6 formas en las que te puede afectar la designación del inglés como lengua oficial en EEUU si solo hablas español
El inglés es ahora la lengua oficial de Estados Unidos luego de que el presidente Donald Trump firmara la semana pasada una orden ejecutiva tras décadas en las que legisladores del Congreso realizaron varios intentos infructuosos para hacer ese cambio.
Esta es la primera vez que Estados Unidos designa un idioma oficial a nivel federal desde que se independizó como país hace casi 250 años.
La medida causa preocupación ya que en el país actualmente se hablan más de 350 lenguas, según datos de la oficina del Censo. Los idiomas más hablados, aparte del inglés, son el español, el chino, el tagalo, el vietnamita y el árabe.
En Estados Unidos también se hablan lenguas nativas norteamericanas como el navajo, el yupik, el dakota, el apache, el keres y el cherokee, entre otras.
Casi 68 millones de personas hablaban en casa un idioma distinto del inglés, según datos de la oficina del Censo de 2019. Aunque el inglés es, con diferencia, el idioma mayoritario, se calcula que más de 40 millones de personas en Estados Unidos hablan español en casa.
Te contamos cómo te afectará la decisión de Trump de designar como lengua oficial en EEUU si hablas español.
1.
Los trámites en agencias federales podrían ser más complicados
La orden de Trump permite a las agencias y organizaciones gubernamentales que reciben fondos federales elegir si continúan ofreciendo documentos y servicios en un idioma distinto al inglés.
Esto revoca un mandato del expresidente Bill Clinton que requería que el gobierno y las organizaciones que recibían fondos federales proporcionaran asistencia lingüística a los que no hablaban inglés. Esto representaría un reto para aquellos que no hablan o entienden el inglés.
Años atrás, cuando se trató de aprobar una medida similar, la Asociación Estadounidense para las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) advirtió que, por ejemplo, si las agencias federales eliminan la versión en español de sus sitios web limitarían el a información gubernamental básica, como instrucciones sobre cómo pagar impuestos, lo que fomentaría inadvertidamente la evasión fiscal.
Además, limitarían la información sobre políticas federales y servicios gubernamentales en idiomas distintos del inglés. Los hablantes de otros idiomas no entenderían las instrucciones sobre seguridad en el lugar de trabajo, catástrofes naturales y vacunaciones.
2. Las agencias federales podrán eliminar sus sitios web en español
Aunque la orden ejecutiva especifica que las agencias de gobierno no necesitan cambiar, remover o dejar de ofrecer cualquier asistencia que ya ofrecen, las dependencias decidirán si continúan brindando sus servicios en otro idioma diferente al inglés.
A las pocas horas de la investidura de Trump en enero, el nuevo gobierno eliminó la versión en español del sitio web oficial de la Casa Blanca y aunque prometió restaurarla no lo ha hecho hasta este miércoles, lo que podría indicar que muchas otras agencias seguirían su ejemplo, complicando trámites básicos para aquellos que no hablan inglés.
Por ejemplo, si al realizar una renovación de la licencia, o para inscribir a un menor en la escuela los empleados federales no cuentan con formularios en español, o personal que pueda servir de traductor, la comunicación entre las personas será más complicada o inexistente.
3. Inmigrantes en proceso de conseguir asilo, parole o ciudadanía enfrentarán más retos
Aunque la orden ejecutiva dice que busca implementar “una política que fomente el aprendizaje y la adopción de nuestro idioma nacional y empoderará a los nuevos ciudadanos para alcanzar el sueño americano”, los defensores de los inmigrantes difieren.
Anabel Mendoza, directora de comunicaciones de United We Dream, una organización sin ánimo de lucro de defensa de los inmigrantes, dijo a AP que limitar el idioma de la comunicación en las agencias federales hará más difícil que las personas se conviertan en ciudadanos si se les niega la posibilidad de hablar su lengua materna durante todo el proceso.
