El día que Donald Trump se 'graduó' de presidente
Donald Trump se 'graduó' como presidente, según muchos de los análisis que se han venido haciendo desde la noche del martes al final del primer discurso del mandatario ante ambas cámaras del Congreso en el Capitolio de Washington DC.
“Él se convirtió en presidente en ese momento”, dijo el comentarista político de CNN Van Jones, hombre cercano al gobierno de Barack Obama y duro crítico del republicano, pero quien consideró que el homenaje a la viuda del soldado muerto en Yemen en la primera operación realizada bajo el mandato de Trump marcó el cambio definitivo del presidente.
No solo los comentaristas, también el público que vio el mensaje presidencial quedó gratamente impactado, según los sondeos hechos en las horas siguientes por medios como CBS o CNN, que indican que entre el 70 y 76% vio un Trump “presidencial” y “unificador”.
Cierto que Trump sorprendió a todos con un mensaje de tono más moderado (aunque duro en los conceptos que viene repitiendo desde la campaña electoral) y hasta con un inédito llamado a la unidad con los demócratas para trabajar conjuntamente en algunas áreas.
Pero sucede también que las expectativas con el presidente suelen ser tan bajas, su comportamiento tan díscolo, que un discurso normal de tradicional político como el que presentó ante los congresistas se convierte en el 'mejor' de su cortísima carrera política, de acuerdo con muchos de esos análisis hechos en la inmediatez del momento.
En realidad, Trump no hizo nada descollante que no hayan hecho otros que le han precedido en ese mismo podio. Pero como había un gran nerviosismo por saber qué tipo de personaje saldría a relucir, si el presidente o el candidato permanente, el que su mensaje no incluyera acusaciones contra los medios o el regodeo en su triunfo electoral hizo respirar agradecidos a muchos.
De allí las consideraciones de que el Trump presidencial había hecho su aparición y los augurios de que de ahora en adelante el estilo pendenciero quedará atrás sustituido por la urgencia de atender las responsabilidades de gobierno.
¿Vanas esperanzas?
Lo que mostró Trump el martes fue disciplina. De acuerdo con el relato de medios especializados, como Politico, el magnate prestó atención a varios de sus principales asesores para definir los temas y el tono del mensaje y se mantuvo dentro de los límites convenidos.
Reprimirse no es lo mismo que cambiar de naturaleza. Trump tiene un carácter impulsivo y una manera de expresarse que es lo que le ha ganado la iración de sus seguidores. Su estilo fuera del molde de Washington fue lo que lo ayudó a llegar a la Casa Banca, por lo que es poco probable que un hombre tan ávido del aplauso vaya a abandonar de la noche a la mañana una estrategia que se le ha mostrado ganadora.
Hay que recordar que Trump está sumido en una campaña permanente. No ha perdido el gusto por eventos masivos donde da rienda suelta a su apasionada retórica electoral, ni siquiera tras ganar los comicios.
En dos años serán las elecciones de medio término para el Congreso y los republicanos tratarán de mantener sus mayorías en ambas cámaras. Hay varios puestos demócratas en estados en los que ganó Trump, quien querrá ayudar a los suyos a ampliar la ventaja de los conservadores en la treintena de distritos en manos demócratas que se consideran competitivos para los republicanos.
Atentos a Twitter
“El discurso se desvanecerá hoy y sus acciones seguirán allí. Por eso ha tenido unos 40 días tan duros. Los próximo seis meses serán más difíciles aun que los pasados 40 días”, dijo el líder de la minoría demócrata en el Senado Charles Schummer en una entrevista con CNN la mañana del miércoles.
La pregunta que muchos se hacen ahora es, una vez que Trump demostró que puede comportarse como un político tradicional de esos de Washington que él tanto critica, hasta cuándo le durará el comedimiento declarativo.
Ante el Congreso, el presidente lució como uno de ellos y pareció dispuesto a reiniciar su relación con la clase política.
“El tiempo de las pequeñeces se acabó. El tiempo de las peleas triviales quedó tras de nosotros”, dijo Trump, una proposición que pudo haber hecho en el discurso de toma de posesión, cuando optó por mantener su estilo confrontacional.
Claro que se trata de la misma persona que se ha molestado porque algún medio usara alguna vez una foto que no muestra lo mejor de sí o que se ha enfrascado en diatribas con programas cómicos por la manera como se burlan de cosas de su gobierno.
¿Hasta cuándo durará este Trump ‘presidencial’? La mejor indicación vendrá de su cuenta twitter.