"Está mal y tiene que parar": Biden sobre el creciente problema de ataques contra asiáticos con el coronavirus
En su primer mensaje a la nación en el que anunció las bases de la estrategia de su istración pandemia.
El mandatario condenó los los "despiadados crímenes de odio contra los estadounidenses de origen asiático que han sido atacados, acosados y culpados como chivos expiatorios" por la pandemia.
"Eso está mal, es poco estadounidense y tiene que parar", agregó Biden.
Algunos grupos activistas atribuyen la oleada de violencia en parte a la retórica xenófoba que relaciona la pandemia con los asiáticos, incluyendo la costumbre del expresidente Donald Trump de culpar del virus a China.
En marzo pasado, cuando empezaba la pandemia, un reportero del diario The Washington Post fotografió una imagen de un texto que el exmandatario se disponía a leer en una conferencia de prensa en los járdines de la Casa Blanca en el que la palabra "corona" aparecía tachada con marcador negro y arriba, escrito a mano, se leía la palabra "chinese" ("chino", en español).
Según la organización Stop AAPI Hate, del Consejo de Planificación y Política Asia Pacífico (APPI) que fue creada justamente para hacer seguimiento de las denuncias de violencia contra las comunidades asiático-estadounidenses y de las islas del Pacífico, desde el comienzo de la pandemia han recibido reportes de más de 2,800 incidentes de odio en todo Estados Unidos.
Estos incidentes van desde ataques violentos y abusos verbales hasta la vandalización de negocios de propiedad asiática.
Un reciente informe del Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo de la Universidad Estatal de California en San Bernardino, citado por la NPR, indica que los delitos de odio contra los asiático-estadounidenses en 16 ciudades aumentaron un 150% en 2020.
Solo en Nueva York, el Departamento de Policía refirió que en 2020 se registraron 28 denuncias de incidentes de odio contra asiático-estadounidense, frente a solo tres del año anterior. Activistas y funcionarios policiales afirman que esa estadística solo refleja los casos denunciados, por lo que podrían ser muchos más.
Paradójicamente, el aporte de la comunidad asiática al sistema de salud de Estados Unidos es significativo. A pesar de que los estadounidenses de origen asiático representan solo el 6% de la población de EEUU, son el 18% de los médicos del país y el 10% de las enfermeras practicantes.
El "virus chino" de Trump
Desde hace aproximadamente un año el FBI viene documentando un aumento de los crímenes de odio contra los asiático-estadounidenses vinculado a la expansión del coronavirus por el país.
"El FBI evalúa que los incidentes de delitos motivados por el odio contra los estadounidenses de origen asiático probablemente aumentarán en todo el territorio de Estados Unidos, debido a la propagación de la enfermedad del coronavirus... que pone en peligro a las comunidades de estadounidenses de origen asiático", indicó un reporte de marzo del año pasado.
"Viene de China, no es racista en lo absoluto. Quiero ser preciso", respondió en una ocasión Trump cuando una reportera le preguntó por qué él continuaba llamando al coronavirus de esa manera: "virus chino", cuando los expertos mundiales de salud desaconsejan identificar con nombres geográficos o nacionales las enfermedades para evitar la estigmatización de poblaciones enteras.
John C. Yang, presidente de la organización Asian Americans Advancing Justice, reclamó en esa oportunidad el nombre usado por Trump "sugiere que, de alguna manera, el pueblo chino en general es culpable, y legitima que ciertos grupos de la sociedad estadounidense discriminen a asiático-estadounidenses. Me refiero a lesiones físicas y agresión verbal".
Como el caso de una pareja que escribió en el auto de una familia asiática la palabra covid-19, o un un hombre que paseaba a su perro por la noche y le gritaron desde un auto en movimiento: "¡Trump 2020, muere chino, muere...", o la agresión que sufrió un anciano asiático que fue arrastrado por la fuerza de su tienda y lanzado al suelo, o el acoso a una anestesióloga del Hospital General de Massachusetts que fue perseguida desde que salió del hospital en Boston hasta el metro al grito de insultos racistas: "¿Por qué los chinos están matando a todo el mundo?".
Pero el racismo antiasiático no es nuevo. El sentimiento de rechazo hacia la población de origen asiático en Estados Unidos se remonta casi hasta el origen de la migración que empezó a llegar atraída por la fiebre del oro y la construcción del ferrocarril a mediados del siglo XIX. En la medida en que las crisis se hacen más profundas, suben los ataques xenófobos o racistas, según estudios académicos.
Hace casi un año, cuando empezó a notar un aumento preocupante de los incidentes de odio hacia las familias y las empresas asiático-estadounidense más de 260 organizaciones enviaron una carta a los líderes de la Cámara de Representantes y del Senado para pedir unidad y denunciar públicamente los ataques racistas y xenófobos
"Si bien reconocemos y agradecemos el liderazgo del Caucus del Congreso de Asiáticos y Estadounidense del Pacífico, y de otros en el Congreso para aliviar el miedo y la ansiedad que el coronavirus ha creado para todos los estadounidenses, ha quedado claro que el liderazgo del Congreso debe seguir su ejemplo y hacer más. Nuestro país necesita un liderazgo unificado, visible y fuerte para hacer frente a la creciente retórica hostil contra la comunidad asiático-estadounidense", dice aquella misiva en la que reportaban ya más de 1,000 ataques de este tipo.