Alemania se encamina a una complicada negociación entre partidos para elegir al sucesor de Merkel
El Partido Socialdemócrata de Alemania (PSD), de centro-izquierda, y el bloque de centro-derecha de la canciller saliente tras los primeros resultados de las elecciones de este domingo.
Liderados por el ministro de Finanzas y vicecanciller saliente Olaf Scholz, los socialdemócratas del SPD se proyectan como ganadores con 25.7% de los votos, según resultados preliminares publicados este lunes en el sitio web de la comisión electoral.
La alianza conservadora de la Unión Cristiano-Demócrata (CDU), de Merkel, y su aliado bávaro, la CSU, encabezada por Armin Laschet, obtendría 24.1%, el peor resultado en su historia de siete décadas.
Los Verdes aparecen de terceros con 14.8%, seguidos del liberal FDP con 11.5% y el izquierdista Alternativa para Alemania con 10.3%.
El resultado de las elecciones pone a la economía más grande de Europa en camino de un largo camino de negociaciones para formar un nuevo gobierno, mientras Merkel mantiene su puesto de forma provisional hasta que su sucesor asuma el cargo.
Tanto Scholz, de 63 años, como Laschet, de 60, dijeron que pretenden tener un gobierno instalado antes de navidad.
De acuerdo con la agencia AP, una coalición de gobierno de tres partidos, con dos partidos de oposición que tradicionalmente han estado en campos ideológicos rivales –los Verdes, identificados con la izquierda, y los Demócratas Libres, favorables al libre mercado– tienen la llave al poder para los dos partidos que han liderado los comicios.
Solo uno de los tres candidatos para suceder a Merkel, que optó por no postularse para un quinto mandato, parecía satisfecho después de la votación del domingo: Olaf Scholz, de los socialdemócratas. El vicecanciller y ministro de Finanzas saliente sacó a su partido de un largo periodo de malos resultados electorales.
Scholz dijo que los resultados previstos indican “un mandato muy claro para garantizar ahora que formamos un gobierno bueno y pragmático para Alemania”.
“Por supuesto, esto significa una pérdida de votos que no es bonita”, dijo Armin Laschet, del bloque CDU/CSU, sobre los resultados que, a última hora del domingo, parecían superar el peor desempeño anterior del bloque: de un 31% en 1949. Con la partida de Merkel después de 16 años en el poder, “nadie tenía una carta fuerte en esta elección”, señaló.
Laschet dijo a sus seguidores que “haremos todo lo posible para formar un gobierno bajo el liderazgo de la Unión, porque Alemania ahora necesita una coalición para el futuro que modernice nuestro país”.
Ahora parece que tanto Laschet como Scholz deberán negociar a los Verdes, que tradicionalmente han apoyado a los socialdemócratas, y a los demócratas libres, que generalmente se inclinan al bloque CDU/CSU, pero ninguno ha descartado ir en sentido contrario en esta ocasión.
La otra opción era una repetición de la “gran coalición” saliente de la Unión y los socialdemócratas que ha gobernado Alemania durante 12 de los 16 años de Merkel en el poder, pero los analistas apuntan que es poco probable después de años de disputas políticas entre los líderes de los partidos.
“Todos piensan que... esta ‘gran coalición’ no es prometedora para el futuro, independientemente de quién sea el número uno y el número dos”, dijo Laschet. “Necesitamos un nuevo comienzo real”.
El líder de los Demócratas Libres, Christian Lindner, también parecía dispuesto a gobernar, haciendo una propuesta hacia los Verdes.
“Aproximadamente el 75% de los alemanes no votó por el próximo partido del canciller”, afirmó Lindner en una discusión en la televisión ZDF con los líderes de todos los partidos. “Así que podría ser aconsejable que los Verdes y los Demócratas Libres primero hablen entre sí para después estructurar lo que sigue”.
Los principales retos del sucesor de Merkel
Annalenna Baerbock, candidata de los Verdes, insistió en que “el cambio climático es el tema principal del próximo gobierno, y esa es para nosotros la base de cualquier conversación... incluso si no estamos totalmente satisfechos con nuestro resultado”.
Si bien los Verdes mejoraron su apoyo desde las últimas elecciones en 2017, tenían mayores expectativas para la votación del domingo.
Dos partidos quedaron fuera de la carrera para unirse al próximo gobierno de Alemania. El Partido de la Izquierda ganaría solo el 5%, el mínimo necesario para permanecer en el parlamento. La Alternativa de extrema derecha para Alemania (AfD) con la que nadie más quiere trabajar, obtuvo alrededor del 11%, por debajo del 12.6%, que le permitió ingresar al parlamento por primera vez en 2017.
Merkel, que ha ganado elogios por conducir a Alemania a través de varias crisis importantes, no será un líder fácil de seguir. Su sucesor tendrá que supervisar la recuperación del país de la pandemia de coronavirus, que Alemania hasta ahora ha resistido relativamente bien gracias a grandes programas de rescate.
Independientemente de los partidos que formen el próximo gobierno alemán, Lindner, de los Demócratas Libres, indicó que era una “buena noticia” que los resultados señalaran una mayoría de partidos centristas.
“Todos aquellos en Europa y más allá que estaban preocupados por la estabilidad de Alemania ahora pueden ver: Alemania será estable en cualquier caso”, dijo.