Cumplir su promesa de eliminar Obamacare no será algo fácil ni rápido para Trump
Más de 100,000 personas optaron por un seguro médico dentro del Affordable Care Act (ACA) el día posterior al triunfo electoral del republicano Donald Trump, quien prometió durante su campaña eliminar esta ley concebida por el presidente Barack Obama.
Fue una cifra récord para el actual período de inscripciones de Obamacare, anunció la secretaria de Salud, Sylvia Burwell, en un tuit con tono de celebración.
Esas personas posiblemente se inscribieron alentadas por el temor a quedarse sin un seguro que ayude a cubrir sus necesidades de salud. Ello porque el presidente electo tildó el ACA, al que se han sumado unos 20 millones de personas (incluyendo 4 millones de hispanos), como una iniciativa "desastrosa" que debe desaparecer.
En una señal de posible conciliación tras una agria campaña electoral, Trump reconoció en una entrevista con el Wall Street Journal que dejaría en pie algunas partes de la ley de salud de Obama, con quien se reunió este jueves en el inicio del proceso de transición.
Si bien dijo que se moverá "rápidamente" para modificar la iniciativa de Obama, el presidente electo aseguró a ese diario que está dispuesto a mantener dos disposiciones de la ley, después de que el mandatario le urgió reconsiderar su plan para eliminar al ACA en su encuentro en la Casa Blanca.
La primera es mantener una prohibición a que las aseguradoras nieguen cobertura a personas con alguna condición médica y, la segunda, la que permite que los padres contemplen en su poliza a sus hijos hasta los 26 años.
Ni fácil ni rápido
Analistas del sector de la salud y abogados expertos en este tipo de leyes consideran que el proceso para echar por tierra el ACA no será sencillo ni rápido, pese a que Trump asumirá el próximo 20 de enero gozando de mayoría republicana en la Cámara de Representantes y en el Senado.
El líder de la mayoría en la Cámara Alta, Mitch McConnell, enfatizó esta semana que el futuro del ACA es un tema "primordial en nuestra agenda". "Me sorprendería si no seguimos hacia adelante y mantenemos nuestra promesa al pueblo estadounidense", afirmó citado por Politico.
Pero, en declaraciones que presagiarían el tira y afloja que surgiría en el Senado, un asesor senior de los demócratas en el Senado dijo a esa misma publicación que "al senador Schumer y a los senadores demócratas les interesa hallar maneras para mejorar el ACA. Pero pelearemos con uñas y dientes para que no sea eliminado".
"Modificar una ley tan complicada como el ACA es un proceso complejo", consideró Sara Rosenbaum, profesora de leyes y políticas sanitarias de la George Washington University, a NPR.
Más aún cuando, según datos del Departamento de Salud, hasta unos 9 millones reciben algún tipo de subsidio en el mercado de los seguros médicos.
Aunque son minoría, los demócratas tienen la cantidad suficiente de bancas en el Senado como para recurrir al filibusterismo en caso los republicanos intenten derogar Obamacare o aprobar una nueva legislación sobre la cobertura médica. Es decir, pueden obstruir su aprobación prolongando indefinidamente el debate en el pleno.
La opción para evitar un debate sin fin en el Senado
Para evitar ese escenario, los republicanos podrían inclinarse por un proceso conocido como reconciliación presupuestaria ( budget reconciliation), que permite cambiar gastos e ingresos en el presupuesto de manera más expedita, explica Clare McCann, cientista política de la George Washington University, en un análisis para la fundación sin fines de lucro New America Foundation.
Este procedimiento podría demorar meses.
Primero, una mayoría simple debe pedir a los comités que sean necesarios, en este caso serían los vinculados al sector de la salud, que redacten las legislaciones para cambiar el presupuesto.
Una vez lo hagan deben devolver sus propuestas a los Comités de Presupuesto en ambas Cámaras del Congreso, los que toman todas las modificaciones que hayan sido puestas sobre la mesa (de todos los rubros, no únicamente las del sector de la salud), y las consolidan en un proyecto de ley que deberá ser aprobado por la Legislatura.
El proceso de reconciliación es "extremadamente poderoso porque permite que la mayoría en el Congreso esquive la opción de 60 votos para hacer filibusterismo (obstrucción parlamentaria) en el Senado", resalta McCann en su publicación en la New American Foundation.
Además, solo se necesita de un voto mayoritario en el Congreso para iniciar el proceso y para que, una vez hayan sido redactadas la modificaciones a los presupuestos, estas sean aprobadas por las dos Cámaras.
Asimismo, con este procedimiento de reconciliación el proyecto puede ser debatido en el pleno por un máximo de 20 horas.
Mientras eso sucede, otros expertos como el profesor emérito Timothy Jost, de la Washington and Lee University en Virginia, apuntan a un "período de transición razonable", debido a que lo menos que quiere el Congreso y el nuevo gobierno es tener a "un montón de votantes enojados y sin cobertura médica", dijo a Kaise Health News.
El mismo vicepresidente electo, Mike Pence, aseguró en un mitin en Pennsylvania que vislumbran un "período de transición para quienes reciben subsidios con el fin de garantizar que los estadounidenses no afronten una interrupción o dificultad en sus coberturas".
Mientras tanto, la secretaria de Salud Burwell recomendó que las personas sigan inscribiéndose. El período para hacerlo vence el 31 de enero de 2017.