Por qué no debes dejarte llevar por la moda de los cocteles de vitaminas por vía intravenosa
Gwyneth Paltrow, Miley Cyrus, Kelly Osbourne, Madonna, conllevan riesgos.
Los servicios de terapia de infusión de vitaminas o vitamin drips, están a la orden del día en EEUU y otros países, donde además de clínicas y ‘boutiques’ para recibirlos hay unidades móviles que los llevan directo a casa.
En esencia, consisten en inyectar por vía intravenosa a la persona diferentes preparados de suero fisiológico combinado con vitaminas, oligoelementos o minerales en altísimas cantidades.
Sus promotores aseguran que es la manera más efectiva y rápida de reponer nutrientes indispensables y que esto puede combatir la fatiga, fortalecer las defensas, mejorar la piel, eliminar el jet lag y hasta curar la resaca o combatir el envejecimiento.
Hay incluso quienes van más allá y alegan falsamente que pueden aliviar síntomas de enfermedades como la diabetes, el cáncer y otros males.
Pero la ciencia no respalda ninguna de esas promesas, advierten médicos como Joshua Septimus, especialista del Hoospital Metodista de Houston.
“Aunque es cierto que una vía intravenosa puede acelerar cuán rápido sustancias entran a tu flujo sanguíneo, es poco probable que estas boutiques de terapia por vía intravenosa realmente logren lo que alegan”, dice en un artículo publicado en la web de ese hospital.
Su postura sobre si alguien debe recibir vitaminas y nutrientes por vía intravenosa es categórica: “Si eres saludable, la respuesta es un rotundo no”.
¿Por qué tanta gente dice sentirse mejor?
Para el doctor Joshua Septimus la experiencia satisfactoria de quienes se han inyectado vitaminas por vía intravenosa se debe al efecto placebo. “La mente es algo poderoso y el efecto placebo puede ayudarte a sentirte mejor incluso si nada ha cambiado en tu organismo”.
Para Sam Torbati, director del departamento de Medicina de Emergencia del Hospital Cedars-Sinai, la razón de que estas personas se sientan mejor luego de la terapia es otra.
“En la mayoría de los casos la gente reporta sentirse mejor tras estas terapias porque son una manera rápida de recibir hidratación. Si has estado enfermo o bebiendo, estás deshidratado, por lo que hidratarte te hará sentirte mejor”, explica en un artículo publicado en la web de su hospital.
Otro aspecto para tener en cuenta es que, cuando el organismo alcanza los niveles óptimos de determinado nutriente o vitamina, desechará el exceso por la orina pocas horas después.
“La gente tiene que entender que estas dosis masivas no son almacenadas en el cuerpo (…) El organismo es como un tanque de gasolina: cuando bombeas más de lo que aguanta el tanque, no hace que el auto funcione mejor o más rápido, sino que simplemente la gasolina adicional se desborda hacia afuera”, insiste al Washington Post Arie Lgal, profesor del Instituto de Nutrición Humana de la Universidad de Columbia.
Para Sam Torbati, especialista del hospital Cedars-Sinai, al final estos tratamientos simplemente “dan como resultado que las personas produzcan orina costosa”.
Y, en efecto, son bastante caros.
Su precio ronda entre 100 y 300 dólares por sesión que puede durar de 30 a 60 minutos y -salvo que haya una condición médica que lo requiera y que se hagan en un hospital- no están cubiertos por el seguro médico, reporta el Washington Post.
La inversión tampoco está exenta de riesgos.
Vitamin drips “presentan un riesgo” según la FDA
Contrario a lo que muchos piensan, debido a vacíos regulatorios estas infusiones de vitaminas que se suministran en establecimientos comerciales como spas, escapan de los altos estándares de la istración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés).
En octubre del año pasado, la FDA emitió un comunicado donde advierte que “las actividades de preparación de compuestos estériles realizadas por entidades comerciales como las clínicas de hidratación intravenosa presentan un riesgo y requieren una evaluación continua”.
Y ite que “se desconoce” si entidades comerciales como clínicas de hidratación intravenosa, spas, médicos y empresas móviles, “preparan, empacan o conservan los productos farmacéuticos en condiciones insalubres y si un médico con licencia está allí para evaluar a los pacientes y recetar los productos”.
En el documento mencionan casos como el de una mujer de 50 años que sufrió un shock séptico tras recibir por vía intravenosa en su casa una infusión de vitaminas contaminada con una peligrosa bacteria.
Infusiones de vitaminas por vía intravenosa pueden causas efectos adversos
Así se sigan todos los protocolos sanitarios, hay otros riesgos asociados a las infusiones por vía intravenosa. Estas pueden generar reacciones indeseadas, como le ocurrió a la modelo Kendal Jenner, que tuvo que ser hospitalizada tras una terapia de este tipo.
En esa oportunidad, el director médico del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS), Stephen Powis, alertó sobre los peligros de estos tratamientos. “La gente que está saludable no necesita goteos intravenosos. En el mejor de los casos son una forma costosa de llenar tu vejiga y luego tirar cientos de libras por el inodoro. Pero en el peor de los casos pueden causar un daño significativo a la salud”.
Las infusiones de vitaminas por vía intravenosa pueden ser particularmente peligrosas para personas con problemas renales o cardíacos.
También pueden tener interacciones negativas con algunos medicamentos, por lo que un especialista siempre debe revisar la historia médica de la persona antes de prescribirlos.
Infecciones, moretones, coágulos o sangramiento pueden ocurrir por la simple introducción de la aguja a la vena. A eso hay que sumar, el contenido de la solución intravenosa recalca el doctor Joshua Septimus en el artículo del hospital Metodista de Houston: “¿Qué hay en esa bolsa y cómo afectará tu salud?”.
En definitiva: a menos de que haya una razón médica que genuinamente lo amerite (y las hay, pero en esos casos se hace en un hospital con la debida experticia y supervisión médica) inyectarse vitaminas o nutrientes por vía intravenosa conlleva más riesgos, que beneficios.