Trump se convierte en el tercer presidente en la historia de EEUU en enfrentar un juicio político

WASHINGTON, DC. - abuso de poder y obstrucción al Congreso.
En el primer artículo, el del abuso de poder, 230 congresistas votaron a favor y 197 en contra, mientras que en el segundo, el de obstrucción al Congreso, 229 votaron a favor y 198 en contra. En el primer caso, dos demócratas se opusieron al juicio político al presidente y en el segundo, tres.
Ningún republicano votó a favor y la demócrata Tulsi Gabbard, precandidata a la Presidencia, se abstuvo en las dos votaciones.
En ambos casos, tras oficializar los resultados, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, hizo un gesto para evitar que una parte de la bancada demócrata aplaudiera y ovacionara el resultado, algo que fue interpretado como un intento de la líder de la cámara baja para no quitar solemnidad a la votación de la apertura del juicio político a un presidente acusado de condicionar la entrega de ayuda a un país extranjero a cambio de que se abriera una investigación al hijo de Joe Biden, su potencial rival en las elecciones de 2020.
La votación en esa cámara, de mayoría demócrata, se produjo tras un debate de ocho horas en las que se reflejó la polarización con la que el proceso se vive en Washington y que también se ha trasladado a diferentes ciudades del país con manifestaciones a favor y en contra del 'impeachment'.
Ahora el juicio político pasa al Senado, donde se esperaba que las audiencias comenzaran la semana del 6 de enero, después del receso de fin del año en el Congreso.
Sin embargo, tras la votación, Pelosi dejó la puerta abierta a que el comienzo de ese proceso en la Cámara Alta se retrase más. En declaraciones a los medios, la líder de la Cámara de Representantes dijo que podría tardar más tiempo en enviar el proceso al Senado por la falta de garantías para un proceso imparcial.
En el debate de este miércoles, mientras que los republicanos han aprovechado su turno de palabra para defender que el presidente no ha hecho nada mal, que el proceso tiene motivaciones políticas, está basado en presunciones e incluso que es una "farsa", los demócratas han insistido en su deber de hacer cumplir la Constitución, han reprochado el "abuso de poder" por parte de Trump y han dicho que la próxima elección presidencial "está en riesgo".
"El presidente no nos dejó otra opción", dijo Pelosi al inaugurar el debate. "Es un hecho que el presidente es una amenaza continuada a la seguridad nacional y a la integridad de nuestras elecciones, la base de nuestra democracia".
Conforme avanzaban las intervenciones, de entre 30 segundos y unos pocos minutos cada una, cada congresista iba enumerando sus argumentos, a favor o en contra, y más de uno echó mano de comparaciones con otros acontecimientos históricos o de recursos gráficos.
Mike Kelly, representante republicano por Pennsylvania, comparó el juicio político a Trump con el ataque japonés a la base naval estadounidense de Pearl Harbor y predijo que este 18 de diciembre será "otro día para la infamia" como el entonces presidente Franklin Roosvelt calificó la jornada del ataque.
Su colega Barry Loudermilk , de Georgia, recurrió a una comparación religiosa para decir que Poncio Pilato le dio a Jesús más garantías durante su crucifixión de las que los demócratas le han dado al presidente Trump en este proceso.
Por su parte, el representante demócrata de Texas Al Green hizo su defensa del 'impeachment' a Trump junto a un cartel con la foto de la niña migrante en la frontera que se convirtió en un símbolo de la separación de familias a mediados del año pasado."No podemos permitir que ninguna persona esté por encima de la justicia en este país. En nombre de la democracia, en el nombre de la república y por los que están sufriendo", dijo señalando la foto de la niña, "votaré a favor del impeachment".
Mientras en Washington el congresista Adam Schiff, quien ha dirigido buena parte de las audiencias sobre la investigación del juicio político en el Congreso, concluía el debate destacando la importancia del 'impeachment' contra Trump para demostrar que los presidentes no pueden pasar por encima del Congreso, el mandatario aparecía en el escenario de un evento político en Michigan como parte de su campaña para su reelección.
"No se siente como que nos están llevando a un juicio político", dijo el presidente Trump ante sus seguidores e insistió en que no hizo nada malo. Más temprano, en su cuenta de Twitter, calificó el debate en el Congreso de "un asalto a Estados Unidos" y al Partido Republicano.
En la víspera, el presidente le había enviado una carta de seis páginas a Pelosi en la que calificaba el proceso de "un abuso de poder sin precedentes e inconstitucional" y una "declaración de guerra a la democracia".
El tercer presidente en enfrentar un impeachment
Con la votación de este miércoles, Trump se convierte en el tercer presidente en ejercicio en la historia de los Estados Unidos en tener que enfrentar un juicio político.
Hasta ahora solo dos presidentes en la historia de EEUU han enfrentado un juicio político de principio a fin: Bill Clinton, en 1998, y Andrew Johnson, en 1868. En ambos casos, el Senado los absolvió.
Más de 100 años después del 'impeachment' a Johnson, en 1973, Richard Nixon se libró pese a que se empezó un proceso de 'impeachment' en su contra porque renunció antes de la votación.
En esta ocasión, lo que llevó a Trump a ser enjuiciado fue la alerta de un denunciante anónimo de la Casa Blanca que advirtió a sus superiores sobre una llamada telefónica entre Trump y su par de Ucrania, Volodymyr Zelensky, el 25 de julio, en la que el mandatario estadounidense pidió que investigaran al ex vicepresidente Joe Biden y su a hijo Hunter.
¿Qué viene ahora?
Las revelaciones sobre esa llamada en la que aparentemente Trump instaba a un presidente extranjero a actuar en contra de un rival político llevaron a la líder de la Cámara de Representantes a comenzar la investigación para la apertura del proceso del juicio político a finales de septiembre, una medida a la que hasta entonces se había mostrado reticente pese a que muchos en su partido llevaban meses pidiéndoselo.
Durante la investigación, llevada a cabo por dos comités de esa cámara, una docena de testigos declararon en audiencias públicas y privadas. Ahora, con la aprobación del juicio político, éste pasa al Senado, donde se espera que las audiencias comiencen a partir de la semana del 6 de enero, después de que los congresistas regresen de su receso de fin de año.
Antes, los líderes de cada partido, el de la mayoría republicana, Mitch McConnell, y el de la minoría demócrata, Chuck Schumer, deberán ponerse de acuerdo sobre el procedimiento del juicio en esa cámara, en un proceso que no se espera fácil.
La semana pasada, el propio McConnell anticipó que no sería imparcial en el juicio contra Trump, lo que hizo que le llovieran las críticas de sus oponentes políticos.
El juicio político en el Senado estará supervisado por el juez principal de la Corte Suprema, John Roberts. Los congresistas estarán en el rol de fiscales, los senadores oficiarán de jurado y el presidente Trump tendrá abogados defensores.
Al menos dos tercios de los 100 senadores deben votar a favor para declarar al presidente y que sea destituido, algo poco probable teniendo en cuenta que los republicanos tienen mayoría en esa cámara y que en la Cámara de Representantes todos los de ese partido han votado en contra de la apertura del juicio político.