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Alcoholismo

'Enero seco': por qué es una buena idea comenzar el año sin beber alcohol

El 'enero seco' o Dry January, la práctica de abstenerse de beber alcohol durante el primer mes, ha ganado popularidad internacional en la última década como una forma asequible de restablecer la relación con el alcohol y comenzar el año con buen pie. Resumimos importantes razones para emprender este desafío y consejos sobre cómo hacerlo.
Publicado 7 Ene 2023 – 12:16 PM EST | Actualizado 7 Ene 2023 – 12:18 PM EST
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Quizá bebiste demasiado durante la temporada festiva, quieras empezar una dieta, prepararte para un hito deportivo o, simplemente, te has propuesto comenzar el año con hábitos más saludables. Tanto si tu consumo de alcohol está disparado desde la pandemia o lo tomas de forma más ocasional, el “enero seco” representa una buena oportunidad para virar el timón.

Según encuestas de CGA, una firma de investigación de alimentos y bebidas, el 35% de los adultos estadounidenses en edad legal se saltaron el alcohol durante todo el mes de enero de 2022, una tendencia que está creciendo en popularidad a medida que los bebedores buscan restablecer sus cuerpos en el Año Nuevo.

¿Por qué dejar el alcohol?

Como cualquier otro propósito de mejora de vida, tener claro el objetivo es el primer paso para que se convierta en realidad. Y cuanto más concreta sea la formulación de este propósito, de lo que nos molesta, mejor. Por ejemplo: “quiero dejar de beber a diario porque el alcohol interfiere en mi sueño, y cuando bebo duermo peor”; o “si bebo alcohol hago pereza para salir a entrenar al día siguiente”.

Sobran razones para dejar el alcohol. Entre las de más peso figuran estas:


  • Vínculo con el cáncer de mama. El alcohol incrementa las posibilidades de padecer cáncer de seno, el más diagnosticado en las mujeres. En comparación con las mujeres que no beben, las mujeres que consumen tres bebidas alcohólicas por semana tienen un riesgo de un 15% más alto de padecer cáncer de mama. El riesgo de padecer cáncer de mama aumenta otro 10% por cada trago adicional que las mujeres toman de forma regular cada día, según los expertos. Además, el alcohol aumenta el peligro de recaídas de cáncer de mama.
  • Vínculo con el cáncer, en general. Más del 4% de los nuevos casos de cáncer detectados en 2020 —por encima de los 740,000— fueron consecuencia del consumo de alcohol, según un estudio publicado por la revista especializada The Lancet Oncology que insta a las autoridades públicas a concienciar sobre las consecuencias del consumo de esta sustancia, no lo suficientemente conocidas. “La importancia del consumo de alcohol como un factor que contribuye al problema del cáncer es a menudo subestimada”, señala uno de los estudios más recientes sobre el asunto. Elaborado por la Sociedad Americana de Oncología (ASCO, por sus siglas en inglés), una organización que representa a muchos de los principales especialistas en cáncer de Estados Unidos, el informe alerta sobre las relaciones entre alcohol y cáncer, y reclama iniciativas públicas para reducir el consumo de alcohol, desde más impuestos a restricciones en los anuncios dirigidos a menores (en línea con la reciente prohibición de anunciar alcohol en el metro de Nueva York).
  • El azúcar escondido en el vino. Dos copas pueden exceder el límite recomendado. En algunos casos, estas dos copas pueden contener más calorías que una hamburguesa de McDonald's, según un análisis de la Alianza para la Salud del Alcohol (AHA), una organización de Reino Unido que tacha el etiquetado de las bebidas alcohólicas de "lamentablemente inadecuado". Aunque las directrices sanitarias recomiendan que los adultos no consuman más de 50 gramos de los denominados azúcares libres al día, es posible alcanzar casi toda esta cantidad bebiendo dos vasos medianos de vino.

