Pese a cuestionamientos éticos y gastos excesivos, el director de la EPA mantiene su cargo
La agenda republicana con respecto al medio ambiente ha sido muy criticada tradicionalmente por las organizaciones ambientalistas de EEUU. Por ejemplo, durante los últimos dos años, los republicanos del Congreso han ganado la peor calificación de la historia por su oposición sistemática y debilitamiento de todas las medidas de protección del ambiente, algo de lo que, además, se enorgullecen.
Es por eso que, el nombramiento del negacionista del cambio climático Scott Pruitt al frente de la Agencia de Protección Ambiental durante la istración de Donald Trump no causó sorpresa.
A los defensores del medio ambiente les pareció una ironía que se pusiera como líder de la agencia a un abogado que la había demandado 14 veces para tratar de destruir sus alcances en favor de las empresas. Sin embargo, a los republicanos les pareció una decisión muy acertada y oportunidad de lujo para finalmente ‘poner a la EPA en su lugar’ (tal como Trump lo había prometido). Es decir, debilitar la agencia y su alcance para que no entorpeciera los negocios de los estadounidenses.
Y lo que ha ocurrido en los últimos meses le da un poco de razón a cada uno. A cargo la istración Trump, Pruitt ha ejecutado y planea ejecutar algunos de los retrocesos en política ambiental más grandes de su historia. Casi nada se ha quedado exento de los recortes y el debilitamiento de la normativa ambiental del gobierno de Obama. EEUU anunció el retiro del humedales y nacientes de agua de las que dependen 117 millones de personas.
Debido a que estas decisiones perjudican y atentan contra la salud de millones de estadounidenses y de cientos de especies, 10 grupos ecologistas ya han pedido públicamente su renuncia, asegurando que Pruitt está destruyendo la EPA y que hace lo opuesto a lo que se esperaría de un líder en ese puesto.
“Pruitt ha revertido las protecciones en todo, desde pesticidas en los alimentos hasta los límites existentes para la descarga de materiales tóxicos como arsénico, plomo y mercurio provenientes de las plantas de energía a los ríos. Él no está trabajando para proteger la salud o la seguridad de los estadounidenses si no que se reúne principalmente con grandes corporaciones, a las que se supone que debe supervisar. Rara vez se reúne con grupos que abogan por los estadounidenses en temas de protección de la salud”, denuncia la alianza que promueve su renuncia y que está integrada por la Defend Our Future, Environmental Defense Fund, Natural Resources Defense Council and Center For American Progress Action.
Además, por no controlar las emisiones dañinas de metano de las fuentes existentes de petróleo y gas, lo cual es requerido por la Ley de Aire Limpio, el Fiscal General de Nueva York Eric Schneiderman y una coalición de 15 procuradores generales del estado le han puesto una demanda a Pruitt en un tribunal del Distrito de Columbia. Entre los firmantes destacan también California; Connecticut; Illinois; Iowa; Maine; Massachusetts; Maryland; Nueva York.
Cuatro polémicas y muchas preguntas
Como si estas críticas no fueran suficientes, hay al menos cuatro polémicas más que han sido denunciadas por las organizaciones ambientalistas.
Primero, los gastos excesivos en viajes de primera clase. Solo en junio pasado, el líder de la Agencia de Protección Ambiental Scott Pruitt tomó vuelos de primera clase y de negocios valorados en al menos 90,000 dólares (y que se pagaron con fondos públicos).
Gastos como estos por vuelos privados son considerados innecesarios y excesivos y han hecho que funcionarios en cargos similares como el exsecretario de Salud, Tom Price, hayan tenido que renunciar a sus puestos.
En segundo lugar, figura el pago de un alquiler, por solo $50 mensuales, de una habitación en Washington DC que Pruitt arrendó a una pareja que cabildea en asuntos de energía, el mismo sector que él regula.
"Algunos han planteado preguntas sobre si el uso real del espacio era consistente con los términos del contrato", dijo el funcionario de ética, Kevin Minoli a The Washington Post. Y es que el cabildero, Steve Hart, representó a una compañía de gas natural y un grupo de cabildeo de la industria automotriz que podría beneficiarse de las acciones de Pruitt.
Además de la rareza de que significa que le cobrasen 50 dólares por noche por una habitación cercana al Capitolio, muy por debajo de los precios de mercado en la costosa capital federal y que los propietarios sean promotores de los combustibles fósiles hay una tercera controversia sobre el incumplimiento de contrato inmobiliario.
Ante las denuncias recientes y el reconocimiento público de la investigación que realiza la Casa Blanca sobre este alquiler (y los viajes en primera clase), el matrimonio propietario del sitio integrado por Vicki y Steve Hart, reveló a la prensa que el arriendo del inmueble había sido pactado como algo temporal durante el año anterior, una estancia de unas seis semanas mientras Pruitt se instalaba en Washington DC durante la formación del gobierno. No obstante, confesaron, el líder de la EPA siguió viviendo en el apartamento pese a que el contrato había expirado e intentó varias veces que se le extendiera el alquiler. Ellos tuvieron que cambiar las cerraduras del sitio para hacerlo reaccionar de que el contrato ya estaba vencido, publicó Político.
Finalmente, como cuarto elemento destacan las recientes presiones de Pruitt para que subieran los salarios a sus ayudantes (en una agencia que ha desfinanciado grandes iniciativas de protección ambiental).
El 'soldado' de Trump
Para quienes piden la renuncia de Pruitt por esta serie de irregularidades, el que siga allí a pesar de los cuestionamientos demuestran el poder y compromiso de la industria de combustibles fósiles en el actual gobierno estadounidense, entre ellos, ex clientes del propio Pruitt.
En segundo lugar, aseguran que esto evidencia que para Trump y la actual istración debilitar el papel de la EPA es una prioridad y que una figura como la de Pruitt era necesaria en esta “misión”. De hecho, cuestionado sobre estas acusaciones, el presidente Trump le dijo el jueves a los periodistas en el Air Force One, que el director de la EPA está haciendo un trabajo "fantástico e increíble".
Pero pocos coinciden con Trump. "Contrario a la creencia popular, el Pruitt no ha logrado llevar a cabo la agenda regulatoria de la istración, simplemente viola la ley y golpea contra un muro de abogados generales del estado. Gobernar mediante un comunicado de prensa, en lugar de seguir los procesos requeridos por la ley, no hace que un sea un éxito", criticó David Hayes, director ejecutivo del Centro Estatal de Impacto Ambiental y de Energía.
"Como científico y ex asesor de la EPA, puedo ver que la motivación detrás de las acciones de Scott Pruitt es tan clara como el día: No está reformando la agencia; él está tratando de matarla", dijo Joe Arvai, en un artículo de su autoría en The Conversation.
"Estamos revisando la situación. El presidente cree que Pruitt ha hecho un buen trabajo, especialmente en el frente de la desregulación. Pero, de nuevo, nos tomamos esto en serio y estamos investigando y dejaremos que sabes cuando terminemos”, dijo este miércoles La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.
Conforme la lista de irregularidades se amplía, incluso fugiras como Chris Christie, ex gobernador de Nueva Jersey y gran aliado de Donald Trump, han comentado públicamente sobre Pruitt: "No sé cómo uno sobrevive a esto".