Actualmente, las personas de cierta edad y requisitos de residencia pueden calificar para una exención para hacer la prueba de ciudadanía y la entrevista en su lengua materna.
4. Los derechos podrían verse vulnerados
De acuerdo con la ACLU de Utah, un estado que desde hace varios años tiene una ley de ‘Solo Inglés’ en sus agencias estatales, la implementación de esta medida vulnera los derechos de aquellos que no hablan ese idioma.
“Al adoptar políticas de solo inglés y no satisfacer las necesidades de las comunidades lingüísticamente diversas, los gobiernos erigen barreras para acceder a los servicios y la información. Estas políticas aumentan las posibilidades de que el gobierno no proteja, o ni siquiera reconozca, los derechos constitucionales de las personas que no hablan esa lengua”, dice el sitio web.
Para quienes se relacionan con funcionarios públicos en situaciones vulnerables, el lingüístico es fundamental para garantizar que las personas reciban un trato justo y digno.
5. Los casos de discriminación podrían elevarse
Aunque la medida no prohíbe que las personas que no hablen inglés se comuniquen en su propia lengua, expertos coinciden que esto podría aumentar los casos de discriminación para los que no hablen el idioma oficial, a pesar de que existan leyes que lo prohíban.
En 1964, la Ley de Derechos Civiles, que prohibía la discriminación por motivos de raza, color, religión y sexo, sentó también las bases jurídicas de los servicios multilingües en los programas federales de asistencia.
Sin embargo, Mundo Gabe Rottman, un experto que trabajó en la ACLU, considera que lo que se quiere hacer es con esta medida es "estigmatizar a las minorías lingüísticas del país".
"Va en contra del concepto de libertad de expresión, que significa el derecho a hablar y aprender la lengua que uno elija", le dijo Rottman a la BBC. "Son propuestas divisivas que buscan avivar el temor”, agregó.
6. El cambio podría desmotivar a las personas que no hablan inglés a registrarse para votar o para los servicios de salud
Varios grupos de defensa de los derechos de los inmigrantes y los demócratas del Congreso advirtieron que la orden podría excluir a los inmigrantes y hacer más difícil que las personas que no hablan inglés rellenen formularios de salud.
Esto también impediría a los pacientes, especialmente a los ancianos que no hablan o entienden el inglés, comunicarse con sus médicos, lo que pondría en riesgo su salud, advierta la ACLU.
También la falta de boletas electorales en otros idiomas dificultará el ejercicio del derecho al voto para ciudadanos naturalizados que aún no dominan el idioma.
Organizaciones defensoras de los derechos civiles han advertido que esto podría provocar una disminución en la participación electoral de comunidades minoritarias, aunque la ley del derecho al voto en las secciones 208, 203 y la 4(e) garantizan que las personas votantes de las minorías lingüísticas reciban asistencia y materiales de votación en su idioma principal.
“Al detener sus comunicaciones en español, la Casa Blanca ignora la realidad demográfica de Estados Unidos y rechaza una antigua tradición del gobierno estadounidense de hacer accesible al público información cívica clave. Estos cambios, aunque más que nada simbólicos, señalan la postura poco acogedora de la istración Trump hacia el español específicamente y el multilingüismo en general”, dice Daniel J. Olson de la Universidad de Purdue en un artículo de The Conversation.
Según la Casa Blanca, la designación del inglés como lengua nacional “promueve la unidad, establece la eficiencia en las operaciones gubernamentales y crea una vía para el compromiso cívico”. Pero algunos activistas y organizaciones creen que la medida no es más que otra forma del presidente de avivar la división y el miedo.
“Esto no es solo un gesto ofensivo que afecta a millones de ciudadanos estadounidenses que hablan otros idiomas, sino que también perjudicará directamente a aquellos que han confiado previamente en la asistencia lingüística para obtener información vital”, dijo a AP Vanessa Cárdenas, directora ejecutiva de America's Voice, un grupo de defensa de la reforma migratoria, en un correo electrónico.
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