Por qué esta bala gigante del tiempo de la I Guerra Mundial está siendo decisiva para Ucrania en su batalla contra Rusia
El obús de 155 mm es una de las municiones de artillería más solicitadas en la guerra en Ucrania. Estados Unidos ya le ha enviado más de 1.5 millones a Ucrania, pero Kiev sigue buscando más proyectiles de este tipo.
Te contamos por qué esta munición en particular se usa con tanta frecuencia y por qué ha sido clave para la guerra en Ucrania.
¿Qué es el proyectil de 155 mm?
Esencialmente, el proyectil de 155 mm es una bala muy grande, compuesta de cuatro partes: la mecha detonante, el proyectil, el propulsor y el detonador.
Cada uno mide aproximadamente 2 pies (60 centímetros) de largo, pesa aproximadamente 100 libras (45 kilogramos) y tiene 155 mm o 6.1 pulgadas de diámetro. Se utilizan en sistemas de obuses, que son cañones grandes remolcados que se identifican por el rango del ángulo de disparo al que se pueden ajustar.
Los proyectiles de 155 mm se pueden configurar de muchas maneras: se pueden cargar con material altamente explosivo, usar con sistemas guiados de precisión, perforar armaduras o producir una alta fragmentación.
Las variantes anteriores han incluido también cartuchos de humo para entorpecer el movimiento de tropas y de iluminación, para exponer la posición del enemigo.
“La munición de 155 mm y otras similares de 152 mm de la era soviética son tan populares porque brindan un buen equilibrio entre el alcance y el tamaño de la ojiva”, dijo Ryan Brobst, analista de investigación de la Fundación para la Defensa de las Democracias. “Si tienes un caparazón demasiado pequeño, no hará suficiente daño y llegará muy lejos. Si tiene un caparazón más grande, no necesariamente puedes dispararlo muy lejos. Este es el término medio más común, y es por eso que se usa tanto”.
La historia del proyectil de 155 mm
Los ses desarrollaron primero el proyectil de 155 mm para responder a la extensa guerra de trincheras de la Primera Guerra Mundial, y las primeras versiones incluían proyectiles de gas, explicó Keri Pleasant, historiadora del Comando Conjunto de Municiones del Ejército, en un comunicado a la agencia AP.
A medida que continuaba la Primera Guerra Mundial, el cañón de 155 mm se convirtió en la pieza de artillería más común utilizada por los Aliados, dijo Pleasant, y el Ejército de EEUU lo adoptó más tarde como su pieza de artillería pesada de campaña estándar.
El ejército estadounidense presentó su propia versión, el M1, para la Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra, la nueva alianza de la OTAN adoptó el 155 mm como su estándar de artillería.
Para la Guerra de Corea, el proyectil se había modificado nuevamente, con una variante de municiones en racimo. “La ronda contenía 88 submuniciones, que se dispersaban en un área amplia para destruir vehículos, equipos y personal”, dijo Pleasant.
El uso del 155 mm en Ucrania
Los disparos de obuses pueden alcanzar objetivos a una distancia de hasta 15 o 20 millas (entre 24 y 32 kilómetros), según el tipo de proyectil y sistema de disparo que se use, lo que los hace muy valorados por las fuerzas terrestres para eliminar objetivos enemigos desde una distancia segura.
“Los adversarios no tienen mucha advertencia de que se avecina. Y es más difícil esconderse de proyectiles entrantes que forman un arco desde la parte superior, lo que lo hace altamente letal”, dijo Brobst.
En Ucrania, se disparan proyectiles de 155 mm a un ritmo de 6,000 a 8,000 por día, dijo la parlamentaria ucraniana Oleksandra Ustinova, que forma parte del comité de supervisión de tiempos de guerra de Ucrania.
Están eclipsados por el promedio de 40,000 obuses que les están disparando los rusos, dijo Ustinova a los periodistas en un evento reciente en Washington patrocinado por el German Marshall Fund.
El Pentágono había dicho previamente cuántas municiones estaba proporcionando en cada uno de los paquetes de asistencia de seguridad que se enviaban cada dos semanas para mantener el flujo de armas y municiones hacia Ucrania. Pero en febrero dejó de especificar la cantidad de proyectiles de 155 mm enviadas en cada paquete, alegando seguridad operativa.
Sin embargo, en su recuento general de la ayuda brindada a Ucrania desde que Rusia invadió en febrero de 2022, el Pentágono dice que ha enviado más de 160 obuses de 155 mm, más de 1.5 millones de proyectiles de 155 mm, más de 6,500 de 155 mm guiados con precisión y más de 14,000 sistemas remotos de minas antiblindaje (RAAM) de 155 mm, esencialmente un proyectil de 155 mm compuesto por cuatro minas que se esparcen por el suelo y pueden derribar un tanque ruso si pasa sobre ellas.
Otros países también han proporcionado obuses a Ucrania, pero Kiev sigue pidiendo más continuamente. El año pasado los funcionarios ucranianos solicitaban hasta 1,000 sistemas de obuses para hacer retroceder a las fuerzas rusas.
Ucrania y la prevista contraofensiva de primavera
Mientras Ucrania se prepara para una intensa contraofensiva esta primavera, es probable que necesite disparar entre 7,000 y 9,000 proyectiles de 155 mm por día, dijo Yehor Cherniev, miembro del parlamento de Ucrania que habló con los periodistas en el evento German Marshall Fund.
En los últimos meses, la istración Biden ha estado utilizando la autoridad presidencial de retiro para enviar municiones directamente desde las reservas militares de EEUU hacia Ucrania, en lugar de tener que esperar y comprar municiones a las empresas de defensa, para que puedan llegar a tiempo para la anticipada contraofensiva ucraniana.
Estados Unidos también ha estado entrenando a las tropas ucranianas en Alemania sobre cómo usar mejor los proyectiles de 155 mm en tácticas de armas combinadas, coordinando los ataques con la información de objetivos proporcionada por las tropas avanzadas y otros sistemas blindados para maximizar el daño y reducir la cantidad de proyectiles necesarios para eliminar un objetivo.
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