Un apunte más en este sentido que puedes tomar en cuenta: un estudio del pasado otoño indica que la cerveza y los licores son peores que el vino en relación al crecimiento de la grasa nociva.


  • El alcohol también reduce los niveles de folato, importante para la formación y el mantenimiento del ADN.

Los objetivos SMART

Los objetivos SMART son útiles para ayudarnos a alcanzar objetivos alcanzables. Este acrónimo significa, traducido del inglés:


  • Específico: Se trata de buscar un objetivo alcanzable. Por ejemplo, limitar el consumo de alcohol al fin de semana, o al sábado por la noche.
  • Medible: ¿Qué voy a beber, exactamente, y de qué tamaño? La definición de una bebida es 14 gramos de alcohol, lo que suele significar una cerveza de 12 onzas, un vaso de vino de 5 onzas o un chupito de 1.5 onzas de licor, como ginebra o whisky. Una cerveza artesanal más fuerte o un trago más fuerte cuentan como más de una bebida. Es importante recordar que el alcohol representa riesgos para la salud desde la primera gota. No hace falta emborracharse. Estudio tras estudio muestra que no hay un consumo considerado como seguro.
  • Alcanzable: Durante el mes de abstinencia es muy recomendable reducir las tentaciones; una buena idea es que no haya un exceso de compromisos sociales en los que sea probable que se sirva alcohol.
  • Relevante: ¿Cómo se traducirá esta propuesta en mi vida y en mi salud? ¿Qué beneficios traerá consigo?
  • Basado en el tiempo: Se trata de fijar un plazo razonable para finalizar tus esfuerzos (en este caso hablamos de un mes, pero quizá una vez completado pueda ampliarse).

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Alternativas al alcohol

Como beber se asocia con momentos de diversión, con mucha frecuencia el cerebro asocia el el alcohol como algo positivo. Por eso, un truco eficaz es combatir esos impulsos sustituyendo el alcohol por algo igualmente festivo o sabroso, desde agua con gas a un cóctel falso, cerveza sin u otra bebida no alcohólica que te parezca divertida.

Cada vez hay más opciones y lugares donde se sirve un amplio abanico de bebidas sin alcohol y, de hecho, esta es una de las razones que explicaron la adherencia al 'enero seco' el año pasado.

Síntomas de abstinencia

Una persona con un trastorno por consumo de alcohol, que se ha acostumbrado a tener un cierto nivel de alcohol en su cuerpo todos los días, puede entrar en abstinencia y experimentar síntomas físicos graves como temblores, sudoración, taquicardia y convulsiones. En este caso, necesitas ayuda profesional.

La mayoría de las personas que se abstienen de beber durante un mes no desarrollan síntomas de abstinencia. Sin embargo, quienes beben con regularidad (a diario o casi a diario) y son fisiológicamente dependientes del alcohol, están en riesgo. Del 14% de los adultos de Estados Unidos que padecen un trastorno por consumo de alcohol, aproximadamente la mitad desarrolla un síndrome de abstinencia cuando reducen o dejan de beber.

La mayoría experimentará síntomas leves, mientras que aproximadamente 1 de cada 5 evolucionará a un síndrome de abstinencia moderado o grave, según explica Tauheed Zaman, director del programa de formación en psiquiatría de las adicciones de la Universidad de California en San Francisco en declaraciones al The Washington Post.

Una persona que esté bajo los efectos de otra sustancia (cannabis, tabaco, opiáceos, benzodiacepinas, etc) o que se esté absteniendo de una de ellas, puede experimentar síntomas médicos más complejos durante la desintoxicación.

Los síntomas leves suelen aparecer entre 6 y 12 horas después de la última copa y pueden incluir temblores, ansiedad, insomnio, palpitaciones, dolores de cabeza, malestar estomacal y sudoración. El síndrome de abstinencia moderado suele aparecer entre las 12 y las 24 horas y puede incluir cambios más preocupantes en las constantes vitales y alucinaciones visuales, auditivas o táctiles.

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