El cambio climático impulsado por humanos afecta al 85% de la población mundial
El cambio climático ya está perturbando la vida humana a escala mundial. El estudio publicado el lunes en la revista Nature no se centra en escenarios del futuro -a 30 o 60 años del presente- si no que ofrece una panorámica del impacto del calentamiento global a fecha de hoy, y la conclusión deja lugar a podas dudas: el calentamiento global ha afectado a al menos el 80% de la superficie terrestre, y el 85% de la población mundial.
Los científicos usaron la inteligencia artificial para analizar y cartografiar más de 100,000 estudios de sucesos como olas de calor o inundaciones que podrían estar relacionados con el calentamiento global, y los combinaron con estudios sobre cambios de temperatura o precipitaciones causados por el uso de combustibles fósiles y otras fuentes de emisiones de carbono.
Los resultados combinados utilizando aprendizaje automático o machine learning (una rama de la inteligencia artificial que consiste en entrenar algoritmos informáticos para detectar patrones y tendencias) permitieron establecer un vínculo sólido entre el aumento de los fenómenos extremos y las actividades humanas.
"Ahora tenemos una enorme base de pruebas que documenta cómo el cambio climático está afectando a nuestras sociedades y a nuestros ecosistemas", dijo en declaraciones a The Washington Post Max Callaghan, investigador del Instituto de Investigación Mercator sobre los Bienes Comunes Mundiales y el Cambio Climático, en Alemania, y principal autor del estudio. " El cambio climático es visible y perceptible en casi todo el mundo", dijo Callaghan.
El número de estudios, datos e informes sobre el impacto del clima ha aumentado de tal manera que se convierte en casi inabarcable, incluso a través de meta-análisis (la combinación de resultados de otros análisis para analizarlos estadísticamente). La inteligencia artificial permite, como fue el caso de este estudio, analizar enormes cantidades de datos para determinar tendencias que de otra forma tardaríamos mucho tiempo en detectar.
El estudio de Callaghan pone sobre la mesa, una vez más, hasta qué punto los países más pobres se llevarán la peor parte de las consecuencias del calentamiento del planeta. En estas naciones, una cuarta parte de la población vive en zonas en las que se han realizado pocos estudios, a pesar de las sólidas pruebas de que están experimentando cambios en los patrones de temperatura y precipitación.
Sin buenos datos e investigaciones apropiadas, los científicos no pueden decir fácilmente qué lugares son susceptibles de ser inundados o avisar cuando un desastre está a punto de ocurrir. Esto significa que las población más vulnerable tiene menos posibilidades de estar preparada y salir del peligro. En este sentido, los análisis basados en inteligencia artificial son aún más valiosos, ya que pueden ayudar a identificar el impacto climático incluso en lugares donde no hay suficientes datos científicos que permitan anticipar los efectos.
La nueva investigación publicada en Nature se suma a un creciente conjunto de pruebas que atestiguan el impacto del cambio climático en las actividades humanas a escala mundial.
Los científicos son cada vez más capaces de atribuir a la acción humana fenómenos como las olas de calor y los huracanes. El coste de estos fenómenos está a la vista de todos, como sucedió en verano, cuando cientos de personas murieron en una huracán Ida causó docenas de muertes en varios estados por inundaciones repentinas y otros impactos.
Próxima cumbre del clima
Los resultados de la investigación se publican a falta de unas semanas para que se celebre la próxima cumbre de las Naciones Unidas para el clima, que tendrá lugar en Glasgow (Escocia) del 31 de octubre al 12 de noviembre.
En esa cita mundial los países ricos se enfrentan a una gran presión para alcanzar objetivos climáticos más ambiciosos, ya que los actuales harán que el planeta se caliente unos 2,7 grados Celsius (4,9 grados Fahrenheit) a finales de siglo, un nivel que provocaría una drástica escasez de alimentos y agua, desastres meteorológicos mortales y un colapso catastrófico de los ecosistemas.
Algunos de los principales emisores del mundo, como China e India, aún no se han comprometido formalmente con un nuevo objetivo de reducción de emisiones para 2030. A los activistas les preocupa que una incipiente crisis energética, que ha hecho subir los precios y ha provocado apagones, pueda poner en peligro los esfuerzos por conseguir que las economías en desarrollo abandonen los combustibles contaminantes.
Lo que mata al planeta mata a las personas
La publicación del artículo coincide con la emisión de un informe en el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de las consecuencias de la crisis climática para la salud. La OMS recuerda que lo que está matando al planeta mata a las personas.
En esta misma línea, organizaciones de la salud que representan a 45 millones de trabajadores sanitarios pidieron el lunes en una carta abierta, enviada a 197 líderes mundiales “colocar la salud y la justicia social en el centro de las conversaciones sobre el clima de la ONU”.
"Cada vez que prestamos atención médica en hospitales, clínicas y comunidades de todo el mundo, ya estamos respondiendo a los daños sanitarios causados por el cambio climático", escribieron los profesionales sanitarios en la carta.