Residentes en estados con políticas conservadoras mueren antes: un estudio da las razones
Para vivir más tiempo, mejor mudarse a un estado con políticas liberales. Al menos eso es lo que sugiere un estudio, que examina factores como políticas sobre justicia penal, medio ambiente, salud, marihuana, seguridad de las armas o impuestos sobre el tabaco y los puntúa en un continuo de 0 a 1, en el que la máxima puntuación conservadora es cero y la máxima puntuación liberal es uno.
Posteriormente, los investigadores relacionaron estos datos con los de mortalidad desde 1999 hasta 2019. El resultado es que las políticas liberales se asociaron con menos muertes entre las personas de 25 a 64 años.
De acuerdo con este análisis, publicado el miércoles en PLOS ONE un giro hacia las políticas estatales totalmente liberales podría haber salvado más de 171,000 vidas en 2019, mientras que cambiarlas a totalmente conservadoras podría haber costado más de 217,000 vidas.
"Como académico que hace investigación científica, he evitado hablar de política en mi trabajo profesional. Pero los datos apuntan a eso como un determinante de la salud", dijo el doctor Steven Woolf, coautor del estudio y director emérito del Centro de Sociedad y Salud de la Virginia Commonwealth University en Richmond en declaraciones a USA Today.
Los investigadores encontraron diferencias en la mortalidad incluso después de tener en cuenta características específicas del estado como el clima, la población, la demografía y la educación, dijo la autora principal del estudio, Jennifer Karas Montez, profesora de sociología de la Universidad de Syracuse.
"Si un responsable de la política estatal me dijera: 'Es injusto criticar a mi estado porque tengo una población de baja educación y bajos ingresos', le preguntaría: '¿por qué tienes una población de baja educación y bajos ingresos?", dijo Montez. "Es por su entorno político".
El estudio también muestra cómo las políticas estatales pueden influir en los comportamientos individuales que, según investigaciones anteriores, están asociados a que los estadounidenses mueran más jóvenes. Los investigadores encontraron una fuerte relación entre la seguridad de las armas y la mortalidad por suicidio entre los hombres; políticas laborales y la mortalidad por consumo de alcohol y las políticas fiscales y muertes por enfermedades cardiovasculares.
Woolf dijo que las políticas podrían dividirse en dos campos: por un lado, la menor mortalidad en edad de trabajar se asoció con políticas que invirtieron más en capital humano, se centraron en las inversiones familiares y promovieron las oportunidades económicas de forma equitativa.
Por otro lado, la mayor mortalidad en edad de trabajar se asociaba con políticas que hacen más hincapié en "ayudar al sector privado a prosperar con la esperanza de que las ganancias económicas se filtraran a los que necesitan más ayuda", dijo.
La esperanza de vida en EEUU
En los primeros dos años de la pandemia de covid-19, la esperanza de vida aproximada de los estadounidenses disminuyó hasta situarse en 73 años para los hombres y 79 para las mujeres, la más baja registrada desde 1996. Estas cifras son bastante bajas comparadas con las de otros países ricos. En el vecino Canadá, por ejemplo, la esperanza de vida es de 80 años para los hombres y 84 para las mujeres.
Por otra parte, aunque el sistema sanitario estadounidense se encuentra entre los mejores del mundo, los estadounidenses padecen lo que algunos han llamado " la desventaja de la salud en Estados Unidos", en referencia a un conjunto de problemas que erosionan el bienestar.
Entre estos elementos se encuentran un sistema de atención médica fragmentado e impulsado por el lucro, la mala calidad de la dieta media, el sedentarismo, y otros factores de riesgo como el tabaquismo, el generalizado a las armas de fuego, la pobreza y la contaminación ambiental. Estos factores se agravan en muchos casos cuando se trata de minorías, que además sufren racismo y segregación, observó el experto.