajan en el extranjero, por una razón u otra. Esa es la excusa para no verse", explica. "Luego te prometen verte un fin de semana y justo cuando tienen la cita sale una excusa: que se me canceló el vuelo, que tengo un proyecto del trabajo y nunca te van a ver en persona".

La vocera del FBI explica que una buena parte de estos estafadores operan desde África, lo que dificulta rastrearlos para frenar su actividad criminal. Por eso alertan a quienes usan estas redes sociales para que en Tinder o en la aplicación que sea, no caigan en el juego de las 'estafas por amor'.

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