Su cuerpo fue hallado decapitado con una bota en el lugar de su cabeza: 27 años después acusan a su esposa del asesinato
En la Navidad de 1995, un grupo de cazadores halló a un hombre decapitado con una bota en el lugar de su cabeza. Más de 25 años después, las autoridades han arrestado y acusado a la esposa de la víctima como la posible responsable.
El asesinato de Christophe Doire, quien en ese entonces tenía 28 años, sucedió en un bosque de la ciudad de Busset, en Francia, pero quedó sin ninguna pista que llevara a los criminales. Sin embargo, en el mes de abril, el cuerpo fue exhumado para realizar nuevas pruebas.
El fiscal regional Eric Neveu dijo que la viuda, de 56 años, cuyo nombre no ha sido identificado, había sido detenida el martes y luego acusada el jueves por un magistrado y puesta bajo custodia.
"Evidencia seria y concordante apunta a su participación en el asesinato de Christophe Doire", dijo a los periodistas, y agregó que había sido acusada de asesinato y se arriesgaba a 30 años de prisión si era declarada culpable.
"Las investigaciones deben continuar para identificar y arrestar a otros protagonistas", dijo y señaló que elementos sugirieron que la mujer "no estuvo sola durante este proceso".
Dejó en claro que no era posible hacer pública otra información en esta etapa, pero dijo que ella había hecho declaraciones "incoherentes" y no dio "explicaciones creíbles" cuando fue interrogada, según informó el diario Le Parisien.
Qué sucedió el día del asesinato
Según Le Parisien, Doire y su esposa tuvieron una discusión el 16 de diciembre de 1985, después de que ella dejó caer un secador de pelo enchufado mientras él se estaba bañando. Doire estaba enojado y se fue a pasar la noche con su hermano, informó el periódico.
Sin embargo, se fue poco antes de la medianoche, diciendo que iba a cazar al día siguiente. Esa fue la última vez que lo vieron con vida.
Su esposa denunció su desaparición dos días después, cuando sus amigos cazadores estaban preocupados porque no lo habían visto. Su coche había sido encontrado ese mismo día en Cusset, sin su conductor.
Nueve días después de su desaparición, los cazadores encontraron su cuerpo en una zanja, decapitado y con una bota en el lugar donde debería estar la cabeza. Fue identificado por sus papeles y la ropa que llevaba encima.
Los casos se abrieron dos veces contra los sospechosos, en 2000 y 2002, pero se abandonaron en ambas ocasiones y el crimen ha sido durante años uno de los casos sin resolver más notorios de Francia.
Mira también: