"No siento temor": esta tarde Víctor Escobar será sometido a la eutanasia, aunque no sufre ninguna enfermedad terminal
Escobar, de 60 años, eligió este viernes, a las 7 de la tarde de Cali, Colombia, para que se le aplique la eutanasia y poner fin a la larga lista de problemas médicos de gravedad que le afligen desde hace años y que le obligan a estar acompañado de una enfermera las 24 horas del día.
Escobar se convertirá, si no hay impedimentos, en el primer paciente con un diagnóstico no terminal en acceder a la eutanasia en Colombia.
La eutanasia fue despenalizada en Colombia en 1997, pero no se convirtió en ley hasta 2015. La Corte Constitucional confirmó en julio pasado la extensión de la cobertura del derecho a "morir dignamente" a pacientes no terminales; anteriormente este procedimiento estaba habilitado únicamente para personas que tuvieran enfermedades terminales en estado avanzado.
Oportunidad de luchar por una "muerte digna"
Desde su apartamento en Cali, Escobar es consciente de la importancia de su caso, inédito en Latinoamérica: “Es la puerta para que un paciente como yo, con enfermedades degenerativas, tenga la oportunidad de luchar por una muerte digna”, dijo en declaraciones a AP.
“Siento una tranquilidad inmensa, no siento temor a lo que está por venir. Me han dicho que el procedimiento va a ser una sedación lenta primero, para que tenga tiempo de ir despidiéndome. Después es la inyección de la eutanasia, que va a ser algo sin dolor, una muerte muy tranquila".
Aunque Escobar será el primer colombiano en lograr una muerte digna sin padecer una enfermedad terminal, no es el primero que la procura: Martha Sepúlveda, una mujer de 51 años que padece esclerosis lateral amiotrófica, lo tenía todo preparado para su final en octubre del año pasado pero la clínica canceló el procedimiento dos días antes. La decisión de Sepúlveda había generado un gran debate en la sociedad colombiana.
La causa de esta cancelación radicó en un reportaje televisivo en el que Sepúlveda hablaba de su decisión, y de esta entrevista partió la decisión judicial que le negó el a su derecho a quitarse la vida. Un juez de Medellín ordenó dos semanas después a la clínica volver a programar la eutanasia, que todavía no se ha aplicado.
Para evitar que algo similar pueda sucederle, Escobar hablará con los medios de forma muy cautelosa, según dijo su abogado, Luis Giraldo Montenegro. "Vivimos en una sociedad que prefiere ver el dolor de una persona. Victor Escobar es un guerrero, su voluntad es más fuerte que el dolor. Para nadie es fácil colocar fecha y hora a su vida", dijo Giraldo Montenegro.
En compañía de su familia antes de recibir eutanasia
Escobar, padre de cuatro hijos, planeaba pasar su última tarde en compañía de sus hijos y su esposa, Diana lly Nieto.
El hombre tenía 24 años y trabajaba como camionero cuando tuvo un grave accidente en carretera que le supuso múltiples tratamientos médicos y tres cirugías de columna. Tras una larga recuperación, pasó a trabajar en un laboratorio, donde según cree le afectó la presencia de asbesto (amianto), un mineral cuya inhalación puede conducir a afecciones pulmonares graves.
Desde entonces sufrió dos accidentes cerebrovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, presión pulmonar alta, fibrosis o diabetes, entre otras graves dolencias que le impiden valerse por sí mismo y que le llevaron a solicitar la eutanasia en 2020.
Tras varias demandas, el comité de la clínica que tenía que practicar la eutanasia dijo que no acreditaba las condiciones de una enfermedad terminal “ni la existencia de una condición médica incompatible con la dignidad humana capaz de producir intenso sufrimiento”.
El Tribunal Superior de Cali, no obstante, devolvió el caso a una jueza que ordenó a la empresa de salud coordinar con el paciente una fecha y hora para su muerte digna.
Escobar ha dicho que donará sus órganos funcionales, que desea ser cremado al día siguiente de su muerte y que al momento de morir tendrá puesta la camiseta de su equipo de fútbol, el Deportivo Cali. “Partiré feliz con este título que nos brindan. Se acerca mi partida y con ella mi deber cumplido como hincha del Cali”, dijo.