null: nullpx
Univision Noticias
Política
    Precio de la gasolina

    La gasolina sigue bajando, pero no se puede cantar victoria: esto puede provocar una nueva subida

    La reciente bajada del precio de la gasolina ha dado un respiro a los consumidores y al gobierno, que tiene en la escalda de los precios uno de sus principales enemigos. Pero es pronto para que Biden cante victoria, te explicamos los riesgos que persisten.
    Publicado 23 Jul 2022 – 12:22 PM EDT | Actualizado 23 Jul 2022 – 03:05 PM EDT
    Comparte
    Cargando Video...

    Este julio fue el primer mes de 2022 que comenzó con el precio medio de la gasolina más bajo que el anterior, según los datos de la istración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, en inglés).

    El lunes, la AAA publicó que el precio medio de la gasolina fue de $4.52 la semana pasada, $0.46 menos que la anterior, continuando con la tendencia a la baja de inicios de mes. Y para este sábado 23 de julio el precio que registraba en sus stio web era de $4.38, con tendencia a la baja.

    Esta bajada de precios en el surtidor parece haber dado un respiro al baja popularidad en las encuestas.

    Si se mantienen a medio plazo las bajadas de precios de las últimas semanas, podrían quitarle un gran peso de encima al gobierno y al Partido Demócrata de cara a las elecciones de mitad de mandato.

    Pero es demasiado pronto para que en la Casa Blanca canten victoria con la gasolina; ya sea por un inoportuno huracán que haga cerrar refinerías en el Golfo u otros riesgos que nos acechan a la vuelta del verano.

    Por qué ha bajado la gasolina (aunque sigue carísima)

    Antes de explicar los factores que pueden provocar una subida, conviene señalar qué explica la bajada de las últimas semanas tras las constantes subidas que llevamos desde que empezó el año.

    De acuerdo con la EIA, el precio medio de la gasolina durante la primera mitad de 2022 fue de $4.11 el galón, en comparación con los $2.78 de la primera mitad de 2021. Y en junio marcó un máximo histórico en dólares de $5.02 por galón de media nacional (aunque ajustado a la inflación no supera los $4.14 de 2008).

    El gobierno, que ordenó en marzo la mayor liberación de las reservas de petróleo de la historia, atribuye la fuerte subida de este año a la velocidad de la histórica recuperación tras la crisis de la pandemia de coronavirus, unida a los consabidos problemas de la cadena de suministros que trajo esa recuperación.

    A esto se sumó en febrero la invasión rusa de Ucrania y las sanciones impuestas por parte de Estados Unidos y sus aliados europeos al segundo mayor productor y exportador de petróleo mundial.

    Con ese panorama, a lo largo del segundo trimestre del año los analistas parecían estar de acuerdo en que la gasolina iba a seguir subiendo todo el verano. Natasha Kaneva, de JP Morgan, llegó a hablar de $6.20 el galón para agosto si se mantenía la fuerte demanda.

    Pero no se mantuvo. Según la EIA, Estados Unidos pasó de consumir 9.41 millones de barriles diarios a 8.06 millones de barriles diarios la semana pasada.

    Patrick de Haan, jefe de análisis del mercado petrolero de GasBuddy, afirma que "con los precios tan altos, los estadounidenses no están manejando tanto porque es demasiado caro".

    "Además, hemos visto aumentar el suministro de gasolina en cuatro de las últimas cinco semanas y eso ha ayudado a presionar los precios a la baja", le dice De Haan a Univision Noticias.

    Y otro factor que explica la reciente caída, y que viene de la mano de la reducción de la demanda, es un precio del petróleo en retroceso: el WTI está por debajo de los $100 tras haber alcanzado $110 hace dos semanas y $120 a principios de junio.

    Rusia y Arabia Saudita pueden tener la llave

    El informe Perspectivas a Corto Plazo de la Energía de la EIA destaca entre los factores que impulsan la incertidumbre en el mercado las sanciones a Rusia y las sanciones por la guerra en Ucrania, las decisiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) y el ritmo al que EEUU incremente su produción de petróleo y gas.

    Desde que Rusia inició la invasión de Ucrania el 24 de febrero, esa guerra y las sanciones de la comunidad internacional se han convertido en la principal fuente de inestabilidad del mercado internacional de la energía.

    “El problema es que al limitar las exportaciones rusas estás asfixiando el mercado global. Las sanciones a un gran exportador como Rusia acabarán haciendo subir el precio al reducir la oferta global”, explica De Haan.

    Y Estados Unidos y sus aliados no tienen planes de levantar el acelerador en el tema de las sanciones. De hecho, además de un veto al oro (segundo sector exportardor ruso tras la energía), planean un mecanismo para limitar el precio del petróleo ruso, que tras las sanciones en Europa ha encontrado clientes en China e India.

    Craig Erlam, analista de mercados senior en OANDA, señala que " más sanciones a Rusia incrementarán las tensiones y el riesgo de que Rusia cierre el grifo, lo que podría provocar otro repunte de los precios de la gasolina".

    Y más allá de Rusia, el otro gran operador internacional del mercado del petróleo es Arabia Saudita, el mayor productor del mundo. La semana pasada, el presidente Biden visitó el país para tratar de conseguir un compromiso de que aumentaría la producción.

    Pero la controvertida reunión con el príncipe heredero Mohamed Bin Salman no resultó en ese compromiso, al menos público. Lo que harán los sauditas se verá el próximo 3 de agosto tras la reunión de la (OPEP+).

    De todos modos, según De Haan, la OPEP tampoco tiene mucho margen de maniobra. “No creo que la OPEP y Arabia Saudita tengan la capacidad de aumentar la producción de manera significativa para hacer caer los precios”, afirma.

    La recesión como paradójico alivio para el precio de la gasolina

    El Banco de la Reserva Federal de Dallas, en un artículo del mes pasado, consideraba que la "destrucción de la demanda es probablemente la única variable que puede eventualmente provocar que la subida de precios se ralentice y se revierta".

    Y el hecho de que la economía de Estados Unidos pueda entrar en recesión, algo que confirmarán o no próximamente los datos del gobierno federal, tiene el potencial de ser un detonante de esta destrucción de la demanda y una caída del precio.

    Erlam apunta que ya que “la oferta no va a dispararse de manera considerable, la recesión sigue siendo el prospecto primario y más realista de que bajen los precios".

    "Eso, naturalmente, es bastante deprimente pero es la situación que tenemos ahora", agrega.

    Para De Haan, "en parte los precios han caído por la preocupación de la economía de Estados Unidos y de la posible entrada en recesión".

    “Pero si vemos crecimiento, eso puede hacer que el precio vuelva a subir”.

    Loading
    Cargando galería
    Comparte
    RELACIONADOS:Economía