¿Puede este joven político de Georgia representar la primera derrota electoral de Trump?

El estado de Georgia tiene 14 representantes en el Congreso, nueve de ellos republicanos. Entonces, ¿por qué el presidente Donald Trump está tan interesado en lo que pase en las elecciones especiales del 6to distrito, que cubre suburbios del norte de Atlanta?
Al fin y al cabo, se trata de un distrito tradicionalmente republicano desde 1979, cuando se lo arrebató a los demócratas Newt Gingrich. Desde 2005 lo ocupaba el actual secretario de Salud Tom Price, quien el año pasado sacó el 61% de los votos en su sexta reelección al puesto.
Pero Price pasó a formar parte del gabinete de Donald Trump y de pronto, los demócratas vieron la posibilidad de hacerse con un puesto en la Cámara de Representantes que nunca habrían soñado que podían alcanzar.
La posibilidad atemoriza tanto a los republicanos que el presidente Trump ha salido a promover el voto por el partido (no especifica cuál de los 11 aspirantes del llamado Gran Viejo Partido) en contra de Jon Ossof, el joven demócrata que luce como favorito según las encuestas.
“Con once candidatos republicanos postulándose en Georgia (este martes) para el Congreso, un balotaje sería una victoria. Vota 'R' para menos impuestos y seguridad”
Aunque el electorado hispano es minoritario, un 3,7% de los votantes de acuerdo con el Centro de Investigaciones Pew, organizaciones -como Latino Victory Project- han salido a promover el voto hispano demócrata que podría ser crucial considerando que la elección promete ser cerrada.
Algunas estrellas del firmamento demócrata, como e l ex secretario de Vivienda Julián Castro o el congresista por Arizona Rubén Gallego estuvieron en la zona en los últimos días haciendo campaña.
Un 'perverso efecto' Trump
¿Qué pasó en menos de medio año en ese distrito conservador como para que hoy la hegemonía republicana esté en veremos?
En una primera mirada se puede decir que pasó Trump, el efecto Trump. En la zona el ahora presidente ganó ajustadamente a Hillary Clinton, 48% contra 47% de los votos, cuando en años anteriores los candidatos republicanos se habían impuesto con cómodas mayorías superiores al 60%.
Ni siquiera Barack Obama logró recortar esa diferencia del 23% en sus dos elecciones en un distrito predominantemente blanco (71%, de acuerdo con el Censo)
Price obtuvo en su última reelección el menor margen de diferencia frente a su contrincante, algo que algunos achacan a la impopularidad de Trump en la zona.
Así que posiblemente Trump no sea el mejor motivador para los votantes del distrito y tenga el efecto contrario movilizando a liberales, que pueden ver en Ossoff una reacción a la victoria republicana que dejó descolocado al movimiento progresista.
Su oferta básica de campaña es “Hacer enfurecer a Trump”, seguramente suficientemente atractivo para muchos. Ossoff, de 30 años, cuenta con la cifra récord de 8,3 millones de dólares recaudados en fondos de campaña.
Los republicanos se han apresurado a decir que la mayor parte de ese dinero viene de fuera del estado, algo que refleja el interés de muchos contribuyentes del Partido Demócrata en propinar una derrota simbólica a Trump que ayude a definir un camino victorioso hacia 2018.
Victoria insuficiente
Se espera que Ossoff finalice de primero, pero sin lograr el 50% necesario para evitar una segunda vuelta.
Pero es posible que el voto de todos los candidatos republicanos sumados supere el voto combinado de Ossof y otros demócratas, lo que podría indicar que los conservadores se agruparán alrededor del que logre llegar de segundo lugar.
“Si Ossoff llegara un punto o dos por debajo del 50% y los demócratas terminen con más votos en general, él no tendrá garantías en la segunda vuelta considerando que es un distrito de tendencia republicana y que el GOP tendrá la oportunidad de reagruparse”, escribe Nate Silver, el conocido gurú de los pronósticos electorales en el sitio FiveThirtyEight.
“Con la segunda vuelta programada para el 20 de junio, habrá montones de tiempo para especular sobre el significado de la primera vuelta, y mucho de ellos será aire caliente”, indica Silver, quien en su artículo parece cauto a la hora de hacer pronósticos (El recuerdo del desfase en las presidenciales de noviembre está muy fresco entre los pronosticadores)
Seis meses después, Georgia con Ossoff podría ser un bálsamo para los liberales. El hecho de que sea el favorito ya es motivo de satisfacción para los detractores de Trump.
Pero para desbancar a los republicanos de la mayoría en el Congreso, los demócratas necesitan ganar 23 escaños en la Cámara de Representantes, una tarea difícil contando con que muchos de esos puestos están en distritos ganados por Trump en 2016 y que competirán contra legisladores en busca de la reelección, quien siempre parten con ventaja.