Un tigre de un zoológico de Nueva York se contagia de coronavirus: ¿debes preocuparte por tu mascota?
Uno de los tantos titulares relacionados con el dio positivo. El primer animal salvaje en el mundo en ser diagnosticado con el virus que ya se había detectado previamente en unos pocos animales domésticos: un gato en Bélgica y dos perros en Hong Kong, todos presuntamente contagiados por sus dueños.
Se sospecha que otros seis felinos del zoológico que presentan síntomas (tos seca y poco apetito), fueron infectados por su cuidador que era portador asintomático del virus, informó el veterinario en jefe del zoológico del Bronx el domingo. No les hicieron la prueba a todos porque es bastante complicado (hay que sedarlos) y no lo consideraron necesario.
¿Significa esto que nuestras mascotas están en riesgo? ¿Debemos preocuparnos de que nos contagien? La noticia ha alarmado a más de uno, pero hay que verla en perspectiva, explican los expertos.
Ha habido millones de casos de covid-19 en todo el mundo. Hasta los momentos, los casos en mascotas se cuentan con los dedos de una mano. ¿Hay que desestimarlos? Por supuesto que no; pero tampoco precipitarse a sacar conclusiones. Es necesario estudiar el asunto mucho más.
El caso destaca el hecho de que aun es mucho lo que queda por comprender sobre cómo el virus afecta los animales y de qué modo se contagia entre especies.
Si bien se cree que el virus responsable del covid-19 se originó en animales salvajes en China y de ahí desarrolló la habilidad de transmitirse a los humanos, eso no quiere decir que necesariamente haya el riesgo de que una mascota pueda infectar a su amo o viceversa. Muchos factores y variables entran en juego.
“No hay razones para herir a los animales salvajes o abandonar a tu mascota por miedo”, recalca la Escuela de Veterinaria de la Ohio State University en su página web.
“No hay evidencia en ninguna parte, más allá del salto a humanos, de que un animal haya infectado a cualquier persona en cualquier lugar, así que hay que ver las cosas en perspectiva”, dice Paul Calle, veterinario del zoológico del Bronx, al New York Times.
Fotos: Getty Images y Unsplash