Hallan “reducción significativa” del riesgo de muerte y enfermedades cardiovasculares en quienes beben de 2 a 3 tazas diarias de café
Otro estudio se suma a la extensa evidencia científica sobre los enfermedad cardiovascular, concluye una investigación de largo alcance publicada esta semana en el European Journal of Preventive Cardiology.
Según los autores, el consumo moderado de café instantáneo, molido e incluso descafeinado estuvo asociado a una “reducción significativa” de mortalidad y enfermedades del corazón, incluyendo problemas coronarios, falla cardiaca y accidentes cerebrovasculares.
De todos los tipos de café, el molido tuvo la mayor disminución del riesgo de muerte (27%), seguido por el descafeinado (14%) y el instantáneo (11%).
Algo similar se encontró con las probabilidades de desarrollar enfermedad cardiovascular que se redujeron en 20% con el molido, 9% con el instantáneo y 6% con el descafeinado.
Solamente el molido y el instantáneo demostraron posibles beneficios para bajar el riesgo de arritmias (latidos irregulares del corazón) en 17% y 12% respectivamente.
Independientemente del tipo, el café parece reducir el riesgo de muerte prematura
Los investigadores llegaron a estas conclusiones tras analizar información del BioBank del Reino Unido, una gran base de datos que recoge información como preferencias de consumo de café de casi 450 mil personas que no sufrían ningún tipo de enfermedad cardiovascular al comienzo del estudio.
Dividieron a los participantes (todos adultos entre 40 y 69 años) en varios grupos: los que consumían café molido, los que tomaban descafeinado, los que preferían el instantáneo y los que no tomaban ningún tipo de café.
Doce años después, los científicos revisaron los récords de salud de los participantes para revisar quiénes habían sufrido enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular o fallecido.
Después de hacer ajustes por otros factores como edad, diabetes, étnica, presión arterial alta, obesidad, sexo, tabaquismo y consumo de alcohol y otros, notaron que todos los tipos de café estuvieron asociados con una reducción del riesgo de muerte por cualquier causa.
La clave no está en la cafeína
El que incluso el café descafeinado mostrara beneficios los tomó por sorpresa y los lleva a pensar que la cafeína no tiene un papel tan determinante como se anticipó.
“ La cafeína es el ingrediente más conocido del café, pero esta bebida contiene más de 100 componentes biológicos activos. Es probable que aquellos descafeinados fueran responsables de la relación positiva entre el consumo de café, supervivencia y enfermedad cardiovascular”, explica en un comunicado Peter Kistler del Instituto Baker de Investigación de la Diabetes y del Corazón de Melbourne (Australia).
En su criterio, estos resultados avalan que el consumo moderado de café no debe ser desincentivado; sino más bien fomentado como parte de un estilo de vida sano.
El cómo prepares el café es determinante: no todos son saludables
No es la primera vez que una investigación establece una relación beneficiosa entre el café y la salud cardiovascular. Ya otros como un análisis de la Asociación Estadounidense del Corazón encontraron que la gente que consume café tenía un menor riesgo de falla cardiaca.
Sin embargo, siempre hay que tomar los resultados con un grano de sal. Entre las limitaciones del estudio en cuestión está el que los participantes fueran quienes auto-reportaran su consumo y lo hicieran en un único momento en el tiempo, advierte en un comentario publicado en el Science Media Centre la nutricionista Annette Creedon, quien insiste en que los hallazgos no deben llevar a la gente a beber café si no lo consumían antes, o a beber más tazas al día.
Duane Mellor, dietista de la Escuela Médica de Aston, recalca que hay que tomar en cuenta es el que no hay dos tazas de café iguales y que ponerle demasiada leche o azúcar o aditivos puede convertirlo en una bebida nada saludable. “Una taza de café con muy poca leche es muy distinta a una taza grande de late saborizado con sirope y crema”, comenta.
Otra limitante de la investigación fue el ser de carácter observacional y, por lo tanto, no establece una causa y efecto directo, para lo que habría que hacer un estudio aleatorio controlado. “¿Te hace el café más saludable o es la gente inherentemente más saludable la que bebe café? Hacen falta estudios controlados para comprobar la relación entre el café y la salud cardiovascular”, recalca Charlotte Mills, profesora de ciencias nutricionales de la Universidad de Reading.