La "No digas gay" de Florida no es única: 14 estados consideran leyes similares
La ley de Florida conocida como "No digas gay" está en el centro del debate nacional, pero no es la única de ese tipo: en al menos 14 estados se han considerado normas similares en el último año.
La guerra cultural de los conservadores de Estados Unidos llega también a los curriculums escolares, como muestra el último estudio de Movement Advancement Project (MAP) y Equality Federation, organizaciones sin ánimo de lucro en defensa de los derechos de las personas LGTB.
La controvertida ley de Florida se llama oficialmente "Parental Rights in Education" (Derechos parentales en educación) pero su impacto en la práctica es restringir en las aulas las conversaciones sobre el colectivo LGTBQ.
Aunque es la más conocida a nivel nacional, no es la única. Forma parte de un impulso sin precedentes desde el Partido Republicano por promover leyes de este tipo en al menos 14 estados.
Incluso algunos ya tienen estas normas en sus registros desde los años noventa: Texas, Louisiana, Mississippi y Oklahoma.
En 2020 y 2021, más de 59 millones de menores, más del 80% de la niñez y juventud nacional, vivía en los 42 estados que han considerado este tipo de normas, tanto las de prohibición o limitación de temas a abordar como las que afectan al papel de la escuela como lugar seguro para todos los alumnos, según el citado informe.
Dos tercios de la juventud LGTBQ dijo que este tipo de medidas, incluido su debate aunque luego no se hayan aprobado todavía, han afectado a su salud mental, según la organización en defensa de los derechos del colectivo The Trevor Project.
Leyes para sacar temas de las escuelas: el racismo, la orientación sexual, la indentidad de género
Entre 2020 y 2021, al menos 30 estados han considerado leyes que censuran o restringen abordar temas como el racismo histórico.
Al menos en 14 de ellos se han debatido normas que dejarían fuera de las aulas las discusiones sobre la orientación sexual y la identidad de género, incluso los libros y materiales que con contenidos referidos a la inclusión.
Políticos conservadores han emprendido una lucha contra la llamada 'Teoría Racial Crítica', que analiza la sociedad como un pulso histórico entre razas, y a la que quieren impedir que se enseñe en las escuelas, pese a que se trata solo de una línea de estudios académicos que no es parte del plan de estudios en ningún colegio estadounidense.
"Las leyes de censura escolar prohíben o limitan severamente lo que las escuelas pueden enseñar sobre raza, racismo, historia, sexismo y temas LGTBQ, sin considerar los estándares educativos", indica el informe de MAP y Equality Federation.
Y prosigue: "Estas normas varían ampliamente de estado a estado. Algunas dan a los políticos poder de veto sobre el curriculum escolar que se refiere a las contribuciones de los afroestadounidenses, a la historia de EEUU, al Holocausto. Otras permiten a los padres decidir si en los centros se habla de asuntos LGTBQ.
Piden a los profesores que le cuenten a los padres que el alumno es gay
Por otro lado, al menos 40 estados han considerado medidas que los expertos consideran "hostiles contra el clima de las escuelas como lugares seguros".
"Un creciente número de estados han considerado o aprobado leyes que minan un ambiente seguro y de apoyo en las escuelas para los estudiantes, especialmente para la juventud LGBTQ", indica el informe de MAP y Equality Federation.
Este tipo de leyes son similares pero tienen matices diferentes. "Estas leyes hostiles toman varias formas, incluyendo el requerimiento de que los profesores cuenten a los padres de los estudiantes LGTBQ que lo son, a pesar de que el maestro crea que eso puede traer consecuencias negativas para el alumno en su casa, como el abuso verbal o físico, o que le fuercen a hacer la llamada terapia de conversión o le echen de casa", señalan los autores del reporte.
Otras leyes prohiben a los atletas transgénero en los deportes escolares; eliminan protecciones contra la discriminación y restringen el uso del pronombre elegido por cada estudiantes.
La guerra cultural sobre los contenidos que se enseñan en las escuelas afectan a otros aspectos, incluso la historia más reciente.