Una alternativa para el futuro del Obamacare: una derogación parcial

Este martes el vicepresidente electo Mike Pence repitió lo que muchas veces dijo Donald Trump a lo largo de su campaña electoral: “Vamos a derogar Obamacare por completo”, dijo en una entrevista con Jake Tapper de CNN.
El mismo día, Mitch McConnell, líder de los republicanos en el Senado, dijo que la derogación de Obamacare, la ley de salud firmada en 2010 por el presidente Obama conocida formalmente como el Affordable Care Act, será el primer punto en la agenda el año que viene”.
El reciente nombramiento por Donald Trump de Tom Price como secretario salud, proponente de la derogación de Obamacare desde hace mucho, también parece confirmar estas intenciones.
Pero el calendario para hacer de esto una realidad no está claro y la legislación alternativa no lo es tampoco. Se pone en duda si la ley se logrará derogar por completo. Algunos republicanos se preguntan incluso si esto es el fin deseado.
¿Se puede acabar con Obamacare?
Para derogar la ley se necesitan 60 votos en el Senado, “pero los republicanos carecen de los 60 votos necesarios. Les hace falta el apoyo de los demócratas”, explica Jack Hoadley, investigador del Instituto de Política de Salud de la Universidad de Georgetown en Washington.
A esto se agrega el reto de que los republicanos logren un acuerdo entre ellos mismos, es decir entre conservadores y moderados.
Algunos republicanos más conservadores quieren mantener el sistema actual por tan solo seis meses, otros por tres años, comenta Hoadley.
Así, el futuro del sistema de salud en este país es bastante incierto. Al menos una derogación completa en 2017 no parece muy realista. “Es probable que lo mantengan por unos dos años más”, advierte el experto. “Si no es uno o tres años”, agrega inmediatamente.
Una derogación parcial
Lo que sí parece más factible es una derogación parcial de la ley, la cual se podría lograr con el apoyo de solo 51 senadores.
De hecho, hay elementos de la ley de salud que gustan entre los votantes de Trump. Poder mantener asegurados a sus hijos hasta cierta edad es una de ellas y el no discriminar contra personas enfermas a la hora de solicitar su seguro es otro.
Una derogación parcial ya se intentó el año pasado cuando un proyecto de ley fue aprobado por el Senado, antes de que pase por la Cámara de Representantes, en un esfuerzo liderado por el republicano Paul Ryan. El proyecto finalmente fue rechazado por un veto del presidente Obama.
Además, aunque Trump no logre derogar la ley por completo a través de un voto, “ hay maneras de influir en su presupuesto, lo cual tendría el mismo resultado”, advierte Hoadley.
El plan de Trump – otra ruta, mismo fin
Al plan de Trump le faltan todavía muchos detalles. Pero según lo que indica en la página web de su equipo de transición, el presidente electo ve como alternativa a Obamacare: “una solución que incluya a las cuentas de ahorro de salud”, (conocidas como health savings s) exentas de impuestos, para que los pacientes mismos puedan encarar sus gastos médicos.
Otro elemento de su plan es “la devolución a los estados su papel histórico de regular el seguro de salud” y “facilitar la compra de seguros entre estados”, lo cual crearía una mayor competencia entre aseguradoras y podría reducir los costos.
Durante su campaña, Donald Trump también mencionó la posibilidad de que los asegurados deduzcan el precio del costo del seguro de sus impuestos.
También dijo que buscaría que se elimine la obligatoriedad del seguro médico. “Todo tiene que ver con las regulaciones . Puedes simplemente suspender las regulaciones”, explicó Hoadley.
¿Y si se deroga Obamacare?
Aunque Obamacare les parezca caro a muchos ciudadanos, datos del Departamento de Salud indican que unos 20 millones de personas, 4 millones de ellos hispanos, hoy están asegurados gracias a él.
Y datos del Centro por el Control y la Prevención de Enfermedades revelan que desde la aprobación de esta ley en el 2010, el número de personas sin seguro representa tan solo un 8.9% de la población.
Un análisis del Commonwealth Fund, una fundación privada especializada en salud señala que una derogación de Obamacare podría hacer que cerca de 20 millones de personas pierdan su seguro e n 2018.
Otra consecuencia podría ser el aumento del déficit federal ya que el plan de Trump consiste en reducir los impuestos para incitar la compra de seguros y retirar la obligación que impuso Obama, de comprar un seguro. Además, el Estado deberá aumentar su gasto en salud pública para compensar por la reducción en el número de asegurados y por el mayor uso de servicios de emergencia como último recurso.
Un reporte de la Oficina de Presupuesto del Congreso, una entidad bipartita, muestra que el déficit del país podría, en los próximos 10 años, ascender a unos 137 mil millones de dólares.
Hasta que Trump no afine su plan oficial, es difícil realizar un pronóstico seguro. Pero entre lo que ha dicho el presidente electo hasta ahora, su elección de Tim Price como secretario de salud y el trabajo anterior de Paul Ryan en la materia, estos son algunos de los escenarios posibles.