Un asesino convertido en 'héroe' y otros datos sobre los apuñalamientos en el centro de Londres
Dos personas murieron el viernes y tres resultaron heridas luego de que un hombre apuñalara a varios transeúntes en las cercanías del céntrico Puente de Londres, donde el atacante fue abatido a tiros por la policía.
No es la primera vez que el Puente de Londres es escenario de un ataque terrorista pero en esta ocasión la historia ha tenido giros y matices inesperados.
Gracias a la acción conjunta de varias personas que estaban cerca, se logró neutralizar al atacante hasta que llegaron los policías. Al ver que el hombre llevaba lo que parecía ser un chaleco explosivo, que luego resultó ser falso, la policía le disparó y el atacante murió en el lugar.
Un edificio junto al puente jugó un importante papel: la famosa Fishmonger’s Hall, en donde poco antes había tenido lugar una conferencia organizada por la Universidad de Cambridge sobre la rehabilitación de delincuentes.
A ese evento acababa de asistir el sospechoso antes de emprenderla a cuchilladas contra los transeúntes, matando a dos personas; una de ellas era un joven de 25 años y graduado de esa misma universidad, que ha sido identificado como Jack Merrit.
A la misma actividad también habían asistido al menos otras dos personas que jugaron un papel clave en detenerlo: un exconvicto y un asesino confeso que cumple los días finales de su sentencia.
¿Un asesino convertido en héroe?
Los ataques ocurrieron justo fuera de la sala donde había tenido lugar la conferencia, a la que asistieron exconvictos o actuales reclusos liberados provisionalmente, que en algunos casos podrían haber intervenido en el incidente para detener al sospechoso.
Uno de ellos fue James Ford, quien ayudó a inmovilizar al atacante y se cree que también intentó salvar la vida de una de las víctimas apuñaladas.
Ford, de 42 años, fue sentenciado a cadena perpetua en 2004 por el asesinato de la joven Amanda Champion, de 21 años y con discapacidad mental. Los medios británicos han informado que el hombre cumple los últimos días de su condena en la prisión HMP Grendon y según el diario The Telegraph, también asistía a la conferencia.
Varios testigos aseguraron que gracias a su intervención se salvaron varias vidas y en algunos comentarios en las redes sociales se le señala como un ‘héroe’.
Sin embargo, la familia de la joven que él mismo confesó haber asesinado expresó su indignación por el hecho de que se le haya liberado sin informarles de antemano. Solo lo supieron el viernes, cuando recibieron una llamada de las autoridades, advirtiéndoles que la imagen del hombre estaba en televisión tras el atentado.
La tía de Champion, Angela Cox, de 65 años, le dijo a The Daily Mail: "No es un héroe. Él es un asesino en libertad, de lo que nosotros, como familia, no sabíamos nada. Asesinó a una niña discapacitada. Él no es un héroe, absolutamente no”, dijo la mujer.
"Estoy tan enojada. Lo dejaron salir sin siquiera decirnos. Cualquiera de mi familia podría haber estado en Londres y haberse topado con él. Fue un shock tremendo. Es una cosa horrible No me importa lo que haya hecho hoy, es un asesino”, añadió.
David Wilson, profesor de criminología en la Universidad de Birmingham y presidente de la prisión Friends of Grendon, la cárcel donde estuvo Ford, dijo al diario The Guardian que el prisionero pasó por un período intensivo de psicoterapia en la cárcel y que Ford es un ejemplo de cómo las personas pueden cambiar.
"Sé por mi trabajo que las personas cambian y cambian como consecuencia de programas innovadores pero desafiantes, como el de HMP Grendon", destacó el experto, en referencia a una terapia grupal que se aplica en esas prisiones y que busca promover relaciones positivas, responsabilidad personal y participación social como elementos esenciales para la rehabilitación.
Un extintor para detener al atacante
Uno de los tantos videos que están circulando por Internet del incidente del Puente de Londres este viernes, filmado por personas en la calle o desde vehículos y edificios aledaños, muestra una escena bastante peculiar.
Se puede ver a un hombre con dos cuchillos en la mano, que según los testigos los llevaba atados, siendo atacado por otros, que intentaban neutralizarlo hasta que finalmente lo consiguieron. Pero llaman la atención sobre todo las armas que se emplearon inicialmente para detener al atacante.
En un video difundido en las redes, se puede ver a un hombre con un extintor dispersando líquido contra incendios contra el sospechoso, mientras otro le atacaba directamente con un cuerno o colmillo de narval de casi 5 pies (un metro y medio).
Los narvales son una especie de mamífero marino parecido a un deflín o una ballena beluga. Suelen tener unos cuatro metros y son de color blanco y tienen la peculiaridad de tener un gran colmillo horizontal recto y retorcido helicoidalmente, similar a los de los fantásticos unicornios.
Se cree que el colmillo de narval fue sacado de la pared de la Fishmonger's Hall, en donde se había celebrado la conferencia y frente a donde ocurrieron los hechos. El hombre que lo empleó para detener al sospechoso ha sido identificado como un chef polaco llamado Lucasz.
El atacante quería “desradicalizarse”
El sospechoso de los acuchillamientos fue identificado como Usman Khan, de 28 años, quien estuvo en la cárcel hasta 2018 por el delito de terrorismo.
Scotland Yard está investigando cómo el hombre pudo lanzar el ataque a pesar de que las autoridades lo conocían y llevaba un grillete electrónico para monitorear sus movimientos. Fue puesto en libertad hace un año después de cumplir un tiempo por su participación en un complot yihadista que pretendía hacer estallar la Bolsa de Valores de Londres.
Khan había participado previamente en el programa de rehabilitación de prisioneros Learning Together, de la universidad de Cambrigde, que celebraba una conferencia este viernes en la célebre sala Fishmonger’s, a la que también asistieron el exconvicto y otros reos.
Una fuente dijo al diario The Guardian que el hombre no había mostrado ningún síntoma preocupante. Su abogado, Vajahat Sharif, contó a ese periódico este sábado que Khan había pedido ayuda para desradicalizarse mientras estaba en prisión, pues se había dado cuenta de que el extremismo estaba mal y que “su comprensión del Islam era deficiente”, dijo el abogado.
Sin embargo, tras su salida de la cárcel los extremistas podrían haberlo forzado a ‘reagruparse’, declaró Sharif, quien dijo que hasta entonces parecía estar rehabilitado y que había sido un prisionero modelo durante su estadía en la prisión HMP de Whitemoor.
Este sábado, el grupo Estado Islámico se atribuyó el ataque perpretado por Khan, aunque por el momento se desconoce si existía un vínculo real entre ellos.