30 años de lucha: lo que la muerte de Olivia Newton-John nos enseña sobre el cáncer de seno
Treinta años después de que le detectaran un Olivia Newton-John falleció esta semana a causa de la enfermedad, dejando un legado que trasciende al cinematográfico.
Su historia y la forma en que asumió el diagnóstico, no una sino tres veces cuando los tumores reaparecieron, sirve de inspiración a millones de pacientes como ella.
Durante gran parte de sus 73 años de vida se propuso hacer todo lo que estuviera en sus manos para demostrarles a ellos, y acaso a sí misma, que la lucha contra el cáncer no se enfrenta sólo desde lo físico, sino también desde lo espiritual y mental.
Se apalancó en su fama para transmitir un mensaje de optimismo y esperanza, y recaudó fondos para fundar el Centro de Cáncer Olivia Newton John en Melbourne Australia, líder en ensayos clínicos y en un abordaje holístico del tratamiento.
“Tocó la vida de miles de pacientes y realmente cambió la forma en que abordamos el tratamiento del cáncer”, dijo a ABC News de Australia, Adam Horsburgh, jefe ejecutivo del Centro Olivia Newton John en Melbourne.
“Olivia ha sido el símbolo de triunfos y esperanza por más de 30 años compartiendo su batalla con el cáncer de seno. Su inspiradora sanación y experiencia pionera con las plantas medicinales continúa con su fundación”, comentó su esposo en un comunicado.
El cáncer de Olivia Newton-John regresó dos veces
En 1992, con apenas 44 años, recibió la noticia de que tenía cáncer de seno, se sometió a una mastectomía parcial, sesiones de quimioterapia y una reconstrucción de seno.
Cuando entró en remisión, pensó que todo había terminado.
Pero el cáncer volvió no una, sino dos veces más: en 2013 descubrió un bulto en su hombro, algo que la tomó por sorpresa. “Porque en mi mente había terminado, había acabado con eso”, contó a Today tiempo después en 2017 cuando se enteró de que el cáncer se había esparcido a sus huesos y ya era de estadio 4.
Su caso no es frecuente. Menos de 1 de cada 3 mujeres a las que se le detecta muy temprano el cáncer de seno llega a desarrollar cáncer metastásico (cuando se extiende a otras partes del cuerpo como los pulmones, el hígado, huesos o el cerebro).
A Olivia Newton-John no le gustaba que la llamaran ‘sobreviviente’
Aunque hay tratamientos que pueden extender la vida, el cáncer de seno metastásico o de estadio 4 no tiene cura. Según la Asociación Estadounidense del Cáncer, la tasa de supervivencia a 5 años para estas pacientes es del 29%.
Pero Newton John se mantuvo positiva. “No voy a ser parte de una de esas estadísticas. Voy a estar bien. Creo que puedes vivir con cáncer como puedes vivir con otras cosas, si te cuidas a ti mismo”, insistió en entrevista con Today.
Nunca le gustó que se refirieran a ella como ‘sobreviviente’, sino como una thriver (prosperadora), un término que implica disfrutar la vida por lo que es.
“Para mí, un sobreviviente suena como alguien que se aferra a un bote salvavidas. Un prosperador es alguien que ya está fuera del barco y en tierra”, dijo durante la entrevista.
Encontró en las terapias holísticas como la meditación y, especialmente, en las plantas medicinales como la marihuana, un complemento a los tratamientos tradicionales y una solución para manejar el dolor.
“La gente tiene esta idea de los 60 en los que la gente se drogaba. Pero no se trata de eso. Esta planta es sanadora (…) Creo que debemos cambiar la visión de lo que es, porque me ayudó inmensamente, ayuda con el dolor y la inflamación”, declaró a Today.
La forma abierta y sincera con la que Olivia Newton-John compartió su enfermedad perdurará como modelo de resiliencia. En palabras de David Spiegel, profesor de psiquiatría de la Universidad de Standford, a Usa Today: “No pretendía que no tenía cáncer. No intentaba ocultar el hecho de que lo tenía. La gente con frecuencia cree que el ser abierto sobre la enfermedad implica rendirse y ella dejó muy claro que es todo lo contrario: cuando lo enfrentas directamente no quedas limitado por el cáncer”.