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Audio de un trato con un guerrillero colombiano revela la faceta negociadora de 'El Chapo' en su juicio

"Aquí hay seriedad, no hay ninguna mentira", se oye decir a Guzmán en la prueba que se escuchó este jueves en su proceso judicial por narcotráfico en una corte de Nueva York. Es la evidencia electrónica más fuerte que la Fiscalía ha presentado al jurado, donde muestran a un capo preocupado por el producto que vende y los riesgos de las operaciones para transportarlo.
13 Dic 2018 – 06:07 PM EST
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La voz es firme y las palabras van al grano. Se escucha a un patrón que intenta cerrar un buen negocio sacando la mejor parte. Ofrece garantías para saldar un crédito millonario, pide que le tengan confianza y aclara detalles del trato. Nada se le escapa y cede poco. Quien habla en esa llamada telefónica grabada en secreto es Joaquín 'El Chapo' Guzmán, entonces al frente de una transnacional del crimen más conocida como el cartel de Sinaloa. Su interlocutor era un guerrillero colombiano que le ofrecía seis toneladas de cocaína.

"Aquí hay seriedad, no hay ninguna mentira", se oye decir a Guzmán en una parte del audio que se escuchó este jueves en su juicio por narcotráfico en una corte federal de Brooklyn. Se trata de la evidencia electrónica más fuerte que la Fiscalía ha presentado hasta el momento al jurado, que ya durante cinco semanas ha escuchado principalmente los relatos de capos de la droga que trabajaron con o eran socios de 'El Chapo'. Pues en el video de la revista Rolling Stone, el capo no da detalles de su empresa criminal.

La voz de 'El Chapo' se escuchó el jueves durante el testimonio del capo colombiano Jorge Cifuentes Villa, quien era uno de los principales proveedores de cocaína del cartel de Sinaloa en la década pasada.

Si bien jamás se concretó ese acuerdo que quedó grabado en un audio en mayo de 2010, la charla con el guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) muestra la faceta de negociador sagaz de un hombre que estudió hasta el segundo grado en una comunidad marginada de Sinaloa y cuyo ascenso en el hampa lo puso cuatro veces en la lista de la revista Forbes de los más ricos del mundo.

"Que mire primero la mercancía y luego le pago las dos toneladas", decía con firmeza el mafioso al miembro de las desmovilizadas FARC, identificado como 'Diego'. De esa manera, pedía que "un técnico" de su cartel viajara hasta Colombia para confirmar la calidad de la droga.

"Me da gusto que, sin conocerlo a usted, me esté dando esa oportunidad", agradeció el sinaloense, pero buscando no doblegarse en el intercambio de propuestas y salir ganador.

"Lo que podamos colaborar, pues yo le colaboro (…) Cuente con el apoyo por acá", agregó Guzmán, logrando finalmente que el representante de las FARC le confiara el envío de seis toneladas de droga, pagando únicamente dos y obteniendo el resto a crédito. Pero su palabra no bastó: prometió dejar a su sobrino en Colombia y las propiedades de un socio como garantías hasta que la deuda se saldara.

No se ha revelado quién grabó la conversación telefónica, cuya buena calidad auditiva hace pensar que quizás estaba siendo escuchada por las autoridades desde modernos dispositivos.

Este miércoles, Cifuentes, alias 'Jota', aseguró ante el jurado que a finales de la década de 2000 compró cocaína a las FARC, algo que no le incomodó al jefe del cartel de Sinaloa. Pero la ubicación de la zona donde se producía la droga lo llevó a sobornar al Ejército ecuatoriano para transportar cargamentos del narcótico en camiones militares desde la frontera entre Ecuador y Colombia hasta almacenes clandestinos. Al capitán Telmo Castro le pagaba 100 dólares por cada kilo enviado en dichos vehículos, afirmó.

Sin embargo, el Ejército de Ecuador aseguró este jueves que Castro fue detenido en 2009 por la Policía en un operativo antinarcóticos, cuando ya no pertenecía a las Fuerzas Armadas. Lo capturaron cuando transportaba 500 kilos de cocaína en un camión "disfrazado" de un vehículo militar, afirmo la corporación. "Cuando fue detenido ya no pertenecía a la institución", enfatizó.

Para hacer llegar los cargamentos a México usaban barcos y lanchas rápidas, de acuerdo con su testimonio. En varias ocasiones, aseguró Cifuentes, 'El Chapo' planeó trasladar la droga en buques de la empresa petrolera Pemex, que es propiedad del gobierno mexicano. A finales de 2007 Guzmán y otros se reunieron con ejecutivos de la compañía estatal para detallar cómo moverían la mercancía desde un puerto de Ecuador y hasta otro en Michoacán. Pero ese método jamás se usó.

"Es muy buen empresario"

El capo Jorge Cifuentes aseguró el jueves en el tribunal que su exsocio "es muy buen empresario" y confirmó que en aquel trato fallido de 2010 hasta ofreció propiedades suyas (de Cifuentes) en Colombia como un aval.

"Se le queda a usted las propiedades (de Cifuentes) respondiendo de cuatro (toneladas de cocaína) y le compramos dos (toneladas de la droga)", dijo 'El Chapo' y así logró que el guerrillero finalmente aceptara su propuesta. "Vamos a iniciar con las propiedades para que el contador se las escriture y en cuanto usted tenga el dinero regresa las propiedades", explicó el sinaloense.

Guzmán se escuchaba en aquella charla como si fuese el dueño de una compañía que está preocupado por ofrecer el mejor producto posible a sus clientes exigentes. "Hemos tenido muchos problemas, ha llegado muy bajo (el nivel de la droga); necesitamos que las cosas estén buenas porque hay seriedad. Si fuera por cumplir, nosotros diríamos: ‘Mándelas, al cabo…’. Pero no se trata de eso", justificaba.

'El Chapo' y 'Diego' hablaron en clave: jamás dijeron las palabras "cocaína", "FARC", ni algo directamente incriminatorio. El guerrillero se presentó como un "sobrino" y Guzmán como "tío". Para mencionar que tenía el respaldo de Ismael 'El Mayo' Zambada, el sinaloense dijo que su socio era "el de la M".

En un punto del debate, casi inamovible, 'Diego' le exigía un depósito del 50% del valor total de la carga y le ofreció regalarle la mercancía que estuviera en malas condiciones. Pero eso no convenció a Guzmán, quien insistió en mandar a "un técnico" de su cartel para revisar el narcótico. " Es mejor que un muchacho me haga un chequeo allá, así es mejor", insistió.

La conversación fue respetuosa y duró poco más de siete minutos. Ambos se despidieron cordialmente. "Ha sido un placer haber hablado con usted", le dijo el guerrillero. "Igualmente", respondió Guzmán.

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